Si los días de la creación son realmente edades geológicas de millones de años, entonces el mensaje del evangelio se ve socavado en su fundamento porque pone la muerte, la enfermedad, los espinos y el sufrimiento antes de la Caída. El esfuerzo por definir “días” como “edades geológicas” es el resultado de un enfoque erróneo de las Escrituras reinterpretando la Palabra de Dios sobre la base de las teorías falibles de las personas pecaminosas.
Es un buen ejercicio leer Génesis 1 y tratar de poner a un lado las influencias externas que pueden hacer que tengas una idea predeterminada de lo que puede significar la palabra “día”. Sólo deja que las mismas palabras del pasaje te hablen.
Tomando Génesis 1 de esta manera, al pie de la letra, dice sin duda que Dios creó el universo, la tierra, el sol, la luna y las estrellas, las plantas y los animales, y las dos primeras personas dentro de seis días ordinarios (aproximadamente 24 horas). Siendo realmente sincero, tendrías que admitir que nunca podrías tener la idea de millones de años leyendo este pasaje.
La mayoría de los cristianos (incluyendo muchos líderes cristianos) en el mundo occidental, no insisten en que los días de la creación fueron días de duración ordinaria, sino que muchos de ellos aceptan y enseñan, basándose en influencias externas, que deben haber sido largos períodos de tiempo, hasta millones o miles de millones de años.
Por lo tanto, Dios puede revelarle cosas al hombre y el hombre puede comunicarse con Dios, porque las palabras tienen un significado y transmiten un mensaje comprensible. Si esto no fuera así, ¿cómo podríamos comunicarnos unos con otros o con Dios?
Romanos 3:4 declara: “antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso”.
En cada instancia donde alguien no ha aceptado los “días” de la creación como días ordinarios, no han permitido que las palabras de las Escrituras les hablen en contexto, como el lenguaje requiere para la comunicación. Han sido influenciados por ideas externas a las Escrituras. Por lo tanto, se ha establecido un precedente que podría permitir que cualquier palabra sea reinterpretada por las ideas preconcebidas de la persona que las lea. Al fin, esto conducirá a un colapso de la comunicación, ya que las mismas palabras en el mismo contexto podrían significar cosas diferentes para diferentes personas.
La mayoría de los padres fundadores de la iglesia aceptaron los días de la creación como días ordinarios.1 Es cierto que algunos de los primeros padres fundadores de la iglesia no enseñaron los días de la creación como días ordinarios, pero muchos de ellos habían sido influenciados por la filosofía griega, lo que les hizo interpretar los días como alegóricos. Ellos razonaron que los días de la creación estaban relacionados con las actividades de Dios y que Dios siendo eterno significaba que los días no podían relacionarse con el tiempo humano.2 A diferencia de los alegorizadores de hoy, no podían aceptar que Dios tardara hasta seis días.
Por lo tanto, los días no literales resultaron de influencias extrabíblicas (es decir, influencias externas a la Biblia), no de las palabras de la Biblia.
Este enfoque ha afectado la forma en que las personas interpretan las Escrituras hasta el día de hoy. Como dijo el hombre que comenzó la Reforma:
Los días de la creación fueron días ordinarios de duración. Debemos entender que estos días eran días reales (veros dies), contrario a la opinión de los Santos Padres. Cada vez que observamos que las opiniones de los Padres están en desacuerdo con las Escrituras, reverencialmente las soportamos y reconocemos que son nuestros mayores. Sin embargo, no nos apartamos de la autoridad de las Escrituras por su bien.3
Una y otra vez, tales líderes admiten que Génesis 1, tomado de manera directa, parece enseñar seis días ordinarios. Pero luego dicen que esto no puede ser debido a la edad del universo o alguna otra razón extrabíblica.
