El punto de vista del islam sobre Dios y Su revelación

Cómo llegar a los musulmanes, Parte 1

por Rich Wendling y Daniel Shayesteh noviembre 19, 2015
También disponible en English

¿Qué tan difícil es compartir el evangelio con un musulmán? Considerando algunas indicaciones básicas, cualquier creyente puede comenzar a compartir con eficacia la buenas nuevas de su Dios Creador.

El encuentro con un musulmán ya no se limita a un pequeño grupo de turistas occidentales que pasan a visitar Egipto, Turquía, o algún otro destino popular de Oriente Medio. Actualmente, casi 2,5 millones de musulmanes llaman a los Estados Unidos su hogar, otros 3 millones residen en el Reino Unido, y un número similar habitan todos los demás principales países de habla inglesa.

Así que más que nunca, los cristianos de Occidente necesitan entender los desafíos únicos de compartir el evangelio con los musulmanes. En cada latido del corazón del creyente debe estar el compartir con amor la obra de gracia de Cristo de tal manera que toda alma preciosa, a pesar de su religión, pueda entender.

Esta tarea puede parecer intimidante, pero si ya has estudiado los fundamentos de defensa de tu fe, estás por buen camino. De hecho, la apologética (una bien razonada explicación de tus creencias cristianas basada en la Biblia) es una poderosa herramienta para cualquier tipo de evangelismo. Siempre que aparezcan temas profundos, como el propósito de la vida y la eternidad, las personas son fácilmente arrastradas a conversaciones fructíferas que encuentran muy relevantes para sus vidas.

Con un enfoque apologético, eres capaz no solo de defender tu fe, sino también de desafiarlos amablemente a reconsiderar sus propias creencias.

El tema fundamental en toda conversación

Antes de empezar una conversación con los musulmanes, recuerda que cada persona evalúa todas las "pruebas" a la luz de las presuposiciones. Las presuposiciones son esas creencias subyacentes que impulsan nuestra forma de pensar e interpretar el mundo que nos rodea. Las presuposiciones de un musulmán, generalmente arraigadas en él desde la infancia, colorearán la forma en que interpreta todo lo que tú le dices.

Este artículo examinará las presuposiciones islámicas acerca de Dios y Su revelación. Al sacar a la superficie estas presuposiciones, puedes demostrar los defectos fundamentales en el islam, y luego gentilmente apuntar a la verdad de la Biblia. Mientras el Espíritu Santo hace descender "fortalezas espirituales" (2 Corintios 10:4–5), también puede abrir el corazón y la mente de los musulmanes para escuchar el evangelio.

El siguiente artículo en esta serie examinará otras dos cuestiones fundamentales: la opinión de los musulmanes en cuanto a la naturaleza pecaminosa del hombre y la salvación. En el momento que termines de leer ambos artículos, estarás listo para conversar de manera efectiva con cualquier musulmán.

El punto de vista del islam sobre Dios y la respuesta cristiana

La descripción de Alá en el Corán, el ser supremo del islam, crea dos contradicciones insolubles: él es incognoscible, pero podemos conocerlo; y él es misericordioso, pero no tiene causa justa para su misericordia. La Biblia, en cambio, da razones lógicas por las que podemos conocer a Dios y encontrar consuelo en Su misericordia.

Vamos a examinar cada una de estas:

Un dios incognoscible e impersonal. El monoteísmo absoluto es la presuposición central del islam. La doctrina del tawhid (unidad) en el islam afirma que Alá es absolutamente trascendente (Corán 112:1–4). En otras palabras, Él no es sólo monoteísta sino un ser completamente distinto, único, indivisible, y un ser completamente separado (impersonal) quien es incognoscible por seres "personales" como nosotros. Alá existe sin un lugar, independiente de la creación, sin parecido a sus creaciones. Nada en toda la creación se puede comparar a Alá.

Esta doctrina central del tawhid crea un desafío de lógica muy interesante. ¿Cómo se puede saber alguna cosa de algo que es imposible de conocer?

El Hadith, o la tradición atribuida a Mahoma, también enseña que Alá tiene noventa y nueve nombres que describen varios aspectos de la naturaleza y personalidades de Alá. Si Alá es incognoscible, entonces, ¿cómo podemos atribuirle noventa y nueve nombres y darlo a conocer?

La Biblia, en cambio, revela que Dios es personal, y Él se ha revelado a Sí mismo en la Biblia para que pueda ser conocido. De hecho, la Biblia enseña que Dios creó a la humanidad con el expreso propósito de conocerlo personalmente.

Un justo pero misericordioso dios. El islam llama a Alá justo (Corán 4:40), y para ser perfectamente justo, Alá debe castigar todo pecado. Sin embargo, el Corán también enseña que Alá es misericordioso, que perdona a los que él elige perdonar (Corán 4:110; 73:20). Esto crea una contradicción lógica, lo cual impide que Alá sea justo o misericordioso.

