¿El evangelio depende de una tierra joven?

Antes que nada, consideremos tres versos que resumen el evangelio y la salvación. 1 Corintios 15:17 dice: “y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados”. Jesús dijo en Juan 3:3: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Romanos 10:9 explica claramente que “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.

Podríamos citar muchos otros pasajes, pero ninguno de ellos afirma en manera alguna que una persona tenga que creer en una tierra o universo joven para ser salvo.

Podríamos citar muchos otros pasajes, pero ninguno de ellos afirma en manera alguna que una persona tenga que creer en una tierra o universo joven para ser salvo.

Y la lista de aquellos que no pueden entrar al reino de Dios, de la forma que está registrado en pasajes como Apocalipsis 21:8, ciertamente no incluye los de “tierra antigua”.

Muchos grandes hombres de Dios, que ahora están con el Señor, han creído en una tierra antigua. Algunos de ellos se alejaron de la clara enseñanza de la Biblia sobre una tierra joven adoptando la clásica teoría de la brecha. Otros aceptaron la teoría del día-era o de posiciones tales como la evolución teísta, la hipótesis del marco y la creación progresiva.

La Escritura enseña simplemente que la salvación está condicionada a la fe en Cristo, sin requisito de lo que uno cree sobre la edad de la tierra o del universo.

Ahora, cuando digo esto, a veces las personas asumen que entonces no importa lo que un cristiano cree sobre los supuestos millones de años de edad para la tierra y el universo.

Aunque este no es un asunto sobre la salvación, la creencia que la historia de la tierra se extiende por millones de años tiene varias consecuencias serias. Permítanme resumir algunas de estas.

El asunto de la Autoridad

La creencia en millones de años no proviene de la Escritura, pero sí proviene de los métodos falibles que los secularistas usan para datar el universo.

Para intentar “ajustar” los millones de años dentro de la Biblia, se tiene que inventar una brecha de tiempo que casi todos los eruditos bíblicos están de acuerdo que el texto no permite –al menos desde una perspectiva hermenéutica. O se tiene que reinterpretar los “días” de la creación como largos periodos de tiempo (aunque en el contexto de Génesis 1 obviamente son días normales). En otras palabras, tiene que importar un concepto desde fuera de las Escrituras (millones de años) hasta el interior de la Palabra de Dios. Este enfoque pone las ideas falibles del hombre como autoridad por sobre la Palabra de Dios.

Tan pronto como se abandona la autoridad de la Biblia en un área, usted “abre la puerta” para hacer lo mismo en otras áreas. Una vez que la puerta de las concesiones se abre, aunque sea solo un poquito, las siguientes generaciones empujan la puerta para abrirla aún más. Definitivamente, esta concesión ha sido un factor muy importante en la pérdida de autoridad Bíblica en nuestro mundo occidental.

La iglesia debería prestar atención a la advertencia de Proverbios 30:6: “No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso”.

El asunto de la contradicción

Una creencia cristiana en millones de años contradice totalmente la clara enseñanza de la Escritura. Aquí hay solo tres ejemplos:

Espinas. Se encontraron espinas fósiles en estratos de roca que los secularistas creen ser de cientos de millones de años de antigüedad, de esta manera ellas supuestamente existieron millones de años antes que el hombre. Sin embargo, la Biblia aclara que las espinas aparecieron después de la maldición: “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa… Espinos y cardos te producirá” (Génesis 3:17-18).

Enfermedad. Los restos fósiles de animales, de los cuales los evolucionistas dicen tener millones de años de edad, muestran evidencia de enfermedades (como cáncer, tumores cerebrales y artritis). Así, tales enfermedades supuestamente existieron millones de años antes del pecado. Aún las Escrituras enseñan que, luego de que Dios terminara de crear todo y colocara al hombre en el pináculo de la creación, Él describió la creación como “buena en gran manera” (Génesis 1:31). Ciertamente, llamar al cáncer y los tumores cerebrales “bueno en gran manera” no encaja con la Escritura y el carácter de Dios.

Dieta. La Biblia enseña claramente en Génesis 1:29-30 que Adán y Eva y los animales eran todos vegetarianos antes de que el pecado entrara al mundo. Sin embargo, encontramos fósiles con cúmulos de evidencia que muestran que los animales se comían unos a otros – supuestamente millones de años antes que el hombre y, por lo tanto, antes del pecado.