Considera las siguientes citas representativas de los eruditos de la Biblia que se consideran conservadores pero que no aceptan los días de la creación como días de duración ordinaria:
De una lectura superficial de Génesis 1, parece que la impresión es que todo el proceso creativo tuvo lugar en seis días de veinticuatro horas. ... Esto parece ir en contra de la investigación científica moderna, que indica que el planeta Tierra fue creado hace varios miles de millones de años.4
Hemos mostrado la posibilidad de que Dios haya formado la Tierra y su vida en una serie de días creativos que representan largos períodos. En vista de la aparente edad de la Tierra, esto no sólo es posible, es probable.5
Es como si estos teólogos vieran la “naturaleza” como un “67º libro de la Biblia”, aunque con más autoridad que los 66 libros escritos. Más bien, deberíamos considerar las palabras de Carlos Haddon Spurgeon, el renombrado “príncipe de los predicadores”, en 1877:
Estamos invitados, hermanos, con toda seriedad a alejarnos de la antigua creencia de nuestros antepasados debido a los supuestos descubrimientos de la ciencia. ¿Qué es la ciencia? El método por el cual el hombre trata de ocultar su ignorancia. No debería ser así, pero así es. No debes ser dogmático en teología, mis hermanos, es malvado; pero para hombres científicos es lo correcto. Nunca debes afirmar nada fuertemente; pero los científicos pueden afirmar audazmente lo que no pueden probar, y pueden exigir una fe mucho más crédula que la que poseemos. De hecho, tú y yo debemos tomar nuestras Biblias y dar forma y moldear nuestra creencia de acuerdo con las enseñanzas en constante cambio de los llamados hombres científicos. ¡Qué locura es esto! Pues la marcha de la ciencia, cual es falsamente llamada así, puede ser trazada a través del mundo por falacias explosivas y terorías abandonadas. Antiguos exploradores que una vez fueron adorados ahora son ridiculizados; la demolición continua de falsas hipótesis es una cuestión de notoriedad universal. Se puede dar cuenta dónde acamparon los aprendices por los restos que dejaron de suposiciones y teorías tan abundantes como las botellas rotas.6
Aquellos que usarían la ciencia histórica (como lo proponen personas que, generalmente, ignoran la revelación escrita de Dios) para interpretar la Biblia, para enseñarnos cosas acerca de Dios, tienen los asuntos al revés. Debido a que somos criaturas caídas y falibles, necesitamos la Palabra escrita de Dios, iluminada por el Espíritu Santo, para entender adecuadamente la historia natural. El respetado teólogo sistemático Berkhof dijo:
Desde la entrada del pecado en el mundo, el hombre puede obtener conocimiento verdadero acerca de Dios a partir de su revelación general solo si lo estudia a la luz de las Escrituras, en el cual los elementos de la autorrevelación original de Dios, que fueron oscurecidos y pervertidos por la plaga del pecado, son republicados, corregidos e interpretados. ... Algunos están inclinados a hablar de la revelación general de Dios como una segunda fuente; pero esto no es correcto en vista del hecho de que la naturaleza solo puede entrar en consideración cuando se interpreta a la luz de las Escrituras.7
En otras palabras, los cristianos deben construir su pensamiento sobre la Biblia, no sobre la ciencia.
¿Qué nos dice la Biblia acerca del significado del “día” en Génesis 1? Una palabra puede tener más de un significado, dependiendo del contexto. Por ejemplo, la palabra “día”en español puede tener varios significados diferentes. Por ejemplo, considera la siguiente frase: “En los días de mi abuelo, tomaba 12 días para conducir por el país durante el día”.
Aquí la primera aparición de “día”significa “tiempo o época” en un sentido general. El segundo “día”, donde se usa un número, se refiere a un día ordinario, y el tercero se refiere a la porción de luz del día de un período de 24 horas. El punto es que las palabras pueden tener más de un significado, dependiendo del contexto.
