¿En ocasiones has escuchado alguna de estas reclamaciones? A través de los años, las hemos escuchado todas—pero todas son falsas, o implican una falsedad.
Reclamaciones comunes por no cristianos:
La ciencia prueba que la Biblia está equivocada.
La evolución es una ciencia, pero la Biblia es una religión.
Los evolucionistas creen en la ciencia, pero los creacionistas rechazan la ciencia.
Reclamaciones comunes por cristianos:
Yo creo en la Biblia sobre la ciencia.
El creacionismo es una religión, pero la evolución es una religión también.
Los creacionistas creen en la Biblia pero rechazan la ciencia.
Lo que la Biblia dice sobre el principio no puede ser probado en un laboratorio, así que científicos seculares—y hasta algunos cristianos creen que no es ciencia y que tiene que ser clasificada como religión.
Científicos seculares reclaman que su punto de vista sobre el principio (evolución) puede ser probada en un laboratorio, entonces su punto de vista es científico. Por ejemplo, ellos apuntan a mutaciones de la mosca de la fruta o a la especiación observada en el campo (como nuevas especies de mosquitos o peces).
Pero aquí es donde muchas personas están confundidas—que se entiende por “ciencia” o algo “científico.”
Es de ayuda distinguir entre la ciencia operacional y la ciencia de los orígenes, y comparar como cada una busca encontrar la verdad.
Antes de que nos veamos atrapados en un debate sobre si la Biblia o la evolución son científicas, hemos aprendido a preguntar “¿Podría por favor definir a qué se refiere por ciencia?” La respuesta usualmente demuestra dónde está el verdadero problema.
Las personas generalmente están inconscientes de que los diccionarios dan una definición de la raíz, o etimología, de ciencia similar a esta del diccionario Webster: “del latin scientĭa, ‘conocimiento’, del participio presente scire ‘saber.’”
La mayoría de los diccionarios dan la siguiente definición de la palabra: “el estado de conocer: conocimiento a diferencia de la ignorancia o un malentendido.”
Aunque hay otros usos para la palabra, el significado de la raíz de la palabra ciencia es básicamente “conocimiento.” De hecho, en el pasado, filosofía y teología eran consideradas ciencias, y teología hasta era llamada la “reina de las ciencias.”
Pero en los últimos 200 años, durante la llamada Revolución Científica, la palabra ciencia ha llegado a significar un método de conocer, una forma de descubrir verdad. Además, mucha gente asume que la única forma de descubrir la verdad es a través de la ciencia moderna.
Para ayudar a aclarar la confusión, hemos encontrado que es útil distinguir entre dos tipos de la ciencia moderna, y comparar cómo cada una busca encontrar la verdad:
La Ciencia Operacional usa experimentos observables, y repetibles para tratar de encontrar la verdad. La ciencia de los orígenes se basa en réplicas del pasado y registros históricos para tratar de encontrar la verdad.
Entonces, por ejemplo, ¿cómo se formó el gran cañón? ¿Se formó gradualmente durante largos periodos de tiempo por poca agua, o se formó rápidamente por mucha agua? La primera interpretación se basa en una suposición secular de cambios lentos durante millones de años, mientras que la secunda interpretación se basa en suposiciones bíblicas sobre cambios rápidos durante el diluvio de Noé.
En este punto, la mayoría de la gente se da cuenta de que el debate no es sobre la ciencia operacional, la cual está basada en el presente. El debate es sobre la ciencia del origen y las suposiciones conflictivas, o creencias, sobre el pasado.
La evolución de molécula—a—hombre es una creencia del pasado. Asume, sin observación, que procesos naturales y mucho tiempo son suficientes para explicar el origen y diversificación de la vida.
Por supuesto, los científicos evolucionistas pueden probar sus interpretaciones usando la ciencia operacional. Por ejemplo, los evolucionistas apuntan a selección natural y especiación que son observables hoy en día. Los científicos creacionistas hacen las mismas observaciones, pero reconocen que el cambio tiene límites y nunca ha sido observado un cambio de un género a otro.
Los científicos creacionistas y evolucionistas ambos tienen componentes religiosos (o de fe) en sus modelos científicos sobre los orígenes. Sin embargo, ambos tipos de científicos son igualmente capaces de desarrollar tanto la ciencia operacional como la ciencia de origen. La ciencia operacional, ya sea, desarrollado por un evolucionista o un creacionista, ha beneficiado a la humanidad de muchas maneras, en especial, a través de la tecnología. Los creacionistas han contribuido en gran medida a esta área de la ciencia, incluyendo los físicos del siglo XIX Michael Faraday y James Clerk Maxwell, y más recientemente el Dr. Raymond Damadian, que inventó la proyección de imagen de resonancia magnética utilizados por los médicos (ver aquí). En cuanto a la ciencia de origen, los creacionistas están descubriendo muchas cosas que hacen honor a la sabiduría del Creador y confirman la historia bíblica.
