El gran sapo se acerca sigilosamente al escarabajo. En lugar de intentar en vano de escapar, el escarabajo decide aguardar, aparentemente dándose por vencido. Pero justo antes de que el sapo atrape a su víctima con su larga lengua, el escarabajo dispara su arma secreta. ¡Pop! ¡Pop! ¡Pop! El gas ardiente sale a chorros. Las emisiones salen disparadas rápidamente, hasta 500 veces por segundo, pero el ataque defensivo está completo aun antes de que pase un solo segundo. En lugar de obtener un sabroso aperitivo, el sapo se aleja con la boca llena de gases nocivos.
El borde de la cola del escarabajo bombardero está equipado con un par de “rociadores” (o aberturas de glándulas) que sirven para disparar su munición gaseosa. El gas está compuesto por dos reactivos químicos—peróxido de hidrogeno e hidroquinona. Cuando el escarabajo contrae su esfínter, estos dos químicos se mezclan con enzimas catalíticas. La reacción química resultante aumenta la temperatura al punto de la ebullición del agua (100ºC). Mientras que la válvula rociadora se cierra para proteger los órganos del escarabajo, la mezcla de gas y humo sale disparada a 212 grados Fahrenheit (100ºC). Algunas clases de escarabajos bombarderos pueden dirigir sus rociadores y disparar en casi cualquier dirección con la ayuda de placas deflectoras. Todos ellos le aciertan a sus objetivos con la precisión de un francotirador.
El escarabajo bombardero es un miembro de la familia Carabidae, la cual contiene más de 40,000 especies alrededor del mundo. Pertenece al género Brachinus, el cual contiene 304 especies tan solo en los Estados Unidos. Debido a que necesitan suficiente humedad para poner sus huevecillos, usualmente viven en lugares templados como bosques o pastizales, cerca de una fuente de agua.
El escarabajo bombardero se desarrolla a lo largo de varias etapas. Después de que el huevo eclosiona, entra en la etapa de larva, mudando su piel conforme va creciendo. Luego, cambia a su forma de pupa, teniendo una apariencia muy parecida a la de un adulto. Después de la etapa de la pupa, el escarabajo adulto muda su piel y se va. La mayoría de ellos solo viven unas cuantas semanas.
Ya que la mayoría de estas especies son carnívoros, los escarabajos bombarderos a menudo se alimentan de otros insectos. Algunos de estos insectos son pestes agriculturales, por lo que los escarabajos juegan un rol importante. Después de la cacería nocturna, los escarabajos bombarderos se reúnen en lugares húmedos y protegidos como troncos huecos o debajo de grandes rocas.
No siendo un gran bicho, los escarabajos bombarderos varían en tamaño desde 3 centímetros hasta medio centímetro.
Examinando el diseño del mecanismo de defensa del escarabajo bombardero, los científicos han diseñado un rociador similar para mejorar la tecnología médica, agricultural, y de combustible.
Los creacionistas a menudo señalan al escarabajo bombardero como un ejemplo del diseño divino. Mientras que Dios originalmente señaló a su creación como “muy buena” (Génesis 1:31), el pecado de Adán introdujo la muerte al mundo, así que Dios equipó al escarabajo bombardero con una compleja estructura de defensa.
¿Cómo podrían la “munición” y el “cañón" haber evolucionado si todos los ingredientes y mecanismos específicos tenían que estar presentes en conjunto para que funcionara? Desde el punto de vista evolucionista-secular, la selección natural habría ido en contra de este escarabajo, ya que no habría tenido ningún valor de supervivencia antes de tener todos los componentes juntos.
Los evolucionistas han contraatacado con ideas imaginativas de como un mecanismo de defensa tan complejo podría haber evolucionado. La evolución supuestamente da inicio desde formas de vida primitivas hasta transformarse en otras más superiores. Ya que los evolucionistas dicen que los cambios que nos llevaron de ser una masa sin forma a ser lo que ahora somos sucedieron por medio de pequeñas modificaciones a lo largo de millones de años, la “teoría” de la evolución no puede ser probada. Cualquier diseño puede dividirse en varios supuestos sucesos. Sin embargo, estos supuestos sucesos no pueden ser probados ni refutados, ya que nadie puede regresar en el tiempo y comprobar la tan alegada evolución de un animal a otro.
Tanto evolucionistas como creacionistas tienen las mismas evidencias, pero las interpretan de acuerdo a sus diferentes creencias. Los evolucionistas basan sus creencias en el racionamiento humano de que el diseño de este mundo pudo lograrse por medio de pequeñas modificaciones evolutivas a lo largo de millones de años. Los creacionistas bíblicos basan sus creencias en la revelación de Dios, la Biblia, la cual dice que El creó los cielos y la tierra con criaturas completamente desarrolladas y funcionando de acuerdo a su clase. Tanto la evolución como la creación requieren creer en lo que no se puede ver. Aunque en casos como el del escarabajo bombardero, se necesita más fe para creer que una criatura tan compleja como esta evolucionó.
Si tu amigo evolucionista rehúsa ver la obra de Dios en el diseño del escarabajo bombardero, recuerda que la batalla es mas en el corazón que en la mente. Romanos 1 dice que la gente inherentemente sabe que hay un Dios al ver la creación y aun así niegan esa verdad. La evolución es una cortina de humo para aquellos que quieren vivir como si el Creador, Legislador, y Juez no existiera. Si Dios nos creó, estamos obligados a vivir de acuerdo a sus estándares y para su gloria. Aun así, todos estamos destituidos de la gloria de Dios, rebelándonos contra El para seguir nuestros propios caminos en incredulidad y desobediencia (Romanos 3:23).
Debido a su amor incomprensible, Dios envió a su Hijo para redimir a una humanidad pecadora. Por su vida perfecta, muerte sacrificial en la cruz y su victoriosa Resurrección de entre los muertos, únicamente Jesus puede pagar la deuda de pecado de aquellos que “se arrepienten para con Dios, y tienen fe en nuestro Señor Jesucristo (Hechos 20:21).
¿Puede Dios transformar el corazón endurecido de un evolucionista? El Creador, quien con su voz trajo la luz a la existencia, también puede hacer brillar la luz salvadora de Jesucristo sobre los corazones oscurecidos: “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” (2 Corintios 4:6).
Como un creacionista bíblico, tu podrías ser el medio que Dios use para compartir la verdad y “que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad” (2 Timoteo 2:25).
Un agradecimeinto muy especial a James David Torres por la traducción del artículo.