Un vistazo al pecado y la muerte y cómo están relacionados en la Biblia
La muerte y el pecado -¡son dos cosas que la sociedad de hoy parece querer evitar en una conversación! En la sociedad secular de hoy, se ha enseñado a los niños -ya por generaciones- que la muerte remonta hasta hace millones de años. Pero hay un gran contraste cuando abres las páginas de las Escrituras comenzando en Génesis.
La Biblia es la autoridad en el pasado (autoridad en lo científico tanto como en los aspectos teológicos), y es lógico que la Biblia sea la autoridad en el asunto de la muerte y su relación con el pecado. Tomar una gran imagen del pecado y de la muerte y como están relacionados en la Biblia puede hacernos mejores testigos de la cultura de hoy en día.
Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno. Y fue la tarde, y la mañana el día sexto. (Génesis 1:31)
Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto. (Deuteronomio 32:4)
Cuando Dios terminó de crear al final del sexto día, Él declaró a cada cosa “muy buena” –era perfecto. La obra de creación de Dios es perfecta. No esperamos nada menos de un Dios perfecto.
¿Cómo era esta creación “perfecta” o “muy buena”? ¿Morían los animales? ¿Moría el ser humano? Miremos de cerca a lo que enseña la Biblia.
Y dijo Dios: “He aquí que os doy toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer.” Y así fue. (Génesis 1:29–30)
Sabemos que los animales y los humanos no comían carne originalmente según Génesis 1:29–30. Así que, los carnívoros de hoy eran todos vegetarianos originalmente, lo cual indica que la muerte no era parte de la creación original. Las plantas no están “vivas” en el sentido bíblico de nephesh chayyah, sólo los humanos y los animales. Por tanto, que se haya comido plantas no quiere decir que la muerte existiera antes de la Caída. Uno no espera que un Dios de vida sea un dios de muerte. Cuando vemos la restauración de Dios en Apocalipsis 21–22 no habrá muerte, dolor o sufrimiento.
Si un cristiano quiere estar de lado de la visión atea de un mundo donde la muerte existió por millones de años usando la mayoría de las capas fósiles como su evidencia de acumulación lenta y gradual en vez de un diluvio global, entonces tienen más problemas. Las capas fósiles consisten en muchos animales que tienen los restos de otros animales en sus contenidos estomacales. Como discutiremos más tarde, las Escrituras nos dicen que el pecado trajo consigo la muerte de los animales, algo que no ocurría antes de la Caída. Esto excluye muchas de las capas de roca como evidencia de millones de años porque el Señor declaró que originalmente todo era vegetariano. El diluvio en los días de Noé explica mucho mejor las capas de roca, las cuales muestran a animales comiendo a otros animales después del pecado.
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: de todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. (Génesis 2:16–17)
Dios dio el mandamiento en Génesis 2:16–17 que el pecado sería castigado con muerte. Esto es significativo cuando vemos la amplia imagen de la muerte. Si la muerte de cualquier forma hubiera estado presente antes de la declaración de Dios en Génesis 1:31 que todas las cosas eran “muy buenas”, entonces la muerte sería muy buena también –por ende no punible en absoluto.
Algunos señalan que este pasaje no se refiere a la muerte animal. En un sentido nosotros concordamos con ellos: este verso no estaba dirigido a los animales. Pero en la misma lógica, este mandamiento estaba dirigido solamente a Adán; pero aun así Eva murió y nosotros también (los descendientes de Adán) por el pecado. Esto muestra el impacto envolvente de la relación pecado/muerte.
Alguna gente ha sacado a relucir la objeción que si no había muerte en el mundo, entonces, ¿cómo sabía Adán qué quería decir Dios en Génesis 2:17?
Dios, el autor del lenguaje, programó a Adán con lenguaje cuando lo creó, mientras conversaron desde el principio en el día seis (vea Génesis 2). Ya que Dios hace las cosas perfectamente, Adán sabía qué significaba muerte –incluso sin tener conocimiento experimental de ella. De hecho, él probablemente la comprendió mejor que cualquiera de nosotros porque tenía una mente perfecta, no corrompida por el pecado y la maldición.
La primera muerte registrada y pasajes referidos a la muerte como una realidad vinieron con el pecado en Génesis 3 cuando la serpiente, Eva y Adán fueron desobedientes a Dios. Por favor, note que lo que ocurrió es la primera insinuación que las cosas morirían:
“Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida”. (Génesis 3:14)
Génesis 3:14 indica que los animales, que fueron malditos junto a la serpiente, ya no vivirían por siempre sino que tendrían una vida limitada (todos los días de tu vida). Éste es el primer indicio de la muerte animal. Ya que los animales fueron malditos, ahora ellos también morirán.
Aunque este verso no reglamente la muerte animal antes del pecado, su posición con el pecado y la maldición en Génesis 3 podría ser muy significativa. El primer registro de muerte animal está en Génesis 3:21, cuando Dios cubrió a Adán y a Eva con delantales de pieles para reemplazar la cubierta de hojas de higuera que ellos asumieron que cubriría su desnudez.
Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. (Génesis 3:21)
Aparentemente Abel imitó algo como esto cuando sacrificó de su ganado (porciones gordas) en Génesis 4:4, como lo hizo Noé después del diluvio en Génesis 8:20. Los israelitas lo hicieron también, ofrendando corderos, palomas, etc.
