La mayoría de nosotros ha visto varias representaciones del arca de Noé— desde navíos grandes parecidos a una caja hasta aquellas en las guarderías de niños con cabezas de jirafas saliendo por encima. ¿Pero cómo se veía el arca? ¿Podemos realmente saberlo con seguridad?
El arca de Noé ha sido un tema popular para los artistas a través de los siglos. Sin embargo, no es fácil describir adecuadamente este navío debido a que la descripción en Génesis 6 es muy breve. Para hacer una pintura completa, el artista debe suponer algunos detalles importantes.
Mientras la invención de la imprenta movible de Gutenberg en los años 1400 hizo posible una distribución rápida y amplia de las Santas Escrituras, el arca de Noé se convirtió rápidamente en el objeto de ilustraciones extravagantes. Muchos diseños fueron imaginados y algunos fueron más bíblicos que otros. A menudo, los artistas distorsionaron las especificaciones bíblicas para hacerlas concordar con las naves de la época. Por ejemplo, el dibujo mostrado en la figura uno tiene el casco de una carabela, la cual es similar a dos de los pequeños navíos usados por Cristóbal Colón en 1492.
Figura 1. Representación artística de la construcción del arca de Noé, del libro de H. Schedel Nuremburg Chronicle (Crónica de Nuremburg) de 1493.
A diferencia de la mayoría de los otros artistas, Athanasius Kircher (un científico Jesuita, 1602-1680) estaba dedicado a representar con precisión la masiva arca especificada en Génesis. Ha sido comparado a Leonardo da Vinci por su ingenio y la amplitud y profundidad de sus obras. Este “científico de la creación” temprano calculó el número de animales que pudieron caber en el arca, permitiendo espacio para las provisiones y la familia de Noé. Sus diseños realistas (figura 2) pusieron el estándar a generaciones de artistas.
Figura 2. Athanasius Kircher (1600) fue cuidadoso de seguir las instrucciones de la Biblia y usó un casco rectilíneo basado en las dimensiones en Génesis 6:15 que incluía: tres pisos, una puerta al costado y una ventana de un codo.
Por los siguientes dos siglos, los artistas bíblicos dejaron de tomar el arca de Noé con mucha seriedad, e ignoraron las dimensiones bíblicas explícitas en sus ilustraciones. Esos artistas simplemente reflejaron a los académicos de su tiempo, que habían rechazado la historia del mundo de la Biblia. Pocos cristianos viviendo en 1960 alguna vez habían visto una representación basada bíblicamente del arca de Noé. Barcos con formas de bañeras encantadoras y animales sonrientes caricaturescos ilustraron la creencia generalizada de que el arca de Noé no fue más que una herramienta para construir el personaje a través de la narración ficticia.
Después en 1961 el Dr. John Whitcomb y el Dr. Henry Morris publicaron The Genesis Flood (El diluvio de Génesis), que dio sentido a un cataclismo global y a un arca de Noé real parecida a un barco. Este libro fue un gran empuje para ayudar a comenzar el movimiento creacionista moderno.
El enfoque primario en The Genesis Flood fue el tamaño del arca y su capacidad para transportar animales. Un arca en forma de bloque era ideal para esto, sugiriendo fácilmente que el arca tuvo plenitud de volumen. Estudios posteriores confirmaron que un barco con una sección transversal de 50 codos de ancho y 30 codos de alto era estable. Imágenes de un arca rectangular sorprendentemente similares al diseño de Kircher representada siglos antes comenzaron a aparecer en las publicaciones (ver figura 3).
Las décadas posteriores vieron otro fenómeno popular—la búsqueda del arca de Noé. Películas documentales y libros afirmaron que el arca de Noé estaba escondida en el monte Ararat, y la televisión de horario estelar trasmitió algunas fotos misteriosas de objetos oscuros que sobresalían de la nieve. George Hagopian—fue uno de los primeros “testigos oculares” modernos que afirmaron haber visto un arca con forma de caja. Y así sucedió—el arca de Noé fue ilustrada mundialmente como una caja.
Figura 3. Esta pintura de 1985 de Elfred Lee fue completada después de múltiples entrevistas a principios de los años 1970 con George Hagopian, un “testigo ocular” de un arca con forma de caja. (Imagen usada con permiso de Elfred Lee.)
Cuando se mira a la historia, los artistas en cada generación han definido el arca de Noé según el establecimiento cultural y lo que ellos sabían en ese tiempo. Mientras nosotros solíamos ver variedad en la forma del arca, representaciones más recientes al parecer se han aferrado a la forma de caja. Pero nuevo conocimiento—referente a mantener las especificaciones bíblicas del arca y las condiciones durante el diluvio—sugieren que es tiempo de que comencemos a pensar en forma no convencional.
