Es posible que usted ya haya escuchado este argumento supuestamente bíblico a favor del aborto:
Un bebé no nacido no está vivo porque la Biblia dice que la vida comienza con el primer aliento.
Aquellos que leen, creen y se preocupan profundamente por aplicar correctamente la Palabra de Dios (2 Timoteo 2:15) han argumentado durante mucho tiempo que la Biblia enseña que la vida comienza en el momento de la fecundación. Los versículos como los de abajo claramente les dan humanidad y personalidad a los niños no nacidos.
Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas. (Salmo 139:13–16)
Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. (Lucas 1:41–44)
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. (Jeremías 1:5)
Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. (Éxodo 21:22–25)
Entonces, si el testimonio de la Biblia es que la vida empieza con la fecundación, ¿cómo pueden algunas personas argumentar que la Biblia enseña explícitamente que la vida no comienza hasta después del nacimiento, cuando el bebé toma su primer aliento?
Esta idea viene de Génesis capítulo 2 con la creación de Adán.
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. (Génesis 2:7)
¿Es ese primer aliento después del parto lo que transforma a un bebé no nacido en una persona?
Se entiende claramente que Adán no estaba vivo hasta que Dios sopló en su nariz. Fue en ese momento que pasó de ser un bulto de polvo, con forma humana, a ser un ser humano vivo, que respira, hecho a la imagen misma de Dios. Entonces, ¿es ese primer aliento después del parto lo que transforma a un bebé no nacido en una persona?
Para responder a esa pregunta, debemos considerar: ¿En Génesis 2:7 se describe cómo comienzan todas las vidas humanas o solo cómo comenzó la vida de Adán? Debería ser obvio que este pasaje solo está describiendo cómo fue que Adán llegó a tener vida. Después de todo, Génesis 4 nos dice cómo surgió el próximo ser humano (excepto Eva, más sobre ella en un momento).
Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín. (Génesis 4:1)
Y se describe que la siguiente generación llega a existir usando el mismo eufemismo.
Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc. (Génesis 4:17)
Está claro que Génesis 2:7 no describe el desarrollo humano normal; se refiere a la creación especial y única del primer hombre, Adán.
También se debe tomar en cuenta la creación de la primera mujer, Eva.
Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. (Génesis 2:21-22)
No dice si a Eva le dio el aliento de vida. Simplemente dice que Dios la formó y luego la llevó a Adán. Su vida no necesariamente empezó cuando Dios respiró en su nariz ni cuando tomó su primer aliento de aire puro en el Edén. Entonces, para ser consecuentes con el argumento anterior, tendríamos que decir que definitivamente solo la vida de los varones comienza con el “primer aliento". Pero, por supuesto, eso es una tontería porque la creación de Eva, como la de Adán, no describe la forma en que todas las demás mujeres han sido creadas, sino que la Biblia está narrando la creación única de la primera mujer que nunca se ha repetido.
Tomar un pasaje sobre la creación especial de Adán y aplicarlo a todos los seres humanos es arrancar el versículo fuera de contexto e ignorar las circunstancias completamente únicas que rodean su creación.
Como es característico de aquellos que sacan versículos de las Escrituras fuera de contexto, aquellos que plantean el argumento de la "vida al primer aliento" no aplican lo que creen de forma consecuente a lo largo del pasaje. Si la creación de Adán estuviera describiendo la forma en que todas las personas llegan a existir, entonces aquellos que creen eso también deben decir que uno primero debe ser formado del polvo de la tierra y luego Dios debe soplar personalmente en las fosas nasales. Pero, por supuesto, eso no es lo que creen. ¿Por qué? ¡Porque no es conveniente para el punto de vista que quieren dar!
Aquellos que plantean el argumento de la "vida al primer aliento" no aplican lo que creen de forma consecuente a lo largo del pasaje.
Son personas que no son constantes porque no tratan de leer e interpretar con precisión la Palabra de Dios; sino que tratan de forzar lo que dice la Biblia para apoyar un punto de vista al que ya han llegado.
Además, este argumento es falaz porque los bebés respiran en el útero: simplemente aún no respiran de la misma manera que lo harán fuera del útero. Los bebés toman oxígeno e intercambian dióxido de carbono a través de la sangre de su madre por el cordón umbilical y la placenta. Esto también ocurre en sus pulmones cada vez que inhalan y luego exhalan.
Los pulmones de los bebés también trabajan, toman y sacan líquido amniótico durante meses antes del parto. Esta "inhalación y exhalación" les permite practicar los movimientos, fortaleciendo sus pequeños pulmones antes del gran día.
Antes de que Dios soplara en su nariz, Adán era un bulto de tierra, que tenía la forma de hombre y, sin embargo, no era un hombre porque carecía de vida (o alma). No estaba acostado en el suelo, meneándose, sonriendo, chupándose los puños ni estaba jugando con los dedos de sus pies. Estaba inanimado porque Dios, el Dador de vida, aún no le había dado vida a su creación.
Hagamos un contraste con un bebé no nacido. En el útero, los bebés responden a la luz y al sonido (particularmente el sonido de la voz de su madre), aprenden los rudimentos del lenguaje, se chupan los pulgares y los puños, juegan con los dedos de los pies e incluso con el cordón umbilical, y patean, se estiran y se dan vueltas. Ahora se pueden hacer cirugías en el útero para salvar las vidas de los bebés no nacidos y los bebés que nacen demasiado prematuros para respirar por sí solos pueden sobrevivir con intervenciones médicas.
Dios le dió vida a Adán cuando sopló en su nariz; y le da vida a cada persona después de él (excepto a Eva) en el momento de la fecundación cuando comienza a crearlos asombrosa y maravillosamente.
Es evidente que un bebé no nacido y el cuerpo formado, pero aún no vivo, de Adán no son de ninguna manera análogos (¡ni estaban destinados a serlo!). Dios le dio vida a Adán cuando sopló en su nariz; y le da vida a cada persona después de él (excepto a Eva) en el momento de la fecundación cuando comienza a crearlos asombrosa y maravillosamente.
Aquellos que arrogantemente (a menudo por meme) afirman que la Biblia dice que la vida comienza en el primer aliento están torciendo las Escrituras para apoyar una agenda. Esas personas no aman genuinamente la Palabra de Dios, ni buscan agradar y honrar a Dios en su interpretación y aplicación de ella. Más bien, esas personas ya han rechazado a Dios y su Palabra como la autoridad y están buscando un "texto de evidencia" asequible para justificar sus propias creencias y acciones pecaminosas (y para convencer a los creyentes de ponerse de su lado). Pero Génesis 2:7 no enseña lo que ellos quieren que enseñe porque las Escrituras son totalmente consistentes desde Génesis hasta Apocalipsis, y siempre se trata a los no nacidos como seres humanos totalmente vivos porque... lo son.