Hasta recientemente, muchos geólogos han usado estudios de la erosión y sedimentación de los ríos para explicar cómo las capas de rocas sedimentarias fueron formadas o erosionadas lentamente a través de millones de años. Pero en las últimas décadas, hasta los científicos seculares han empezado a reconocer que procesos catastróficos son una mejor explicación para muchas de las capas de las rocas.
También durante este tiempo, los geólogos creacionistas han identificado evidencia que apunta a la formación catastrófica de la mayoría del récord de las rocas durante el diluvio global en los días de Noé.
Las observaciones del presente nos ayudan a considerar las posibles causas de los eventos del pasado, tales como la formación del gran cañón. Pero la ciencia operacional no nos puede decir con certeza qué pasó en realidad en el pasado.
Después de que explicamos estos dos tipos de ciencias, la gente generalmente empieza a reconocer los posibles problemas con la declaración: “La evolución es una ciencia, pero la Biblia es una religión.” La evolución de moléculas-a-hombre no es probada por ciencia operacional; en lo contrario, es una creencia sobre el pasado basada en suposiciones anti bíblicas.
En lo contrario, la Biblia es testigo del Creador, que nos dice qué ocurrió para producir la tierra, los diferentes géneros de vida, los fósiles, las capas de roca, y de hecho el universo entero. La Biblia nos da la verdadera “gran imagen” sobre las suposiciones de la ciencia del origen.
Por tanto, creacionistas y evolucionistas desarrollan reconstrucciones totalmente diferentes de la historia. Pero aceptan y utilizan los mismos métodos de investigación en la ciencia de origen y la operacional. Las conclusiones diferentes acerca de los orígenes provienen de diferentes supuestos de partida, y no de los métodos mismos de investigación.
Así, la batalla entre la Biblia y la evolución de moléculas-a-hombre no es uno que sea entre la religión y la ciencia. Más bien, se trata de un conflicto entre cosmovisiones-- el punto de partida de las hipótesis creacionistas (la cosmovisión bíblica) y el punto de partida de las hipótesis evolucionistas (la cosmovisión anti bíblica).
La próxima vez que alguien utilice la palabra ciencia en relación con la controversia creación vs. evolución, pídele primero que defina lo que quiere decir. Sólo entonces podrás tener un debate fructífero sobre los orígenes.
Seamos claros; el conocimiento acertado (la verdad) sobre la realidad física puede ser descubierto por ambos métodos el de la ciencia operacional y el de la ciencia de origen. Pero las pretensiones de verdad en ambas áreas pueden ser falsas. Muchos de los "hechos probados" (declaraciones de supuesta verdad) acerca de cómo funcionan las cosas (en la física, la química, la medicina, etc.), así como acerca de cómo se originaron las cosas (en la biología, la geología, la astronomía, etc.) han sido o serán demostrados ser falsos. Por tanto, en cuanto podamos, debemos ser como los de Berea de Hechos 17:11 y examinar cada pretensión de verdad en contra de las Escrituras y buscar la lógica defectuosa o suposiciones falsas.
Hay muchas maneras de probar la exactitud de la cosmovisión bíblica en contra del ateísmo naturalista (cosmovisión que controla la mayoría de las investigaciones de los orígenes). Cuando nuestra investigación se basa en verdades bíblicas sobre el pasado, encontramos que nuestras interpretaciones de los hechos biológicos y geológicos le dan sentido a lo que vemos en el mundo real, mientras que las interpretaciones evolutivas no encajan realmente lo que vemos.
Veamos un ejemplo: la Biblia dice que Dios creó grupos distintos de animales “según su género” (Génesis 1). A partir de esta verdad de la Biblia como una de nuestras hipótesis, se esperaría observar animales divididos en distintos grupos o géneros. Los creacionistas postulan que nuestro Dios creador coloca variabilidad fenomenal en los genes de cada género, para que haya considerable variedad dentro de cada género. Pero el mecanismo pre programado para la variación dentro del mismo género nunca podría cambiar un género a otro diferente, como lo afirman los evolucionistas y lo requiere su sistema de creencias.