En 2014, el grupo terrorista islámico, ISIS (Estado Islámico), retomó el control de algunas regiones de Irak, entre ellas, la región entera de Mosul, en donde estaba localizada la antigua ciudad de Nínive, capital de Asiria. Durante los tres años en los que el Estado Islámico conservó el control de esta área, inició una campaña de destrucción cultural, devastando varias mezquitas y tumbas, incluyendo la destrucción, el 24 de julio de 2014, de una tumba que tradicionalmente creen los musulmanes y algunos cristianos1 es la del profeta Jonás.2 Al creer que las tumbas y los santuarios en el interior de estas mezquitas son antagónicos o perversos, de acuerdo con su estricta interpretación del islam, estos tipos de sitios fueron demolidos. A finales de enero de 2017, al ser derrotado ISIS, Mosul y sus alrededores fueron recuperados por el ejército iraquí.
Nínive (la cual representa a la nación de Asiria) es mencionada con frecuencia en las Escrituras como enemiga y conquistadora del reino del norte de Israel y acosadora del reino de Judá; pero también es conocida como la nación que se arrepintió masivamente con la predicación de Jonás. Luego, aparentemente, los ninivitas volvieron a la idolatría, ya que profetas posteriores (como Nahúm) los condenaron y predijeron la destrucción de la ciudad de Nínive y del imperio asirio. Varios de los reyes asirios también son mencionados, normalmente integrando negociaciones con Israel o con Judá durante la división del reino.
En un artículo reciente3 en la revista Iraq (una publicación periódica de arqueología publicada por la Universidad de Cambridge), el autor y doctor Ali Yaseen Al-Juboori, observó varias inscripciones y artefactos de excavaciones realizadas en Nínive, algunas de1987-1992, que no han sido publicados. Otros artefactos e inscripciones fueron descubiertos recientemente como resultado de excavaciones de túneles hechos por ISIS probablemente buscando tesoros o artefactos asirios enterrados4, para venderlos en el mercado negro y así financiar su organización terrorista. Irónicamente, las excavaciones realizadas en 1987-1992 en Nebi Yunus y la Puerta de Nergal, aunque productivas, fueron suspendidas por temor a hacerle daño a la mezquita y la que por tradición se considera la tumba de Jonás. Pero ISIS no tenía tales escrúpulos y, de hecho, excavó más profundamente en áreas que hubieran sido inaccesibles para los arqueólogos iraquíes y extranjeros.
Con la recaptura de la ciudad en enero de 2017, los arqueólogos comenzaron a buscar sitios para ver qué había sido demolido o saqueado. Para su sorpresa, encontraron varios túneles. Aunque ciertamente algunas cosas fueron saqueadas y otros artículos fueron rotos o dañados, ISIS dejó intactos muchos artículos, ya que los consideró sin valor y también de poca importancia (y, por lo tanto, quizás inofensivos). Algunos de los hallazgos más importantes, analizados en este artículo científico, fueron inscripciones hechas por reyes asirios. El autor examinó estos nuevos hallazgos en marzo de 2017 y revisó inscripciones similares que fueron descubiertas (pero no publicadas) en las excavaciones de 1987-1992. A continuación, cubriremos algunas de las inscripciones traducidas, especialmente las que se refieren a la historia y los acontecimientos bíblicos.
Varias de las inscripciones recientemente descubiertas, así como las de 1987–1992 fueron encontradas en los paneles de los muros, y otras fueron encontradas en estatuas y pilares (o colosos). A continuacion las traducciones al español del inglés (las inscripciones originales están escritas originalmente en asirio).
El palacio de Esar-hadón, gran rey, poderoso rey, rey del mundo, rey de Asiria, gobernador de Babilonia, rey de Sumer y Acad, hijo de Senaquerib, rey del mundo, rey de Asiria, descendiente de Sargón (II), rey del mundo, rey de Asiria.
El palacio de Esar-hadón, gran rey, rey poderoso, rey del mundo, rey de Asiria, gobernador de Babilonia, rey de Sumeria y Acad; el que (re)construyó el templo del dios Assur (Ashur), (re)construyó Esagila y Babilonia, (y) renovó las estatuas de los grandes dioses; hijo de Senaquerib, rey del mundo, rey de Asiria, descendiente de Sargón (II), rey del mundo, rey de Asiria.
El palacio de Esar-hadón, rey fuerte, rey del mundo, rey de Asiria, gobernador de Babilonia, rey de Sumer y Acad, rey de los reyes de (el Bajo) Egipto, el Alto Egipto, rey de los cuatro cuadrantes, hijo de Senaquerib, rey de Asiria, hijo de Sargón (II), rey fuerte, rey de el mundo, rey de Asiria.