Para entender el significado de “día”en Génesis 1, necesitamos determinar cómo se usa la palabra hebrea para “día”yôm, en el contexto de las Escrituras. Considera lo siguiente:
El Dr. Santiago Barr (profesor regio del Hebreo en la Universidad de Oxford), que no cree que el Génesis sea la verdadera historia, admitió sin embargo, en lo que respecta al lenguaje de Génesis 1, que
Por lo que yo sé, no hay ningún profesor del Hebreo o del Antiguo Testamento en ninguna universidad de clase mundial que no crea que el (los) escritor(es) de Génesis 1-11 tengan la intención de transmitir a sus lectores las ideas de que (a) la creación se llevó a cabo en una serie de seis días que fueron los mismos que los días de 24 horas que ahora experimentamos (b) las figuras contenidas en las genealogías del Génesis proporcionaron por simple adición una cronología desde el comienzo del mundo hasta etapas posteriores en la historia bíblica (c) el Diluvio de Noé se entendía que era mundial y extinguió toda la vida humana y animal excepto las que estaban en el arca.16
De la misma manera, el profesor liberal del siglo IXX Marcus Dods, New College, Edimburgo, dijo:
Si, por ejemplo, la palabra “día” en estos capítulos no significa un período de veinticuatro horas, la interpretación de las Escrituras es inútil.17
En los días de Martín Lutero, algunos de los padres fundadores de la iglesia decían que Dios creó todo en un solo día o en un instante. Martin Luther escribió:
Cuando Moisés escribe que Dios creó el Cielo y la Tierra y todo lo que hay en ellos en seis días, acceda que este período continúe siendo de seis días y no se atreva a inventar ningún comentario según el cual seis días fueron un día. Pero, si no puede entender cómo se pudo haber hecho esto en seis días, entonces conceda al Espíritu Santo el honor de ser más sabio que usted. Porque debe tratar con las Escrituras de tal manera que tengan en cuenta que Dios mismo dice lo que está escrito. Pero dado que Dios está hablando, no es apropiado que usted vuelva voluntariosamente a su Palabra buscando la dirección que desea ir.18
De manera similar, Juan Calvino declaró: “Aunque la duración del mundo, que ahora está disminuyendo hasta su fin último, aún no ha alcanzado los seis mil años. ... El trabajo de Dios se completó no en un momento, sino en seis días.”19
Lutero y Calvino fueron el respalde de la Reforma Protestante que llamó a la iglesia de regreso a las Escrituras: Sola Scriptura. Ambos hombres se mantuvieron firmes en que Génesis 1 enseña seis días ordinarios de la creación, sólo hace miles de años atrás.
Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá. Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó (Éxodo 31:15-17).
Entonces Dios le dio a Moisés dos tablas de piedra sobre las cuales estaban escritos los mandamientos de Dios, escritos con el dedo de Dios (Éxodo 31:18).
Debido a que Dios es infinito en poder y sabiduría, no hay duda de que podría haber creado el universo y su contenido en muy poco tiempo, o seis segundos, o seis minutos, o seis horas; después de todo, con Dios nada es imposible (Lucas 1:37).
Sin embargo, la pregunta es: “¿Por qué Dios tomó tanto tiempo? ¿Por qué tanto como seis días?” La respuesta también se encuentra en Éxodo 20:11, y esa respuesta es la base del Cuarto Mandamiento:
Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
La semana de siete días no tiene ninguna base fuera de las Escrituras. En este pasaje del Antiguo Testamento, Dios ordena a su pueblo, Israel, que trabaje durante seis días y descanse por uno; así dando una razón por la cual él deliberadamente demoró seis días para crear todo. Él dio el ejemplo para el hombre. Nuestra semana está modelada según este principio. Ahora, si creó todo en seis mil (o seis millones de) años, seguido por un descanso de mil o un millón de años, entonces tendríamos una semana realmente interesante.
