La falacia del hombre de paja (o del espantapájaros) es cuando una persona tergiversa la postura de su oponente y luego procede a refutar esa tergiversación en lugar de lo que su oponente realmente está afirmando.
Es una falacia que simplemente no debería suceder, pero sucede todo el tiempo. La falacia del hombre de paja es cuando una persona tergiversa la postura de su oponente y luego procede a refutar esa tergiversación (es decir, el “hombre de paja”) en lugar de lo que su oponente realmente está afirmando.1 Este es un ejemplo:
Los creacionistas no creen que los animales cambian. Pero está claro que los animales sí cambian. Por lo tanto, los creacionistas están equivocados.
Ya que los creacionistas de hecho sí creen que los animales cambian (pero no de un género básico creado a otro), el argumento es una falacia del hombre de paja. El argumento no refuta lo que los creacionistas afirman en realidad.
Una tergiversación de ese tipo podría ser involuntaria; podría ser que un evolucionista en particular, simplemente no entienda la enseñanza del creacionista. O la falacia podría ser bastante deliberada. Ese, por supuesto, es un enfoque deshonesto; sin embargo, es bastante común en los debates acerca de los orígenes.
Incluso en los casos en que la tergiversación no sea intencional, aún existe cierto grado de responsabilidad. Después de todo, el argumentador debería investigar y estudiar lo suficiente la enseñanza real del oponente. Sin duda, estaríamos dispuestos a pasar por alto pequeños malentendidos, sobre todo cuando una postura es compleja o matizada (aunque aun así al crítico se le debe corregir acerca del asunto). Sin embargo, hay varios casos en los que la postura creacionista es tan clara que las tergiversaciones de los evolucionistas simplemente son inexcusables. Los siguientes son algunos ejemplos.
Si un evolucionista afirmara: “Los creacionistas no creen en la ciencia”, esta sería una falacia de hombre de paja.2 Los creacionistas sí creen en la ciencia. Hay varios científicos con doctorados que trabajan a tiempo completo como parte del personal de Respuestas en Génesis. He argumentado en este sitio web, al igual que en mi libro (La prueba definitiva de la creación) que la creación bíblica es lo que hace posible la ciencia.
Alguien podría decir: “Los creacionistas creen en la fijeza de las especies”. Sin embargo, esta no es la corriente principal de la postura creacionista bíblica. Podría haber unas cuantas personas que afirman ese concepto, pero no es la postura que defiende la mayoría de los creacionistas. Por lo tanto, la generalización “los creacionistas creen que . . .”, es falsa.
Del mismo modo, la afirmación “los creacionistas dicen que no hay buenas mutaciones”, no representa lo que enseñan los creacionistas bíblicos. En general, decimos que las mutaciones no agregan información creativa completamente nueva al genoma y por lo tanto van en la “dirección equivocada” para que la evolución ocurra. Pero sí creemos que las mutaciones pueden dar lugar a rasgos que aumentan el valor de supervivencia en ciertas condiciones.
Respuestas en Génesis está presionando para conseguir que la creación se enseñe en las escuelas públicas, junto con la evolución.
Esto definitivamente es falso. Respuestas en Génesis como ministerio no se trata de un cambio político o legal. Más bien, se trata de defender la Biblia desde el primer verso y de enseñarles a otros cristianos a hacer lo mismo. Aunque con el tiempo, esto puede causar un cambio en la situación política y legal, no es nuestra intención (como ministerio) cambiar las leyes o involucrarnos en la política.
La Biblia enseña que la tierra tiene columnas y esquinas literales y no se puede mover. Claramente esto es incorrecto.
Esta es una tergiversación de la Escritura y, por lo tanto, constituye una falacia de hombre de paja. La Biblia utiliza figuras retóricas (tal como lo hacemos cuando decimos: “Tim es una columna de la comunidad”) y a veces también utiliza lenguaje poético. Referirse a los puntos cardinales como “rincones”3 o a la estabilidad de la tierra diciendo que “no se moverá”,4 no es un error. Es totalmente inadecuado que un crítico tome las secciones poéticas de la Biblia como algo literal; o que tome las secciones históricas literales como poéticas. Muchas objeciones contra la Escritura resultan ser falacias de hombre de paja.
LA IGNORANCIA ACERCA DE LA CREACIÓN BÍBLICA ENTRE LOS QUE SE OPONEN A ELLA ES UN PROBLEMA GRAVE.
Las afirmaciones que los creacionistas creemos que la tierra es plana, que negamos las leyes de la naturaleza, o que tomamos cada versículo de la Biblia en un sentido literal rígido son todas afirmaciones sin fundamento. No obstante, afirmar que los creacionistas creen en estas cosas hace que la postura de la creación sea más fácil de desacreditar; pero no es una forma racionalmente convincente de debatir. De hecho, no todos los evolucionistas lo hacen; algunos representan con precisión a sus oponentes. Pero la ignorancia acerca de la creación bíblica entre los que se oponen a ella es un problema grave: uno que los apologistas cristianos deben estar preparados para enfrentar.
Debemos estimular con gentileza a nuestros oponentes para que averigüen qué es lo que realmente enseñan los creacionistas. Esta no es una tarea difícil. Nuestras posturas en las preguntas más frecuentes están bien resumidas en la serie “El nuevo libro de las respuestas” y en gran medida en este mismo sitio web.
Los creacionistas también debemos mantenernos educados en ambos lados del asunto para que no cometamos la misma falacia.5 Esté alerta a las tergiversaciones sobre la creación o de otras enseñanzas cristianas y esté listo para señalar que dichos argumentos de hombre de paja son falaces; pero hágalo siempre con gentileza y respeto.