Mientras que la Biblia nos da detalles esenciales sobre muchas cosas, incluyendo el tamaño y las proporciones del arca de Noé, no necesariamente especifica la forma precisa de este navío. Es importante entender, sin embargo, que esta carencia de descripción física es consistente con otros relatos históricos en la Escritura.1 Así que, ¿cómo deberíamos ilustrar la apariencia física del arca? Las dos principales opciones incluyen una forma rectangular estándar reflejando la carencia de detalles específicos, y un diseño que le dé más cuerpo y que incorpore principios de diseño de barcos de la ciencia marítima, mientras permanece consistente con el tamaño y proporciones bíblicas.
Génesis describe el arca en tres versos, que requieren examinación cuidadosa:
La mayoría de las versiones de la Biblia hacen unas elecciones de traducción inusuales para ciertas palabras clave. En otra parte en la Biblia, la palabra hebrea traducida aquí como “aposentos” es usualmente traducida “nidos”; “brea” normalmente sería llamada “recubrimiento”; y “ventana” sería “luz de mediodía”. Usando estos significados más típicos, el arca sería algo como esto:
La tebah (arca) estaba hecha de madera de gofer, tenía nidos adentro, y estaba cubierta con una sustancia parecida a la brea por dentro y por fuera. Tenía 300 codos de largo, 50 codos de ancho y 30 codos de alto. Tenía una luz de mediodía que terminaba a un codo de elevación por arriba, y tenía una puerta en el interior, y había tres pisos. (Para el significado de “elevación por arriba,” ver la sección “2. Un codo de elevación en la parte de arriba”.)
Mientras las especificaciones divinas continúan, Moisés ofreció detalles más elaborados acerca de la construcción del tabernáculo, lo que sugiere que esta podría ser la versión abreviada de las instrucciones completas para Noé. Por otra parte, considere qué tan sabio debió haber sido Noé después de haber vivido varios siglos. Esas instrucciones que han sido registradas en Génesis pueden haber sido todo lo que se necesitó decirle. Pero en cualquier caso, 300 codos es un barco grande, no una casa flotante extravagante con cuellos de jirafa sobresaliendo de la parte de arriba.
La Escritura no nos da una pista acerca de la forma del arca de Noé más allá de sus proporciones—longitud, anchura y profundidad. Los barcos han sido largamente descritos así sin alguna vez implicar un casco con forma de bloque.
El tamaño del arca es enorme y, sin embargo, remarcablemente realista cuando se compara a los barcos de madera más grandes de la historia. Las proporciones son incluso más sorprendentes—son como las de un barco moderno de carga. De hecho, un estudio coreano de 1993 fue incapaz de encontrar una falla con las especificaciones.
Todo esto no da sentido a la afirmación de que Génesis fue escrito solo unos pocos siglos antes de Cristo, como un mero recuento de las leyendas babilónicas del diluvio como la Épica de Gilgamesh. La Épica de Gilgamesh describe un arca en forma de cubo, la que habría dado una transportación peligrosamente turbulenta. Esta no es muy precisa ni científica. El arca de Noé es la original, mientras que la Épica de Gilgamesh es una distorsión posterior.
Durante muchos años, los creacionistas bíblicos han simplemente descrito al arca como una caja rectangular. Esto ayudó a enfatizar su tamaño. Fue fácil explicar la capacidad e ilustrar que tan fácilmente el arca pudo haber manejado la carga. Con la forma rectangular, la estabilidad del arca en contra del volcamiento pudo haber sido demostrada por calculaciones simples.
Sin embargo, la Biblia no dice que el arca debe haber sido una caja rectangular. De hecho, la Escritura no ahonda acerca de la forma del arca de Noé más allá de sus magníficas proporciones—longitud, anchura y profundidad. Los barcos han sido largamente descritos de esta manera sin implicar un casco en forma de bloque.
El arca de Noé fue el foco de un estudio científico principal en 1993 dirigido por el Dr. Seon Hong en el centro de investigación de barcos de clase mundial KRISO, con base en Daejeon, Corea del Sur. El equipo del Dr. Hong comparó cascos de diferentes proporciones para descubrir cuál diseño era el más práctico. No se encontró que alguna forma de casco superara significativamente el diseño bíblico de 4.300 años de antigüedad. De hecho, el balance cuidadoso del arca es fácilmente perdido si las proporciones son modificadas, dejando al navío ya sea inestable, con tendencia a fracturarse, o peligrosamente incómodo.
