¿Solo un libro más?

Primero, quiero dejar en claro que soy cristiano y que disfruto leyendo su sitio web. Tengo una pregunta con respecto a su comentario escrito el 13 de febrero. En la respuesta, usted presentó un buen caso de por qué está bien creer en Dios y de por qué está errada la evolución. Sin embargo, no se abordó el tema de por qué la Biblia cristiana sí es confiable y la Palabra escrita de Dios, y que otros libros religiosos no lo son. Considero que los musulmanes, los mormones, entre otras personas de distintas creencias religiosas podrían usar los mismos argumentos que dio usted. Así, usando su argumento, los musulmanes podrían decir que el Corán es la palabra escrita de Dios, ya que el Corán, al igual que la Biblia, dice que su autor es Dios. ¿Podría, por favor, ahondar más y explicar cómo podemos saber que la Biblia es la única y verdadera Palabra escrita de Dios? Pienso que continuar con esta explicación ayudará a aquéllos que se preguntan por qué el cristianismo es la religión correcta, y las otras no lo son. Gracias.

—J. J., EUA

Gracias por tu pregunta; me siento feliz de poder aclarar este tema. Recuerda que el argumento no es que “La Biblia es la Palabra de Dios porque ella misma lo dice”, sino que “La Biblia es la Palabra de Dios porque ella misma lo afirma y cualquier alternativa conduce a lo absurdo”. Es esta última parte del argumento que cierra el agujero y brinda la prueba que la Biblia es en verdad lo que afirma ser, mientras que los falsos libros religiosos se quedan cortos.

Si la Biblia no fuera la Palabra de Dios, no habría base alguna para todas las cosas que damos por sentado, como las leyes de la lógica, la uniformidad de la naturaleza y la moral. La ley de la no contradicción, por ejemplo, se basa en la naturaleza autoconsistente del Dios de la Biblia (2 Timoteo 2:13). La Biblia nos dice que todo conocimiento depende de Dios (Proverbios 1:7; Colosenses 2:3). La mayoría de los otros libros religiosos no hacen la afirmación que todo conocimiento proviene de su dios y, si lo hicieran, no tendrían éxito en probarlo. Por lo tanto, el argumento funcionará sólo para la Biblia.

Por ejemplo, es la Biblia que dice que Dios sostendrá el futuro así como lo ha hecho en el pasado (Génesis 8:22). Toda ciencia se basa en esta uniformidad. El Dios de la Biblia está por encima del tiempo (2 Pedro 3:8) y, por consiguiente, sólo Él está en posición de decirnos que el futuro será como el pasado.

Sin embargo, esto no es cierto en la concepción mormona de Dios. Los dioses mormones cambian con el tiempo; ellos no están por encima del tiempo y no están en posición de decirnos nada acerca del futuro. No hay fundamento para la uniformidad en el mormonismo. Además, el mormonismo no puede (ni ninguna otra religión politeísta) responder por un código moral objetivo de carácter universal. ¿Qué reglas de qué dios se debe seguir si hay más de un dios?

Quizá lo más importante de resaltar es que el islam y el mormonismo usan la Biblia (o al menos partes de la Biblia), y al mismo tiempo la contradicen. Por ejemplo, el Corán enseña que Jesús no es el Hijo de Dios (Surah 4:171), sino que fue sólo un apóstol y que no fue crucificado (Surah 4:157). Esto contradice claramente los relatos de la Biblia, pero aun así, el Corán utiliza los evangelios de Jesús. (Surah 3:3).

La Biblia enseña que la revelación posterior de Dios debe ser consistente con la revelación previa (Deuteronomio 13:1–6). Por lo tanto, el mormonismo y el islam deben ser rechazados en sus propios términos. Estas religiones no pueden ser correctas porque son intrínsecamente incoherentes; contradicen la Biblia y al mismo tiempo la usan. Cabe resaltar que, dado que el islam se contradice a sí mismo, no hay base para la ley de la no contradicción en la cosmovisión musulmana.

Esta respuesta relativamente corta no pretende ser una refutación completa contra todas las religiones no bíblicas, pero te dará la idea general del argumento. Sólo el Dios de la Biblia brinda los requisitos previos para el conocimiento de manera consistente y no arbitraria. Los dioses de otras religiones se revelan siempre como simples ídolos que no pueden hacer lo que hace el Dios de la Biblia.