A las ocho semanas de la gestación, el bebé está creciendo de forma más notable y ha desarrollado el sentido del tacto—que es muestra del diseño intrincado y de la bendición de una nueva vida.
Cuarenta días después de la fecundación (8 semanas de gestación), el “vientre” de la madre así también como el bebé están empezando a crecer a un ritmo más notable. El bebé, quien está creciendo a un ritmo de 1 mm por día, es del tamaño aproximado de una frambuesa. Algunos dirían que él bebé se ve mucho más “humano” su cabeza está más crecida, igualmente las extremidades y se alcanza apreciar una “cola”. Es importante resaltar que él bebe siempre ha sido humano y la famosa “cola” nunca ha sido una cola, como se discutió en un artículo anterior.1 Todas estas características son parte de un proceso bien diseñado (no es un proceso evolutivo irresponsable, tal como Haeckel trató de convencer a otros en forma engañosa). Cualquier similitud entre estas etapas tempranas en humanos y animales es de esperarse, cuando el proceso implica el pasar de una célula a un organismo con cuatro extremidades y los órganos internos necesarios para funcionar en el mismo ambiente terrestre. ¿No les parece que nuestro Dios es digno de alabanza por esto?
En esta etapa, el bebé ha desarrollado el sentido del tacto, particularmente en su pequeña nariz o labios, lo que significa que el cerebro también se está desarrollando rápidamente.
En esta etapa, el bebé ha desarrollado el sentido del tacto, particularmente en su pequeña nariz o labios, lo que significa que el cerebro también se está desarrollando rápidamente. Ya las piernas y brazos del bebé son más que un brote, y los detalles de la cara están empezando a formarse. Con respecto a la mamá, el fluido y el útero que protegen al bebé tienen el tamaño aproximado de una toronja. Seguramente, lo más significativo que nota la madre son las náuseas que experimenta el 75% de las mujeres embarazadas, también llamadas malestar matutino, el cual puede durar todo un día por meses.
Nadie ha dicho que el embarazo (o inclusive quedar embarazada2 es fácil. De hecho, la Biblia describe algunas de las dificultades al respecto en algunos de sus libros, en gran parte en Génesis.
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; (Génesis 3:16)
Mas Sarai era estéril, y no tenía hijo. (Génesis 11:30)
Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; (Génesis 25:22)
Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. (Génesis 30:1)
cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo. Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. (Génesis 35:16–18)
Añada a estos retos el pensamiento de “pasar por esto sola” en caso que la situación no sea la ideal. Algunos estudios han revelado que hasta un 83% de las mujeres que abortan se sintieron presionadas de alguna manera a hacerlo.3 Esta presión es generalmente aplicada por el hombre que sería la persona responsable de ayudar a la mujer a continuar con su embarazó hasta el final. Por atroz que esto parezca, e irónicamente una verdadera tragedia para los derechos de la mujer, la presión no siempre viene de un “padre zángano”. Los padres (y por cierto también madres) a veces no quieren “la vergüenza familiar” al tener una hija soltera y embarazada.
Aún peor, la sociedad en general pinta al bebé en crecimiento en el vientre de su mamá como un impedimento para el éxito de la madre. Mientras el ideal de Dios para la sociedad es un matrimonio en el cual hombre y mujer son fructíferos y crían hijos en las enseñanzas y amonestación del Señor, ¿Puede ver usted lo errado y retrógrado que es destruir a un niño que no ha hecho nada malo, y utilizar cualquiera de las razones dadas para hacerlo?
Mientras las leyes y las personas pueden hacer que la decisión de abortar sea demasiado fácil, o adoptar sea demasiado difícil, como cristianos vemos estos preciosos bebes no nacido por lo que son: creaturas a la imagen de Dios. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para así lograr cambiar esas horribles estadísticas. Empecemos ahora mismo haciendo lo que podamos para ayudar a mujeres embarazadas a ver esta realidad, apoyarlas a que tomen la importante decisión de criar a su hijo o permitir que otras personas lo críen.
Mientras las leyes y las personas pueden hacer que la decisión de abortar sea demasiado fácil, o adoptar sea demasiado difícil, como cristianos vemos estos preciosos bebes no nacido por lo que son: creaturas a la imagen de Dios.
En el Museo de la Creación, nuestra exposición Fearfully and Wonderfully Made (Formidable y Maravillosamente Creado) menciona algunos de los centros de embarazo que asisten a mujeres que están pasando por estas difíciles situaciones. Considere buscar un centro cercano a usted y donar su tiempo y también suministros o provisiones. Unámonos y hagamos más fácil para las mujeres tomar la decisión de optar por la vida.
Referencias
Catherine Donaldson-Evans, “8 Weeks Pregnant,” WhatToExpect.com, June 24, 2021, https://www.whattoexpect.com/pregnancy/week-by-week/week-8.aspx.
Genesis 15:1–6.
Colleen de Bellefonds, “What a Baby Can Feel in Utero,” WhatToExpect.com, June 24, 2021, https://www.whattoexpect.com/pregnancy/fetal-development/fetal-touch/.
“When Does the Fetus’s Brain Begin to Work?,” ZeroToThree.org, https://www.zerotothree.org/resource/when-does-the-fetuss-brain-begin-to-work/.