Figura 4. Se encontró que las proporciones del arca balanceaban las demandas conflictivas de estabilidad, comodidad y fortaleza.
El estudio también confirmó que el arca pudo manejar olas tan altas como 100 pies (30 m). El Dr. Hong ahora es director general de la instalación y dice que “la vida vino del mar,” obviamente no son las palabras de un creacionista con una misión de promover el diluvio global. Respaldar la capacidad para navegar del arca de Noé realmente no daña la credibilidad del Dr. Hong.
La palabra arca en hebreo es el término oscuro tebah, una palabra que aparece solamente una vez más cuando describe la canasta que transportó al bebé Moisés (Éxodo 2:3). Una fue un enorme barco de madera y la otra una pequeña canasta de mimbre. Ambas flotaban, ambas preservaron la vida, y ambas fueron recubiertas; pero la similitud termina ahí. Si la palabra implica algo acerca de la forma, sería “una forma parecida a una canasta egipcia,” típicamente redondeada. Más probablemente, sin embargo, tebah significa algo más, como un “bote salvavidas”.2
La Biblia deja abiertos los detalles con respecto a la forma del arca — cualquier cosa desde una caja rectangular con ángulos rectos y sin ninguna curvatura, hasta una forma parecida a un barco. La de forma de caja tiene la capacidad más grande de carga, pero un diseño parecido a un barco sería más seguro y más cómodo en mar tempestuoso. Tal discusión es irrelevante si Dios tenía la intención de mantener segura el arca no importa que tan bien diseñada o elaborada haya sido.
Algunas personas cuestionan si el arca fue realmente construida para manejar mares turbulentos, pero la Biblia nos da algunas pistas acerca de las condiciones del mar durante el diluvio:
El estudio coreano de 1993 demostró que algunos cascos más cortos superaron ligeramente al modelo del arca con proporciones bíblicas. El estudio asumió que las olas vinieron de todas direcciones, favoreciendo a los cascos más cortos como aquel de un bote salvavidas moderno. Así que, ¿por qué duró tanto el arca de Noé si no necesitó ser diseñada hidrodinámicamente para moverse a través del agua?
La respuesta yace en la comodidad del viaje (comodidad para los pasajeros). Esto requiere un casco más largo, a costa de la fortaleza y estabilidad, por no mencionar más madera. La prioridad más alta del arca por la comodidad sugiere que las olas previstas deben haber sido substanciales.
Olas provocadas por el viento causarían que un buque a la deriva se volteara peligrosamente de lado hacia el clima. Sin embargo, tales olas podrían ser navegadas con seguridad haciendo que el arca se auto dirija con una obstrucción de captura de viento en la proa. Para ser eficiente, esta obstrucción debe ser lo suficientemente grande como para superar el efecto de giro de las olas. Mientras que muchos diseños podrían funcionar, la posibilidad que se muestra aquí refleja las altas proas que fueron un sello de los barcos antiguos.
Figura 5. La escritura no nos da una pista acerca de la forma del arca de Noé más allá de sus proporciones que son dadas en Génesis 6:15, que dice: “De esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura”.
Cualquier abertura en la cubierta de un barco necesita una pared para evitar que el agua fluya hacia adentro, especialmente cuando la nave gira. En esta ilustración, la ventana “acaba a un codo de elevación por la parte de arriba,” como se describe en Génesis 6:16. La posición central del tragaluz es elegida para reflejar la idea de una “luz de mediodía”. Esto también significa que la ventana no tiene que ser de exactamente un codo. Quizás el tragaluz tuvo un techo transparente (más como una “luz de mediodía”), o el techo del tragaluz podía ser abierto (que podría corresponder a cuándo “retiró Noé la cubierta del arca”). Mientras las variaciones son posibles, una ventana sin muro no es la solución más lógica
Los constructores de barcos antiguos generalmente comenzaban con una cáscara de tablones (placas) y luego construían una estructura interna (costillas) que cupiera adentro. Esto es completamente lo contrario del método europeo familiar donde los tablones de madera se añadían al marco. En la construcción primero de la cáscara, las tablas deben fijarse entre sí de alguna manera. Algunos usaron tablones superpuestos que eran remachados o clavados, otros utilizaron cuerdas para coser y unir las tablas. Los antiguos griegos utilizaron un sofisticado sistema donde las tablas estaban entrelazadas con miles de juntas de muesca y clavija (machihembrado) precisas. El casco resultante era lo suficientemente fuerte como para embestir a otro barco, pero tan ligero como para ser transportado a una playa por la tripulación. Si esto es lo que los griegos podían hacer siglos antes de Cristo, ¿qué pudo hacer Noé siglos después de que Tubal-Caín inventó las herramientas de metal forjado?