Algunos dicen que Éxodo 20:11 es sólo una analogía en el sentido de que el hombre debe trabajar y descansar, no es que signifique seis días ordinarios literales seguidos por un día ordinario literal. Sin embargo, los eruditos bíblicos han demostrado que este mandamiento “no usa la analogía o el pensamiento arquetípico, sino que su énfasis es establecido en términos de la imitación de Dios o un precedente divino que debe seguirse”.20 En otras palabras, tenía que ser seis días literales de trabajo, seguidos de un día literal de descanso, así como Dios trabajó durante seis días literales y descansó durante uno.
Algunos han argumentado que “los cielos y la tierra” son solo la tierra y quizás el sistema solar, no el universo entero. Sin embargo, este versículo dice claramente que Dios hizo todo en seis días, seis días ordinarios consecutivos, al igual que el mandamiento en el versículo anterior de trabajar durante seis días ordinarios consecutivos.
La frase “los cielos y la tierra” en las Escrituras es un ejemplo de una figura retórica llamada merismo, donde dos opuestos se combinan en un concepto único que lo abarca todo, en este caso la totalidad de la creación. Un análisis lingüístico de las palabras “los cielos y la tierra” en las Escrituras muestra que se refieren a la totalidad de toda la creación (los Hebreos no tenían una palabra para “universo”). Por ejemplo, en Génesis 14:19, Dios es llamado “creador de los cielos y la tierra”. En Jeremías 23:24, Dios habla de sí mismo como llenando “el cielo y la tierra”. Ver también Génesis 14:22; 2 Reyes 19:15; 2 Crónicas 2:12; Salmos 115:15, 121:2, 124:8, 134:3, 146:6; e Isaías 37:16.
Por lo tanto, no hay ninguna garantía escritural para restringir Éxodo 20:11 a solo la tierra y su atmósfera o el sistema solar. Así que Éxodo 20:11 muestra que todo el universo fue creado en seis días ordinarios.
Como los días de la creación son días ordinarios de duración, al sumar los años en las Escrituras (suponiendo que no haya lapsos en las genealogías21), la edad del universo es de sólo unos seis mil años .22
La “ciencia” ha demostrado que la tierra y el universo tienen billones de años; por lo tanto, los “días” de la creación deben ser períodos largos (o períodos indefinidos) de tiempo.
La Biblia deja claro24 que la muerte, el derramamiento de sangre, las enfermedades, las espinas y el sufrimiento son consecuencia del pecado.25 En Génesis 1:29 y 30, Dios les dio plantas a Adán y Eva y a los animales para comer (esto es leer Génesis al pie de la letra, como historia literal, como lo hizo Jesús en Mateo 19:3-6). De hecho, hay una distinción teológica entre animales y plantas. Los seres humanos y los animales superiores se describen en Génesis 1 como teniendo un nephesh, o principio de vida (esto es cierto de al menos los animales terrestres vertebrados, así como las aves y los peces: Génesis 1:20, 24.) Las plantas no tienen esta nephesh; no están “vivas” en el mismo sentido en que lo están los animales. Fueron dadas por comida.
Al hombre se le permitió comer carne sólo después del Diluvio (Génesis 9:3). Esto hace que sea obvio que las declaraciones en Génesis 1:29 y 30 pretenden informarnos que el hombre y los animales eran vegetarianos al principio. Además, en Génesis 9:2, se nos habla de un cambio que Dios aparentemente hizo en la forma en que los animales reaccionan ante el hombre.
Dios le advirtió a Adán en Génesis 2:17 que si comiera del “árbol de la ciencia del bien y del mal”, él “moriría”. La gramática hebrea en realidad significa, “muriendo, morirás”. En otras palabras, sería el comienzo de un proceso de muerte física (ver Génesis 3:19). También implicó claramente la muerte espiritual (separación de Dios).