Si él es verdaderamente misericordioso, ¿por qué no salva a la gente durante su vida en la tierra en lugar de dejar su destino incierto hasta después de la muerte, como enseña el Corán? Retener la salvación hasta la otra vida significa que Alá ignora el clamor diario de la gente por la libertad del pecado y de Satanás. En otras palabras, él no está interesado en el establecimiento de la justicia celestial mientras que sus seguidores viven en la tierra y, por lo tanto, no desea liberarlos del presente dominio de Satanás.

A DIFERENCIA DEL ISLAM, EL CRISTIANISMO OFRECE UNA RESPUESTA AL APARENTE DILEMA DE UN DIOS JUSTO PERO MISERICORDIOSO: EL SACRIFICIO EXPIATORIO DE CRISTO.

A diferencia del Islam, el cristianismo ofrece una respuesta al aparente dilema de un Dios justo pero misericordioso: el sacrificio expiatorio de Cristo satisfizo la justicia de Dios, permitiéndole mostrar misericordia. A diferencia de Alá, el Dios de la Biblia extiende Su justicia a las personas durante su vida aquí en la tierra, lo que les permite confiar en Él y ser salvos ahora (Mateo 12:19–21; Isaías 42:1–4). Así que el acercamiento de Dios a la gente, como se revela en la Biblia, es a la vez justo y misericordioso.

El punto de vista del islam sobre la Biblia y la respuesta cristiana

El islam enseña que la Torá fue la primera revelación de Alá y el evangelio fue segundo. Pero ambos se corrompieron, por lo que Alá le dio el Corán a Mahoma para traer de vuelta a la gente al camino correcto. Los musulmanes creen que el Corán es la tercera y última revelación de Alá, sus perfectas e inmutables palabras.

Esto nos lleva a otra contradicción en el Corán. El Corán enseña que las palabras de Alá no se pueden cambiar (Corán 6:115; 18:27); sin embargo, también enseña que la Torá y los Evangelios se cambiaron y se corrompieron.

En contraste, la Biblia no reconoce otros escritos como Escritura, y de hecho se advierte en contra de añadir o quitar a sus enseñanzas (Proverbios 30:6; Deuteronomio 4:2, 12:32; Apocalipsis 22:18–19). No hay evidencia de manuscritos de la Biblia o en la historia que diga que la Biblia haya cambiado alguna vez. (De hecho, toda la evidencia de los manuscritos sobrevivientes apunta a la conclusión opuesta.)

Pero el propio Corán enseña que Mahoma cambió algunos de sus versos y que sus seguidores destrozaron el Corán (Corán 2:106; 16:101; 15:90–91). Por esta razón, el hecho que animemos a los musulmanes a comparar el Corán con la Biblia les abrirá los ojos, y descubrirán así, que la Biblia es absolutamente confiable, mientras que el Corán no lo es. Puesto que el islam enseña que la Biblia, especialmente los primeros cinco libros del Antiguo Testamento y los Evangelios, es la Palabra de Dios, es bastante apropiado referirse a la Biblia cuando muestras cómo difieren las creencias cristianas e islámicas.

La creencia islámica en la corrupción de la Biblia y la respuesta cristiana

Mahoma afirmó que la Biblia predijo su nombre y que iba a venir después de Jesús para completar Su misión inconclusa. Después de la muerte de Mahoma, sus seguidores buscaron la Biblia, pero no encontraron el nombre de Mahoma. Así se anunció que la Biblia fue corrompida. El cristiano debe desafiar a los musulmanes a considerar la posibilidad de que Mahoma estaba equivocado y que la Biblia es perfecta.

Mahoma dio una segunda razón por la cual creía que la Biblia debe estar corrompida: los cristianos y los judíos creen que Dios tiene hijos, pero Dios no tiene deseos sexuales y no puede tener hijos. Mahoma no sabía que Dios es llamado Padre espiritual de Su pueblo (Juan 4:23–24), pero Él nunca fue un "padre" de cualquier ser humano, como resultado de una relación sexual. El cristiano debe mostrar los pasajes del Evangelio que describen la concepción de Jesús y muestran que ningún acto sexual estuvo involucrado (Mateo 1:18; Lucas 1:29–38; Juan 1:12–13).

La tercera razón para declarar la corrupción de la Biblia es la Trinidad.

El Corán enseña erróneamente que la doctrina cristiana de la Trinidad es que hay tres dioses: Dios Padre, María; su esposa, y Jesús su hijo (Corán 5:116). Mahoma enseñó a sus seguidores que los cristianos llaman a Jesús Dios e hicieron a María igual a Dios, por lo que creen en tres dioses.