El asunto de la muerte

Romanos 8:22 aclara que toda la creación está gimiendo como resultado de la caída - la entrada del pecado. Una razón por ese gemido es la muerte –la muerte de criaturas vivientes, tanto los animales como el hombre. La muerte es descrita como un “enemigo” (1 Corintios 15:26), el cual afligirá a la creación hasta que un día sea lanzado al lago de fuego.

Romanos 5:12 y otros pasajes evidencian que la muerte física del hombre (la muerte en general, realmente) entró a la una-vez-perfecta creación a consecuencia del pecado del hombre. Sin embargo, si una persona cree que el registro fósil se conformó a lo largo de millones de años, entonces la muerte, enfermedad, sufrimiento, actividad carnívora, y espinas existieron millones de años antes del pecado.

La primera muerte fue en el Jardín del Edén cuando Dios mató un animal como el primer sacrificio de sangre (Génesis 3:21) –una imagen de lo que iba a venir en Jesucristo, el cordero de Dios, que quitaría el pecado del mundo. Jesucristo entró en la historia para pagar la pena por el pecado –para conquistar a nuestro enemigo, la muerte.

La primera muerte fue en el Jardín del Edén cuando Dios mató un animal como el primer sacrificio de sangre (Génesis 3:21) –una imagen de lo que iba a venir en Jesucristo, el cordero de Dios, que quitaría el pecado del mundo. Jesucristo entró en la historia para pagar la pena por el pecado –para conquistar a nuestro enemigo, la muerte.

Al morir en la cruz y ser levantado de la muerte, Jesús conquistó la muerte y pagó la pena por el pecado. Aunque los millones de años de muerte antes del pecado no sean un asunto de la salvación per se, personalmente creo que este es realmente un ataque a la obra de Jesús en la cruz.

Reconocer que la obra de Cristo en la cruz derrotó a nuestro enemigo, la muerte, es crucial para entender las “buenas nuevas” del evangelio: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4).

Enraizados en Génesis

Todas las doctrinas bíblicas, incluyendo el evangelio mismo, están íntimamente enraizadas en el primer libro de la Biblia.

• Dios creó todo específicamente en los cielos y la tierra (Génesis 1:1).
• Dios creó únicamente al hombre y mujer a su imagen (Génesis 1:26-27).
• El matrimonio consiste en un hombre y una mujer de por vida (Génesis 2:24).
• El primer hombre y su mujer acarrearon el pecado al mundo (Génesis 3:1-24).
• Desde el principio Dios prometió un Mesías para salvarnos (Génesis 3:15).
• La muerte y el sufrimiento surgieron a causa del pecado original (Génesis 3:16-19).
• Dios fija las normas de la sociedad sobre lo bueno y lo malo (Génesis 6:5-6).
• El fin último de la vida es caminar con Dios (Génesis 6:9-10).
• Todas las personas pertenecen a una raza –la raza humana (Génesis 11:1-9).

Reclamaciones falsas

El 25 de noviembre de 2007, el New York Times publicó un artículo sobre el movimiento creacionista Bíblico moderno. El Museo de la Creación/Respuestas en Génesis recibió unas pocas menciones en el artículo. Sin embargo, quisiera tratar con una aseveración del artículo que, si la escritora hubiese hecho solo un poco de trabajo de recopilación, ¡habría encontrado que no era verdad!

La escritora, Hanna Rosin, afirma sobre el Museo de la Creación:

El museo proyecta el mensaje de que la creencia en una tierra joven es el único camino para la salvación. La falla en entender Génesis está literalmente “socavando toda la palabra de Dios”, dice en un video Ken Ham, el fundador de Respuestas en Génesis. El colapso del cristianismo, que se cree resulta de esa falla, se muestra en una serie de exhibidores: tiroteos en colegios, matrimonio homosexual, drogas, pornografía y embarazo adolescente. Al mismo tiempo, se presenta el literalismo bíblico como ciencia perfectamente defendible.

Note particularmente la aseveración: “la creencia en una tierra joven es el único camino para la salvación”. Incluso si un cristiano cree en una tierra antigua (y aún en la evolución teísta), debería saber que este tipo de argumento es absolutamente falso. La Biblia deja en claro que, concerniente a Jesucristo, “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Cuando el carcelero de Filipos, en Hechos 16:30 preguntó: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?”, Pablo y Silas (en versículo 31) replicaron: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”.