El castigo por el pecado era la muerte; así que algo tenía que morir. Legalmente Adán y Eva merecían morir, pero servimos a un Dios de gracia, misericordia y amor. Y fuera de Su amor y misericordia, Él básicamente nos dio un “periodo de gracia” para arrepentirnos.
El Señor sacrificó un animal para cubrir este pecado. No era suficiente para quitar el pecado, sino que ofreció una cobertura temporal. Esto muestra cuánto más valiosa es la humanidad que los animales (vea también Mateo 6:26, 12:12). El castigo por pecar en contra de un Dios infinitamente santo es un castigo infinito, y los animales no son infinitos. Ellos simplemente no pueden tomar ese castigo. Estos sacrificios de animales eran como una sombra de Jesucristo quien fue el último, perfecto e infinito sacrificio por nuestros pecados en la cruz. Hebreos revela:
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre, y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. (Hebreos 9:22)
Es por esto que Jesús tuvo que morir, y esto es porqué los animales eran sacrificados para cubrir el pecado. Estos pasajes aclaran que la muerte animal tiene una relación con el pecado humano así como el hecho de que llegó después del pecado (vea Christian Theodicy in Light of Genesis and Modern Science). También, ésta es la base y fundamento del evangelio.
Este mismo tipo de proclamación que los animales finalmente morirían (todos los días de tu vida) vuelve en Génesis 3:17, donde el hombre también moriría (todos los días de tu vida). Como los animales, el hombre moriría en cumplimiento de lo dicho en Génesis 2:17.
Y al hombre dijo: “Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida”. (Génesis 3:17)
Algunos han declarado que creen que esto es sólo muerte espiritual, pero Dios lo aclaró en Génesis 3:19 añadiendo que la humanidad retornaría al polvo del que vino; lo que hace claro que no excluía la muerte física.
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. (Génesis 3:19)
Incluso Pablo, cuando habló de la muerte humana, dijo específicamente:
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5:12)
Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. (1 Corintios 15:26)
No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. (Romanos 5:14)
Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. (Romanos 5:17)
Si la muerte que Dios mencionó es sólo espiritual, entonces, ¿por qué Jesús tuvo que morir físicamente –o resucitar físicamente? Si la maldición se refería sólo a muerte espiritual, entonces el evangelio está menoscabado.
Es verdad que Adán y Eva no murieron el mismo día que ellos comieron, como algunos parecen creer que implica Génesis 2:17. El hebreo es morir-morir (muwth-muwth), lo que a menudo se traduce “ciertamente morir” o literalmente como “muriendo tú morirás”, lo cual indica el inicio de la muerte (por ejemplo: un sentido ingresivo). En ese momento Adán y Eva comenzaron a morir y eventualmente retornarían al polvo. Si hubieran estado destinados a morir en el momento, el texto hubiera usado muwth solamente una vez, como se usa en el hebreo significando “muerte, murió o morir” y no “comenzando a morir” o “ciertamente morir”.
La Biblia nos dice claramente en varios pasajes que no hubo muerte antes del pecado. De hecho, no hay versos bíblicos que indiquen que hubo muerte previamente al pecado.
La única razón para que alguna gente trate de insertar la muerte antes del pecado es encajar ideas humanas de “millones de años” de muerte desde una perspectiva uniformista del registro fósil de la Biblia. Pero esto es una mofa de la declaración de Dios que todo era bueno en Génesis 1:31. La muerte, animales comiendo a otros animales, espinos, cáncer, tumores, y de más no son muy buenos, y aun así se hallan en las capas fósiles.
Esto lleva a comprometer lo que dice Dios francamente para acomodarlo a ideas del hombre falible. Aparte, las Escrituras revelan un diluvio global en Génesis 6–8, después del pecado, lo cual explica la vasta mayoría de capas fósiles. Así que, uno no necesita apelar a miles de millones de años para explicar esas capas. Es mejor confiar en lo que dice Dios:
Mejores confiar en Jehová que confiar en el hombre. (Salmo 118:8)
Recuerda que creer que hubo muerte antes del pecado devalúa el mismo evangelio, donde entró Jesús en la historia para conquistar el pecado y la muerte. Haciéndolo, Él ofreció graciosamente el regalo gratuito de la salvación a todo aquél que lo recibe.
Acuérdate que hay dos visiones primarias de la historia (secular y cristiana) con dos autoridades diferentes (el razonamiento humano falible apartado de Dios y un Dios perfecto) con perspectivas en conflicto acerca del pasado.
De acuerdo a la Biblia, un Dios perfecto creó una creación perfecta, y a causa del pecado del hombre, la muerte y el sufrimiento entraron en el mundo. Pero mediante Cristo, nosotros miramos hacia adelante a un tiempo cuando no habrá más dolor, muerte o sufrimiento (Apocalipsis 21:4).
En una cosmovisión secular, siempre hubo muerte. Así que, cuando los cristianos tratan de incorporar la historia secular de millones de años a su teología, surgen dos preguntas principales: ¿Hubo realmente un cambio cuando Adán y Eva pecaron? Y, ¿cómo será el cielo entonces . . . ?