El palacio de Asurbanipal (Asnapar), gran rey, rey poderoso, rey del mundo, rey de Asiria, hijo de Esar-hadón, rey de Asiria, descendiente de Senaquerib, rey de Asiria.
ALGUNAS DE LAS INSCRIPCIONES… CORROBORAN A LOS PERSONAJES BÍBLICOS Y LOS NOMBRES DE LOS LUGARES, ASÍ COMO LA HISTOTIA BÍBLICA DE LAS PRÁCTICAS ASIRIAS.
Por supuesto, todos los reyes asirios mencionados en las inscripciones de Esar-hadón son mencionadas en la Biblia y en el orden correcto. Sargón II (llamado simplemente Sargón en las Escrituras) solo es mencionado una vez en Isaías 20:1; Senaquerib es mencionado varias veces (2 Reyes 18 y 19, 2 Crónicas 32, Isaías 36 y 37). La Escritura menciona que fue asesinado por dos de sus hijos y que otro hijo, Esar-hadón, reinó después de él. Esar-hadón solo es mencionado tres veces, en los pasajes de 2 Reyes 19:37 e Isaías 37:38 en los cuales simplemente registra que sucedió a su padre en el trono. Esdras 4:2 también menciona que los samaritanos y los pueblos mezclados de otras naciones conquistadas por Asiria fueron establecidos allí por Esar-hadón (tiempo después de la conquista del Reino del Norte de Israel en 722 a.C.). Asurbanipal, el autor de la última inscripción, era el hijo de Esar-hadón y también es mencionado en las Escrituras pero, dependiendo de la traducción en inglés, puede ser llamado con ese nombre o Asnapar, Osnappar o Asenafar en Esdras 4:10, donde él también aparece como un rey asirio que reubicó a personas que no eran israelitas en las regiones de Samaria.
Vale señalar que algunas de las inscripciones encontradas en la excavación de 1987–1992, así como las inscripciones recién descubiertas en túneles, corroboran a los personajes bíblicos y los nombres de los lugares, así como los relatos bíblicos de las prácticas asirias. Por ejemplo, una inscripción de Asurbanipal II (gobernante previo a los mencionados antes cuyo reinado está convencionalmente fechado entre 883–859 a.C.) declara:
La antigua ciudad de Cala (Cálaj) la cual Salmanasar, rey de Asiria, un gobernante quien me precedió, había construido—esta ciudad se había deteriorado; yacía dormida (y) se había convertido en ruinas en las colinas. Reconstruí esta ciudad. Tomé personas que había conquistado de las tierras sobre las cuales había ganado dominio, desde la tierra de Suḫu, (desde) toda la tierra Laqû, (desde) la ciudad Sirqu que está en el cruce del Éufrates, (desde) la totalidad de la tierra de Zamua, de Bit Adini (Beth Eden) y de Ḫatti, y de Lubarna (Liburna), de Ḫatinu. Yo (los) establecí allí.
El pasaje anterior de Asurbanipal II (Asnapar) no solo demuestra una metodología prevaleciente de reasentamiento como se registró y siguió siendo practicada por generaciones posteriores, según Esdras 4:10 , pero la ciudad de Cala (Cálaj) también se menciona en Génesis 10:11–12. De hecho, al revisar todas las inscripciones de este artículo, y se han mencionado solo pocas, es sencillo ver que ninguna de ellas contradice las Escrituras, y en realidad todas corroboran la historicidad de la Biblia. La Biblia no fue improvisada cientos de años después de los eventos descritos; la narrativa histórica y gran parte de las secciones proféticas (aquellas profecías que no son profecías por ocurrir) describen con precisión personas, lugares, nombres, títulos, costumbres de la antigüedad, pueblos y reinos, muchos de los cuales eran desconocidos en los anales de la arqueología moderna hasta que fueron redescubiertos por los arqueólogos en los últimos 150 años. Esto apunta a que los escritores de los libros de las Escrituras fueron inspirados por el Espíritu Santo, tal como se menciona en 2 Timoteo 3:16–17 y 2 Pedro 1:20–21. Para dar un giro positivo a la frase de advertencia que usamos cuando hablamos de hermenéutica5: ya que podemos confiar en las partes históricas de la Biblia, por favor considere poner su confianza en las partes de la Escritura que hablan del pecado del hombre y el remedio para ese pecado, ¡el evangelio de Jesucristo!