En Efesios 2:8-9 se nos dice claramente: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Y Jesucristo afirmó: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

Las enseñanzas del Museo de la Creación/Respuestas en Génesis

Cuando uno camina a través del Museo de la Creación, en ninguna parte siquiera se sugiere que “creer en una tierra joven es el único camino a la salvación”. De hecho, en el teatro donde se muestra el recorrido al clímax de las 7 C, las personas presencian un programa que se llama El último Adán. Esta es una de las más poderosas presentaciones del evangelio que alguna vez he visto. Este programa establece claramente el camino de la salvación –y no tiene relación alguna con creer en una tierra joven.

Como a menudo digo a las personas en mis conferencias, Romanos 10:9 afirma: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. Al declarar que “Jesús es el Señor”, uno está confesando que Cristo debe ser el Señor de nuestra vida –lo que significa arrepentirse del pecado y conocer quién es Cristo. ¡La Biblia no dice “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos –Y CREES EN UNA TIERRA JOVEN- serás salvo”!

Conclusiones

Así, debería ser obvio para cualquiera, aún para nuestros oponentes, que esta afirmación del New York Times es absolutamente falsa. Tristemente, he visto afirmaciones similares en otros artículos de prensa – y parece que no importa lo que escribimos en los artículos de la web, o cuán a menudo respondemos a esta acusación gratuita, muchos en la prensa continúan diseminando esta acusación falsa; ¡y uno tiene que preguntarse si éste es un intento deliberado para alejar a Respuestas en Génesis de la convivencia de la iglesia!

Pienso que una de las razones por las que escritores como Hanna Rosin hacen este tipo de aseveraciones es porque Respuestas en Génesis es muy categórico al presentar de forma autoritativa lo que la Biblia indica claramente. A veces las personas interpretan mal esta forma autoritativa de la manera en que lo hace Hanna Rosin. También es interesante que las personas que no concuerdan con nosotros a menudo toman de manera muy emocional la forma autoritativa en que presentamos la visión de la Creación Bíblica –¡ellos insisten dogmáticamente en que nosotros no podemos ser tan dogmáticos en lo que presentamos! Está bien para ellos el ser dogmáticos sobre lo que creen, y ser dogmáticos sobre lo que nosotros no deberíamos creer, ¡pero nosotros no podemos serlo!

Si uno tiene que aceptar lo que los científicos dicen sobre la edad de la tierra, la evolución, etcétera, ¿por qué no reinterpretar entonces la Resurrección de Cristo?

En mis conferencias, explico a las personas que creer en una tierra antigua no los dejará fuera del cielo si es que de verdad han “nacido de nuevo” como la Biblia define “nacido de nuevo”. Consecuentemente me preguntan “¿Por qué entonces AiG expone el asunto de la edad de la tierra –particularmente de una edad joven?”. La respuesta es que nuestro énfasis está en la autoridad de la Escritura. La idea de millones de años NO viene de la Biblia; viene de los falibles métodos humanos de datación basados en suposiciones. Si se emplean tales métodos falibles de datación para reinterpretar Génesis (por ejemplo, los días de la Creación), entonces estamos “abriendo la puerta”, ya sea para hablar o para enseñar a otros que no tienen que tomar la Biblia así como está escrita en el principio (por ejemplo, Génesis es narrativa histórica) – ¿Por qué entonces debería tomarla tal como está escrita en cualquier otra parte (por ejemplo, la Resurrección corporal de Cristo)? Si uno tiene que aceptar lo que los científicos dicen sobre la edad de la tierra, la evolución, etcétera, ¿por qué no reinterpretar entonces la Resurrección de Cristo? Después de todo, ningún científico secular acepta que un ser humano pueda levantarse de la muerte, así que la Resurrección debería ser reinterpretada para que solamente signifique “resurrección espiritual”.

El punto es que creer en una tierra joven en definitiva no afectará nuestra salvación, pero sí afectan las creencias de aquellos que influencian sobre cómo relacionarse con las Escrituras. Creemos que tal compromiso en la iglesia con los millones de años, la evolución Darwiniana, etcétera, ha contribuido grandemente a la erosión de los fundamentos Cristianos en la cultura.