Después de que Adán desobedeció a Dios, el Señor vistió a Adán y Eva con “túnicas de pieles” (Génesis 3:21).26 Para hacer esto, debe haber matado y derramado la sangre de por lo menos un animal. La razón de esto puede resumirse por Hebreos 9:22:
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Dios requiere el derramamiento de sangre para la remisión de los pecados. Lo que sucedió en el huerto fue una imagen de lo que vendría en Jesucristo, quien derramó su sangre en la cruz como el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo (Juan 1:29).
Ahora bien, si el Huerto del Edén estuviera sentado sobre un registro fósil de cosas muertas de hace millones de años, entonces se derramó sangre antes del pecado. Esto destruiría los cimientos de la Expiación. La Biblia es clara: el pecado de Adán trajo muerte y sufrimiento al mundo. Como Romanos 8:19-22 nos dice, toda la creación “gime” por los efectos de la caída de Adán, y la creación será liberada ”de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Romanos 8:21). Además, tenga en cuenta que los espinos surgieron después de la Maldición. Debido a que hay espinos en el registro fósil, tuvieron que formarse después de que Adán y Eva pecaron.
El pronunciamiento de la pena de muerte en Adán fue tanto una maldición como una bendición. Una maldición porque la muerte es horrible y continuamente nos recuerda la fealdad del pecado; una bendición porque significaba que las consecuencias del pecado, la separación del compañerismo con Dios, no necesita ser eterna. La muerte detuvo a Adán y sus descendientes de vivir en un estado de pecado, con todas sus consecuencias, para siempre. Y debido a que la muerte era la pena justa por el pecado, Jesucristo sufrió la muerte física, derramando su sangre, para liberar a los descendientes de Adán de las consecuencias del pecado. El apóstol Pablo analiza esto en profundidad en Romanos 5 y 1 Corintios 15.
Apocalipsis 21-22 deja en claro que habrá un “nuevo cielo y una nueva tierra” un día, donde “no habrá más muerte” y “no habrá más maldición”, como lo fue antes de que el pecado lo cambiara todo. Si ha de haber animales como parte de la nueva tierra, obviamente no morirán ni comerán otros animales, ¡ni comerán a las personas redimidas!
Por lo tanto, agregar los supuestos millones de años a las Escrituras destruye los fundamentos del mensaje de la cruz.
Según Génesis 1, el sol no se creó hasta el día 4. ¿Cómo podría haber día y noche (días ordinarios) sin el sol durante los primeros tres días?
¿De dónde vino la luz? No se nos dice27, pero Génesis 1:3 ciertamente indica que fue una luz creada para proporcionar el día y la noche hasta que Dios hizo el sol en el día 4 para gobernar el día. Apocalipsis 21:23 nos dice que un día el sol no será necesario porque la gloria de Dios iluminará la ciudad celestial.
Quizás una de las razones por las que Dios lo hizo de esta manera fue para ilustrar que el sol no tenía la prioridad en la creación como las personas tendían a darle. El sol no dio a luz a la tierra como postulan las teorías evolucionistas; el sol fue la herramienta creada por Dios para gobernar el día que Dios había hecho (Génesis 1:16).
A través de las edades, personas como los egipcios han adorado al sol. Dios advirtió a los israelitas, en Deuteronomio 4:19, de no adorar al sol como lo hicieron las culturas paganas a su alrededor. Se les ordenó adorar al Dios que hizo el sol, no al sol que fue hecho por Dios.
Las teorías evolucionistas (la hipótesis del Big Bang por ejemplo) afirman que el sol vino antes que la tierra y que la energía del sol en la tierra eventualmente dio origen a la vida. Al igual que en las creencias paganas, el sol, en cierto sentido, recibe el crédito por la maravilla de la creación.