Las rampas ayudaron a mover a los animales y cargas pesadas entre los pisos. Desplegándolas a través del casco evita el corte a través de vigas de cubierta importantes, y esta ubicación está lejos de la mitad del casco donde son más altas las tensiones de flexión. (Esta ubicación también utiliza mejor el espacio irregular en proa y popa).
Para ayudar a voltear el arca para apuntar hacia el viento, la popa debe resistir el ser empujada hacia los lados. Esto es lo mismo que un timón fijo o quilla que proporciona control direccional. Esto puede hacerse de muchas maneras, pero aquí estamos reflejando las extensiones de popa “misteriosas” vistas en los primeros grandes barcos del Mediterráneo.
¿Realmente sabemos el tamaño del arca de Noé (Génesis 6:15), el arca del pacto (Éxodo 20:10), el altar (Éxodo 38:1), Goliat (1 Samuel 17:4), y el templo de Salomón (1 Reyes 6:2)? Mientras que la Biblia nos dice que la longitud del arca de Noé fue de 300 codos, su anchura 50 codos y su altura 30 codos, debemos preguntar primero, “¿cuánto mide un codo?” La respuesta, sin embargo, no es segura debido a que los pueblos antiguos asignaron diferentes longitudes al término “codo” (la palabra hebrea ammah), la unidad de medida primaria en el Antiguo Testamento.
Tabla 1. La longitud de un codo está basada en la distancia desde el codo a la punta de los dedos, así que variaba entre los diferentes grupos antiguos de personas. Aquí hay algunas muestras de Egipto, Babilonia y del antiguo Israel:
Cultura | Pulgadas (centímetros) |
---|---|
hebreo (corto) | 17,5 (44,5) |
Egipcio | 17,6 (44,7) |
Común (corto) | 18 (45,7) |
Babilonio (largo) | 19,8 (50,3) |
hebreo (largo) | 20,4 (51,8) |
Egipcio (largo) | 20,6 (52,3) |
Pero cuando Noé salió del arca, solamente un codo de medición existía—el que había usado para construir el arca. Desafortunadamente, la longitud exacta de este codo es desconocida. Después de que las naciones fueron divididas años después en la torre de babel, diferentes culturas (grupos de personas) adoptaron diferentes codos. Así que se requiere algo de conjetura lógica para reconstruir la longitud más probable del codo original.
Dado que la dispersión de babel fue demasiado pronto después del diluvio, es razonable suponer que los constructores de ese tiempo estaban todavía usando el codo que usó Noé. Aun más, esperaríamos que la gente que se asentó cerca de babel hubiera retenido o permanecido cercana al codo original. Sin embargo los codos de esa región (el antiguo Medio Oriente) son generalmente ya sea uno común (corto) o un codo largo. ¿Cuál es el que más probablemente vino de Noé?
En proyectos de construcción a gran escala, las civilizaciones antiguas típicamente usaron el codo largo (cerca de 19,8-20,6 pulgadas [52 cm]). La Biblia ofrece algo de información en 2 Crónicas 3:3 que revela que Salomón usó un codo (largo) en la construcción del Templo.
La mayoría de los descubrimientos arqueológicos en Israel no son tan antiguos como Salomón, y estos hallazgos más modernos consistentemente revelan el uso de un codo corto, como es confirmado midiendo el túnel de Ezequías. Sin embargo, en la visión de Ezequiel, un ángel usó “un codo y un palmo,” una definición indudablemente para el codo largo (Ezequiel 43:13). El codo largo parece ser el estándar preferido de Dios de medición. Quizá esta cuestión no se escapó de la atención de Salomón, tampoco.
Aunque la longitud del codo original es incierta, muy probablemente fue uno de los codos largos (cerca de 19,8-20,6 pulgadas). Si es así, el arca fue en realidad más grande que el tamaño descrito en la mayoría de los libros hoy, que usualmente usan un codo corto.
