La recta final: 33 semanas en la vida de un bebé no nacido

por Stacia McKeever noviembre 3, 2022
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Es el octavo mes del embarazo, y el término completo está cerca—y sin embargo ¡todavía tan distante para la madre! Con solo un mes más antes de que se le considere “término completo temprano” (a las 37 semanas de vida gestacional), probablemente la madre está muy lista para conocer a ese(a) pequeño(a) que ha estado alimentando en su vientre. Pero, aunque el bebé tiene el 99% de chance de sobrevivir con intervención médica apropiada si naciera en este momento, el bebé todavía tiene mucho trabajo por hacer antes de que esté completamente listo para su gran debut en el mundo de afuera.

Práctica de por vida después de nacido

En esta etapa del desarrollo, el bebé ya casi alcanza su altura de nacimiento, y mide alrededor de 43 cm, o cerca del largo de una rama de apio, una calabaza o un algodón de azúcar. El trabajo real es ganar peso. Con 4,2 libras, el bebé empezará a ganar cerca de media libra a la semana entre este punto y el parto.

Pero el bebé tiene que trabajar aparte de simplemente ganar peso. Por ocho meses el primer órgano del bebé, la placenta, ha venido haciendo todo lo posible por el bebé, pero la placenta se empezará a romper a las 42 semanas, y por ende el bebé necesita prepararse para nacer en unas pocas semanas y, con el nacimiento, la vida independiente de la placenta. Esto incluye practicar la chupada de los dedos y pasar alimentos en preparación para amamantarse con leche materna o con fórmula. El fluido amniótico que amortigua al bebé es perfecto para practicar, y el bebé tomará 16 onzas al día (y orinará), preparándose para alimentarse y también alistando su sistema gastrointestinal. El bebé también está dominando el “reflejo de búsqueda” para encontrar alimento, volteando la cabeza y abriendo la boca en respuesta al toque de su mejilla.

Los huesos del bebé son más blandos que los de un adulto y están sin fusionar, lo que le permitirá al bebé pasar por el canal de parto en unas semanas. El bebé ahora puede diferenciar entre el día y la noche, cerrando los ojos cuando duerme y abriéndolos cuando está despierto.

33 semanas de vida

Modelo de la exposición y del libro “Fearfully and Wonderfully Made” del Creation Museum (Museo de la Creación)

Desarrollo del sistema inmunológico

El bebé ha alcanzado un hito importante en su historia—él (o ella) tiene un sistema inmunológico a medida que los anticuerpos de su madre pasan al bebé, con más anticuerpos por venir a medida que el bebé continúa desarrollándose en el vientre. ¡Y esto no termina al completar el término!1

Durante un parto vaginal, la bacteria saludable del microbioma de la madre recubre al bebé, añadiendo a su sistema inmunológico y poblando el intestino con el comienzo de su propio microbioma. Es por eso que muchos médicos recomiendan ahora demorar el primer baño de 6 a 20 horas para darle a la bacteria tiempo de “establecerse” (¡Esto puede sonar asquiento, pero es importante para el bebé!).

Y si la madre amamanta a su bebé, el bebé recibe aún más anticuerpos, protegiéndolo a él o a ella en un ambiente fuera del vientre que no es aséptico. Dios realmente pensó en todo para proteger la vida en un mundo que está quebrantado, y ahora sufre de dolencias y enfermedades, por nuestro pecado.

La maravilla de una libra

Tal y como lo mencioné anteriormente, la placenta es el salvavidas del bebé hasta que nace. Este órgano en forma de disco de 20 a 23 cm y una libra de peso funciona como pulmones, riñones, sistema inmunológico y glándula endocrina del bebé.

La placenta es el primer órgano que el bebé desarrolla. Durante la fecundación, el espermatozoide del padre y la célula del óvulo de la madre se unen, creando instantáneamente una persona totalmente nueva, hecha a imagen de Dios.

Ese óvulo fecundado se divide entonces en dos células; una se convierte en la placenta y la otra es el bebé, e inmediatamente esa placenta en desarrollo empieza a trabajar.