Es interesante contrastar las especulaciones de la cosmología moderna con las escrituras del padre de la iglesia primitiva Teófilo:
En el cuarto día, las luminarias comenzaron a existir. Y en la omnisencia y soveranía de Dios, entendió las tonterías de los filósofos necios que iban a decir que las cosas producidas en la Tierra provenían de las estrellas, para que pudieran dejar de lado a Dios. Para que la verdad pueda ser demostrada, las plantas y las semillas comenzaron a existir antes que las estrellas. Porque lo que entra en existencia después no puede causar lo que vino anteriormente.28
En 2 Pedro 3:8 declara que “para con el Señor un día es como mil años”, entonces los días de la creación pueden ser largos períodos de tiempo.
Insistir en seis días solares para la creación limita a Dios, mientras que permitirle a Dios billones de años no lo limita.
En realidad, insistir en seis días ordinarios de la rotación terrestre de la creación no es limitar a Dios, sino limitarnos a creer que Dios realmente hizo lo que nos dice en su Palabra. Además, si Dios creó todo en seis días, como dice la Biblia, entonces seguramente revela el poder y la sabiduría de Dios de una manera profunda: Dios Todopoderoso no necesitaba eones de tiempo. Sin embargo, el caso de billones de años disminuye a Dios al sugerir que la mera casualidad podría crear cosas o que Dios necesitaba grandes cantidades de tiempo para crear cosas; esto limitaría el poder de Dios al reducirlo a explicaciones naturalistas.
Adán no pudo haber logrado todo lo que la Biblia declara en un día (día 6). Él no podría haber nombrado a todos los animales, por ejemplo; no hubo suficiente tiempo.
Adán no tuvo que nombrar a todos los animales, sólo a los que Dios le trajo. Por ejemplo, se le ordenó a Adán que nombrara “toda bestia del campo” (Génesis 2:20), no “bestia de la tierra” (Génesis 1:25). La frase “bestia del campo” es muy probablemente un subconjunto del grupo más grande “bestia de la tierra”. Él no tuvo que nombrar “todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:25) o cualquiera de las criaturas marinas. Además, el número de “géneros” sería mucho menor que el número de especies en la clasificación de hoy.
Cuando los críticos dicen que Adán no pudo nombrar a los animales en menos de un día, lo que realmente quieren decir es que no entienden cómo ellos podrían hacerlo, entonces tampoco Adán pudo. Sin embargo, nuestro cerebro ha sufrido de 6 000 años de la Maldición: se ha visto muy afectado por la Caída. Antes del pecado, el cerebro de Adán era perfecto.
Cuando Dios creó a Adán, debe haberlo programado con un lenguaje perfecto. Hoy en día programamos computadoras para “hablar” y “recordar”. ¿Cuánto más pudo nuestro Dios Creador haber creado a Adán como un ser humano maduro (no nació como un bebé que necesita aprender a hablar), teniendo en su memoria un lenguaje perfecto con una comprensión perfecta de cada palabra? (Es por eso que Adán entendió lo que Dios quiso decir cuando dijo que “moriría” si desobedecía, aunque no había visto ninguna muerte) Adán también pudo haber tenido una memoria “perfecta” (algo así como una memoria fotográfica, tal vez).
No habría sido ningún problema para este primer hombre perfecto inventar palabras y nombrar los animales que Dios le trajo y recordar los nombres, en mucho menos de un día.30
Génesis 2 es una cuenta diferente de la creación, con un orden diferente, entonces, ¿cómo se puede aceptar el primer capítulo como la enseñanza de seis días literales?
En realidad, Génesis 2 no es un accontecimiento diferente de la creación. Es un accontecimiento más detallado del día 6 de la creación. El capítulo 1 es una visión general de toda la creación; el capítulo 2 brinda detalles acerca de la creación del huerto, el primer hombre y sus actividades en el día 6.31
Entre la creación de Adán y la creación de Eva, la versión Reina Valera dice: “Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos” (Génesis 2:19). Esto parece decir que las bestias terrestres y los pájaros fueron creados entre la creación de Adán y Eva. Sin embargo, los eruditos judíos no reconocieron ningún conflicto con el relato en el capítulo 1, donde Adán y Eva fueron creados después de las bestias y las aves (Génesis 1:23-25). No hay contradicción, porque en Hebreo el tiempo preciso de un verbo está determinado por el contexto. Está claro del capítulo 1 que las bestias y las aves fueron creados antes de Adán, entonces los eruditos judíos habrían entendido que el verbo “formó” significa “se había formado” o “ya formado” en Génesis 2:19. Si traducimos el versículo 19 como “Ahora que el Señor Dios había formado de la tierra a todas las bestias del campo,” el aparente desacuerdo con Génesis 1 desaparece por completo.