Pocos barcos de madera alguna vez se han acercado al tamaño del arca de Noé. Un desafío posible viene de los barcos del tesoro chinos de Yung He en los años 1400. Un contendiente más antiguo es el trirreme griego Tessarakonteres. Al principio, los historiadores ignoraron las afirmaciones de los antiguos griegos de que el Tessarakonteres era de 425 pies (130 m) de longitud. Pero mientras más información fue conocida, la reputación de estos constructores de barcos tempranos creció marcadamente. Uno de los más grandes retos a la construcción de grandes barcos de madera es encontrar una manera de colocar tablones alrededor del exterior en una manera que asegure poca o ninguna filtración, que es causada cuando hay demasiado movimiento entre los tablones. Aparentemente, los griegos tuvieron acceso a un método extraordinario de construcción que estuvo perdido durante los siglos, y solo recientemente fue traído a la luz por la arqueología marina.
No es conocido cuándo o dónde se originó esta técnica. Quizá ellos usaron un método que comenzó con el arca. Después de todo, si los griegos pudieron hacerlo, ¿por qué no Noé?
Figura 6. El arca se acerca al tamaño máximo que ha sido determinado como posible para un navío de madera. ¿Qué tan grande fue el arca? Para obtener los 510 pies (155 m) dados aquí, usamos un codo de 20,4 pulgadas (51,8 cm).
¿Fue el arca diseñada para tsunamis? No en realidad. Los tsunamis devastan las líneas costeras, pero cuando un tsunami viaja en aguas profundas, es casi imperceptible para un barco. Durante el diluvio, el agua era probablemente muy profunda—hay suficiente agua en los océanos de hoy para cubrir un terreno relativamente plano a una profundidad consistente de más de dos millas (3,2 km). La Biblia dice que el arca se elevó “sobre la tierra” (Génesis 7:17) y estuvo encallada (Génesis 8:4), antes que las cimas de las montañas fueran vistas. Si el lanzamiento fue un espejo del encallamiento—siendo el arca la última cosa que flotó—hubiera sido un viaje de agua profunda de principio a fin.
Las peores olas pueden haber sido causadas por el viento, justo como hoy. Después de varios meses en el mar, Dios hizo pasar un viento sobre la tierra. Esto sugiere un patrón climático a gran escala que probablemente produjo olas con una dirección dominante. Es un hecho establecido que tales olas causarían que cualquier navío fuera llevado a la deriva. Un gran navío como el arca hubiera permanecido atrapado en esta posición hacia los lados, una situación incómoda e incluso peligrosa en clima tempestuoso.
Sin embargo, el movimiento a la deriva puede ser evitado si el navío atrapa el viento en un extremo y es “arraigado” en el agua en el otro—girando como una veleta hacia el viento. Una vez que el arca apunta hacia las olas, las proporciones grandes crean un viaje más confortable y controlado. No tenía necesidad de velocidad, pero el arca se “movía sobre la superficie de las aguas”.
El arca parecida a una caja no es descalificada enteramente como una opción segura, pero los bordes filosos son más vulnerables a daños durante el lanzamiento y encallamiento. Extremos afilados también producirían un viaje más áspero y permitirían al navío ser más fácilmente volteado (pero, por supuesto, Dios pudo haber milagrosamente mantenido la preciosa carga segura, independientemente de la cuestión de la comodidad). Dado que la Biblia da proporciones consistentes con aquellas de un barco de carga verdadero, tiene sentido que debería haber lucido y actuado como un barco, también.
Coincidentemente, ciertos aspectos de este diseño aparecen en algunos de los primeros grandes barcos descritos en la alfarería en Mesopotamia, no mucho después del diluvio. Tiene sentido que los constructores de barcos, que son conservadores como regla, continuaran incluyendo elementos del único barco que sobrevivió el diluvio—el arca de Noé.
La Escritura no registra características de mantenimiento de la dirección adjuntadas al arca. Ellas podrían haber sido obvias para alguien de 500 años de edad, o quizá eran muy comunes entre los barcos en los días de Noé como lo fueron después. Al mismo tiempo, las breves especificaciones en Génesis no hacen mención de otros detalles importantes, como el almacenaje de agua potable, el desecho del excremento, o la forma de salir del arca. Obviamente, Noé necesitó saber cuántos animales iban a venir, pero eso tampoco es registrado.
La Biblia da instrucciones claras para la construcción de un número de cosas, pero no especifica muchos aspectos de la construcción del arca. Nada en esta arca recientemente descrita contradice la Escritura, incluso puede ser diferente de los diseños más aceptados. Pero este diseño, de hecho, nos muestra cuán razonable es la Escritura al describir un navío estable, cómodo y en buen estado para navegar en el mar que fue capaz de cumplir todos los requerimientos dichos en la Escritura.