Él no sabía que los Evangelios nunca llamaron Dios a María y que Jesús fue la revelación personal del Único Dios verdadero, que en Su deseo de construir una relación personal con Su pueblo, tomó forma humana (Juan 1:14) para morir por sus pecados (Mateo 20:28). Es importante corregir aquellas opiniones equivocadas, que están entre las principales razones por las cuales los musulmanes han rechazado el cristianismo durante siglos.

Punto de vista del islam sobre Cristo y la respuesta cristiana.

La doctrina de la Trinidad se merece un cuidado especial cuando se habla con los musulmanes. Debido a que la unidad de Dios es central para su pensamiento, la trinidad es un concepto muy difícil y se debe introducir con cuidado. Por lo general, es aconsejable retrasar esta discusión hasta el momento apropiado, como cuando se está explicando el amoroso rol de Cristo como Salvador.

Alá es descrito como un dios de amor (Corán 11:90; 85:14). Pero esto es un problema para el tawhid, que lo describe como impersonal. El amor requiere una naturaleza personal que busca otro objeto personal para expresar amor. (En otras palabras, el amor existe únicamente entre dos personas.) El amor no puede ser atribuido a un ser impersonal.

Además, dado que Alá es impersonal, él no tiene múltiples personas en su propio ser en los cuales mostrar el amor antes de la creación del mundo y la enseñanza de amor a sus criaturas. Si Alá no tiene el atributo de amor antes de la creación, ¿cómo podía crear seres con este atributo? Un Dios que no ama no puede crear criaturas que sí aman.

A diferencia de Alá, la naturaleza misma del Dios trino de la Biblia es amor (1 Juan 4:8). Cada persona de la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ha amado a cada uno de los otros desde la eternidad. El Dios trino ha tenido siempre un objeto de Su amor.

De hecho, el deseo de revelar Su naturaleza de amor en cada persona es la misma razón por la Cual Dios expresó Su amor a la humanidad. Como Padre, Él añora salvar a la gente; como Hijo, Él puso el amor en práctica; y como el Espíritu Santo, Él lleva Su amor hasta el final. Vamos a examinar este importante tema con más detalle en la siguiente parte de esta serie.

Dios nos creó para vencer barreras

Dios creó a todos los seres humanos, incluso los musulmanes, con la libertad de elección y la capacidad de escuchar, leer y entender. Por la gracia de Dios las barreras que separan a alguien de Él se pueden vencer. Pero, a menos que se señalen las barreras y conceptos erróneos y sean corregidos, no se pueden quitar. El desafío de los cristianos es comprender las presuposiciones básicas, prácticas y deficiencias del islam para que se puedan dar argumentos bien razonados de la verdad de la Biblia, los cuales Dios puede usar para llegar a los musulmanes.

El Corán vs. la Biblia

Aunque el Corán afirma que acepta la Torá y los Evangelios, en realidad, los contradice en muchas áreas principales. Por ejemplo,

  • La Torá dice que Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza (Génesis 1:26); el Corán dice que Dios creó al hombre para trabajo y problemas (Corán 90:4).
  • La Torá establece que las personas tienen el derecho de solicitar información acerca de las palabras y los hechos del profeta (Deuteronomio 18:20–21); el Corán establece que las personas no tienen ningún derecho a cuestionar al profeta y a sus sucesores (Corán 33:36; 59:7).
  • Los Evangelios manifiestan que las mentiras vienen del diablo en quien no hay verdad (Juan 8:44); el Corán dice que la mentira es legítima bajo ciertas circunstancias (Corán 2:225; 3:28; 16:106).
  • Los Evangelios enseñan que Jesús murió, fue sepultado, y resucitó al tercer día; el Corán afirma que Jesús no murió, sino que fue llevado vivo al cielo (Corán 4:157–158).
  • Los Evangelios declaran que Jesús es el Hijo de Dios; el Corán declara que Jesús era solo un hombre, aunque profeta, pero no el Hijo de Dios (Corán 9:30).
  • Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6); El islam rechaza este concepto y enseña que Jesús era un profeta, pero Mahoma era un profeta mayor.

El Corán contradice la Torá y los Evangelios en cientos de otras maneras. El Corán no puede ser verdadero si confirma la Torá y los Evangelios, cuando estos contradicen la mayoría de sus doctrinas principales.

Rich Wendling, empleado en Respuestas en Génesis, EE.UU., está obteniendo actualmente su título de maestría en estudios teológicos en Liberty University (Virginia). Durante trece años, enseñó ciencias, estudios sociales y matemáticas en escuelas públicas.

Daniel Shayesteh, un ex musulmán radical, viaja siempre que sea posible a través de su ministerio Éxodo desde las Tinieblas para dar una idea de las enseñanzas del Corán con respecto a la salvación, a Adán y Eva, y los cristianos. Ha escrito numerosos libros, incluyendo islam y el Hijo de Dios.

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