En cuanto a las plantas y hierbas en Génesis 2:5 y los árboles en Génesis 2:9 (compárese con Génesis 1:12), las plantas y hierbas se describen como “del campo” y necesitaban un hombre para cuidarlas. Estas son plantas claramente cultivadas, no sólo las plantas en general (Génesis 1). También, los árboles (Génesis 2:9) son sólo los árboles plantados en el huerto, no los árboles en general.
En Mateo 19:3-6, Jesucristo cita tanto de Génesis 1:27 como de Génesis 2:24 cuando se refiere al mismo hombre y mujer al enseñar la doctrina del matrimonio. Claramente, Cristo los vio como cuentas complementarias, no contradictorias.
No hay “tarde y mañana” para el séptimo día de la Semana de la Creación (Génesis 2:2). Por lo tanto, todavía debemos estar en el “séptimo día”, entonces ninguno de los días puede ser días ordinarios.
Mira nuevamente la sección anterior titulada ”Por qué seis días?”. Éxodo 20:11 se refiere claramente a siete días literales: seis para trabajar y uno para reposar.
También, Dios declaró que “reposó” de su obra de creación (¡no que está reposando!). El hecho de que reposó de su obra de creación no le impide continuar reposando de esta actividad. La obra de Dios ahora es diferente: es una obra de sostener su creación y de reconciliación y redención debido al pecado del hombre.
La palabra yôm se califica por un número (Génesis 2:2 y 3), entonces el contexto todavía determina que es un día solar ordinario. Además, Dios bendijo este séptimo día y lo hizo santo. En Génesis 3:17-19 leemos acerca de la maldición en la tierra a causa del pecado. Pablo se refiere a esto en Romanos 8:22. No tiene sentido que Dios llame a este día santo y bendito si maldijo a la tierra en este “día”. Vivimos en una tierra maldita por el pecado; ¡no estamos en el séptimo día santo y bendito!
Tenga en cuenta que al argumentar que el séptimo día no es un día ordinario porque no está asociado con “tarde y mañana”, los proponentes están tácitamente de acuerdo en que los otros seis días son días ordinarios porque están definidos por una tarde y una mañana.
Algunos han argumentado que Hebreos 4:3 y 4 implica que el séptimo día todavía continúa hoy:
Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, no entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.
Sin embargo, el versículo 4 reitera que Dios reposó (tiempo pasado) en el séptimo día. Si alguien el lunes dice que reposó el viernes y todavía está reposando, ¡esto no sugeriría que el viernes continuó hasta el lunes! Además, sólo aquellos que han creído en Cristo entrarán en ese reposo, mostrando que es un reposo espiritual, que se compara con el reposo de Dios desde la Semana de la Creación. No es una clase de continuación del séptimo día (de lo contrario, todos estarían “dentro” de este reposo).32
Hebreos no dice que el séptimo día de la Semana de la Creación continúa hoy, simplemente que el reposo que instituyó continúa.
Génesis 2:4 declara: “el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos”. Como esto se refiere a los seis días de la creación, muestra que la palabra “día” no significa un día ordinario.
La palabra hebrea yôm utilizada aquí no está calificada por un número, ni la con las frases “tarde y mañana”, o luz u oscuridad. En este contexto, el versículo realmente significa “en el tiempo que Dios creó” (refiriéndose a la Semana de la Creación) o “cuando Dios creó”.