Antes de que la madre note que hay un bebé en su vientre, la placenta en desarrollo empieza a producir hormonas para alertar al cuerpo que el revestimiento del útero (el endometrio) necesita alistarse para que un bebé se implante. Tristemente, en esta etapa del desarrollo, muchas mujeres pueden haberse tomado una “píldora del día después'' (por ejemplo, Plan B), la cual, entre otras cosas, puede alterar el endometrio para hacerlo inhabitable para esta nueva y pequeña vida, generalmente resultando en la muerte del bebé en desarrollo.

Alrededor del día 5 de vida, las células en desarrollo de la placenta se unen, creando una célula (trofoblasto sincicial) y después “invade” la pared del útero, implantando el bebé en el vientre. Pero la placenta no es parte del cuerpo de la madre—es creada por el bebé y contiene el ADN del bebé. La forma en que puede implantarse en el cuerpo de la madre sin ser atacada por su sistema inmunológico es todavía un misterio, pero saber esto derrota completamente el argumento de “mi cuerpo, yo escojo”—el bebé no es una extensión del cuerpo de la madre sino, en vez de eso, es una persona genéticamente distinta y totalmente única quien debe ser protegido del sistema inmunológico de su madre por la increíble placenta.

A medida que la placenta se implanta, penetra las paredes de varias arterias uterinas, trayendo la sangre que da vida a la mamá en cercano contacto con la sangre del bebé (una vez que el bebé haya desarrollado un sistema circulatorio). Esto “remodela” las arterias y los vasos sanguíneos “de un sistema altamente resistente—alta presión con paredes firmes y musculares—a un sistema de baja resistencia para poder facilitar el flujo de sangre de la madre a la placenta”.2

Como la superficie total de la placenta está cubierta en una célula gigante y sin costura (¡con un tamaño de cerca de 30,5 metros cuadrados!), la sangre de la madre nunca se mezcla con la sangre del bebé. En vez de eso, la placenta filtra nutrientes, gases, hormonas, electrolitos, y anticuerpos de la sangre de la madre para el bebé y filtra productos de desecho de la sangre del bebé para que la madre se deshaga de ellos.

A través del embarazo, la placenta continúa enviando señales hormonales a la madre que le dejan saber lo que debe hacer para mantener un embarazo saludable e inclusive cuándo prepararse para amamantar al bebé.3 Una vez la placenta es expulsada, el cuerpo de la madre sabe que es hora de incrementar la producción de leche porque el bebé nació y está hambriento de calostro (la primera leche materna) que está lleno de nutrientes y, en unos pocos días, la leche materna completa.

¡Qué órgano tan increíble!

“¡Pensaron en todo!”

A medida que me preparo para el nacimiento de nuestro cuarto hijo (tengo 31 semanas de embarazo en este momento), he estado viendo videos de embarazo, parto y postparto en YouTube. En un video que describe lo increíble que es todo el proceso del crecimiento del bebé, una enfermera de parto terminó su video diciendo algo como esto, “Quien sea que fuere responsable de este proceso—pues bien, es increíble y muy asombroso. ¡Pensaron en todo!” Ella estaba tan cerca de reconocer la verdad del Creador y sin embargo le dio vagamente crédito a un “alguien” nebuloso por ahí. Pero el proceso total de desarrollar a un bebé es tan complejo que habla de la verdad que la Palabra de Dios dice acerca de ello:

Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas. (Salmo 139:13-16)

Referencias y Notas

  1. Lars A. Hanson et al., “The Transfer of Immunity from Mother to Child,” Ann N Y Acad Sci 987 (April 2003): 199–206, https://doi.org/10.1111/j.1749-6632.2003.tb06049.x.
  2. Nicole Levine, “Five Things We Know About the Placenta—and a Few We Wish We Did,” Cedars Sinai, February 12, 2021, https://www.cedars-sinai.org/discoveries/placenta.html.
  3. Liat Ben-Senior, “10 Amazing Facts About the Placenta,” Parent’s Guide to Cord Blood, October 2020, https://parentsguidecordblood.org/en/news/10-amazing-facts-about-placenta.

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