Recientemente, ha habido mucha atención por los medios de comunicación referente a una cola de dinosaurio emplumada conservada en ámbar, podría sonar como el caso de contar pollos antes de que sean encubados. Un examen minucioso de la muestra indica que hay plumas, sin duda, con barbas y todo. Cada aparición clara de plumas en fósiles sólo ha demostrado lo que debería ser clasificado como un pájaro, si no fuera por la necesidad de continuar forzando el eslabón de dinosaurio a pájaro que pareciera que sigue siendo necesario para muchos evolucionistas.
Este espécimen comprado, aunque sin duda un fósil real, no lleva la autenticidad de un fósil descubierto por un científico meticuloso. Pero no tenemos ninguna razón para dudar de la localización en la que se encontró el fósil supuestamente originario o el ámbar medio cretáceo en el que se encontró (pero podríamos disputar la escala temporal evolutiva que se le atribuye). Por cierto, en una escala de tiempo evolutiva esta criatura vivió contemporáneamente con otras aves como Confuciusornis.
Entonces, ¿qué hay de especial con este hallazgo? ¿Cuál es el problema esta vez? Es la supuesta falta de fusión en las vértebras de la muestra. Supuestamente esto demuestra que es un dinosaurio emplumado, no un pájaro. Tenga en cuenta que la muestra es de sólo 1,5 pulgadas de largo (3,5 cm) y contiene sólo 8 vértebras, pero lo más importante es de la cola media, no el extremo donde esperaríamos ver la fusión.
Revise la siguiente semana para un análisis más completo de nuestro anatomista, el Dr. David Menton (quien lo llama ave). En este momento, no vemos ninguna razón para considerar esto más que un pájaro.