El verdadero propósito de la hipótesis del marco se puede ver en la siguiente cita de un artículo de uno de sus proponentes:
Refutar la interpretación literalista de la “semana” de la creación del Génesis propuesta por los teóricos de la tierra joven es una preocupación central de este artículo. 37
Relato bíblico de la creación | Especulación de evolución/larga edad |
---|---|
La tierra antes que del sol y las estrellas |
Las estrellas y el sol antes que la tierra |
La tierra cubierta inicialmente en agua |
La tierra inicialmente una masa fundida |
Los océanos primero, después tierra seca |
Tierra seca, después los océanos |
La vida creada primeramente sobre la tierra |
La vida comenzó en los océanos |
Las plantas creadas antes que el sol |
Las plantas llegaron mucho tiempo después del sol |
Los animales terrestres creados después de las aves |
Los animales terrestres existieron antes que las aves |
Las ballenas antes que los animales terrestres |
Los animales terrestres antes que las ballenas |
Palabra de Dios es algo muy especial. No son sólo las palabras de los hombres. Como dijo Pablo en 1 Tesalonicenses 2:13: “la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.” Claramente, aquellos que no aceptan los seis días literales son los que contriuyben sus propias ideas preconcebidas al pasaje.
Además de la “teoría de la brecha” (la creencia de que hay un lapso de tiempo indeterminado entre los primeros dos versículos de Génesis 1), las principales posiciones de esta teoría que intentan armonizar largas épocas y/o evolución con Génesis caen en dos categorías:
Todos las teorías de larga edad rechazan el Diluvio de Noé como global; solo podría ser un evento local porque las capas fósiles se aceptan como evidencia durante millones de años. Un Diluvio global habría destruido este registro y producido otro. Por lo tanto, estas posiciones no pueden permitir que un Diluvio global catastrófico forme capas de rocas con fósiles sobre la tierra. Esta teoría, por supuesto, va en contra de las Escrituras, que obviamente enseña un Diluvio global (Génesis 6-9).38 Tristemente, la mayoría de los teólogos hace años simplemente intentaron agregar esta creencia a la Biblia en lugar de darse cuenta de que estas capas fueron establecidas por el Diluvio de Noé.
Sí, importa lo que un cristiano crea con respecto a los días de la creación en Génesis 1. Lo más importante, todos los esquemas que insertan eones de tiempo dentro o antes de la creación socavan el evangelio al poner muerte, derramamiento de sangre, enfermedades, espinas y sufrimiento antes el pecado y la Caída, como se explicó anteriormente (ver respuesta a la Objeción 1). Aquí hay dos razones más:
Cuando las personas acepten al pie de la letra lo que Génesis está enseñando y aceptan los días como días ordinarios, no tendrán problemas para aceptar y dar sentido al resto de la Biblia.
Martín Lutero una vez dijo:
A menudo he dicho que cualquiera que estudie las Sagradas Escrituras debe asegurarse de que se quede con las palabras simples mientras pueda y de ninguna manera se aparte de ellas a menos que un artículo de fe lo obligue a entenderlas de manera diferente. Para esto debemos estar seguros: no se ha escuchado un discurso más claro en la Tierra que lo que Dios ha dicho.39
El pueblo de Dios necesita darse cuenta de que la
Proverbios 30:5 y 6 dice que “toda palabra de Dios es limpia… No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso.” La Biblia no puede ser tratada como una gran obra literaria. Necesitamos “temblar ante su palabra” (Isaías 6:5) y no olvidar:
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16 y 17).
En los autógrafos originales, cada palabra y letra de la Biblia está allí porque Dios lo puso allí. ¡Escuchemos a Dios hablándonos a través de su Palabra y no arrogantemente pensemos que podemos decirle a Dios lo que realmente quiere decir!
Un agradecimeinto muy especial a Jaceil Pagán por al traducción del artículo.
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