¿Existe vida inteligente en el espacio exterior? A pesar de que esta pregunta intriga a los científicos, la teología nos puede dar la respuesta.
Ocasionalmente en las conferencias, la gente me pregunta: “¿Cree Ud. en los OVNIS?”
Casi siempre respondo: “¡Absolutamente creo en los OVNIS! Cualquier objeto volador que no puede ser identificado es un OVNI.”
Luego, me cuestiono: “¿creo que realmente los OVNIS son piloteados por vulcanianos, klingonianos, o cardasianos? La respuesta es sencillamente que no.” ¡Perdónenme, fanáticos de Star Trek!
Pero, si es que no creo en extraterrestres volando en OVNIS, ¿querrá eso decir que descarto la idea de que exista vida inteligente allá afuera en el espacio? Como dijo una vez un amigo: “Observando los problemas en que se mete la gente, me pregunto si es que hay vida inteligente en la tierra; dejemos tranquilo al espacio exterior.”
Un buen amigo mío, el Dr. Clifford Wilson, autor del bestseller Crash Go the Chariots, realizó muchas investigaciones sobre los OVNIS. Una vez, me contó que la mayoría de los hechos fueron fenómenos naturales incomprendidos o mal interpretaciones de objetos fabricados por el hombre. Sin embargo, concluyó que hubo un porcentaje pequeño de casos que no pudieron ser explicados, y dejó abierta la posibilidad de que exista algún tipo de origen sobrenatural—aunque perverso. Pero a pesar de todo, no creemos en seres físicos e inteligentes que provengan de planetas que no sean de nuestra propia Tierra.
Un gran número de líderes evolucionistas, como el Dr. Carl Sagan, ha popularizado la idea de que debe haber vida inteligente en el espacio exterior. Desde una perspectiva evolucionista, tiene sentido destacar esa posibilidad. Las personas que la validan, afirman que la vida evolucionó en la Tierra por procesos naturales, y la vida inteligente debió haber existido en alguna otra parte del universo, dado el tamaño de éste y de la ilimitada posibilidad de planetas habitados.
Podríamos postular interminables posibilidades de vida inteligente en el espacio, pero rehúso tal posibilidad, porque creo en la versión cristiana sobre el mundo y fundamentado en la Biblia. Lo explico a continuación.
Durante los primeros seis días de la creación en Génesis 1, aprendimos que Dios creó primero la Tierra. En el Día Cuarto Él hizo el sol y la luna para la Tierra, y luego “Él hizo las estrellas también” (Génesis 1:16).
Desde estos pasajes de las Escrituras, se puede apreciar que la Tierra es muy especial—es el escenario central. Todo lo demás fue hecho con propósitos relacionados a la tierra. Por citar un ejemplo, el sol, la luna, y las estrellas fueron hechos “por señales, y para las estaciones, y para días, y años” (Génesis 1:14).
Durante todo el Antiguo Testamento, muchos pasajes distinguen entre el cielo y la tierra. Salmos 115:16 declara: “Los cielos son los cielos de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.”
Muchos otros pasajes mencionan que la Tierra es especial, haciendo hincapié que fue hecha para los humanos, y es el centro de la atención de Dios, tal como en Isaías 66:1: “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies…”
Isaías 40:22 compara los cielos a una cortina que Dios básicamente estiró alrededor Suyo: “Él está asentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas: él extiende los cielos como una cortina, tiéndelos como una tienda para mostrar.”
Ciertamente, tales versos quieren decir que la Tierra está especialmente separada y considerada en comparación con el resto del universo, de este modo, sugieren que solamente la Tierra fue creada para la vida. Hasta ahora, y basado en la limitada exploración humana del espacio y del sistema solar, esto indudablemente ostenta veracidad.
Pero, también hay una razón teológica que creo quita toda posibilidad de vida inteligente en el espacio.
La Biblia nos muestra claramente que “toda la creación gime” por el pecado de Adán. Cuando Adán cayó, todo el universo fue afectado. Pero, no solamente eso, en un futuro habrá “un cielo nuevo y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra pasaron…” (Apocalipsis 21:1).
Isaías 34:4 cita: “Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro: y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.”
SI EXISTIERAN SERES INTELIGENTES VIVIENDO EN OTROS PLANETAS, HABRÍAN SUFRIDO LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO DE ADÁN, Y NO HUBIERAN TENIDO OPORTUNIDAD DE SER SALVADOS A TRAVÉS DEL SACRIFICIO DE CRISTO.
Ahora bien, esto es lo que sucede. Si existieran seres inteligentes viviendo en otros planetas, hubieran sido afectados por la caída de Adán, ya que toda la creación lo fue. Esto quiere decir que estos seres también morirían porque la muerte es el castigo al pecado. Un día sus planetas serían destruidos con fuego durante el juicio final de Dios, ni siquiera podrían obtener la salvación, porque la bendición de la salvación ha sido dada únicamente a los humanos. Cuando Jesucristo entró en la historia, Él se hizo Dios-hombre. La Biblia lo llama “el postrer Adán” y el “segundo hombre” (1 Corintios 15:45, 47). Él se hizo el segundo hombre perfecto (Adán era perfecto antes de que pecara), y Él tomó el lugar de Adán al morir por la raza humana. Cómo el primer Adán fue la cabeza representativa de la raza humana, entonces Jesús se volvió la nueva cabeza, el postrer Adán. Por lo cual, no puede haber ningún otro Salvador, sino Cristo. Ahora Jesús, sentado en los cielos, mantiene Su condición humana, junto al trono de Su Padre. Si Jesús se desprendiera de Su condición humana, no tendríamos a un Salvador. Él mantiene Su condición de Dios-hombre para siempre.
Tome nota, Jesús no se hizo un “Dios-“klingoniano”,” un “Dios-vulcaniano,” o un “Dios-“cardasiano””—Él se hizo el Dios-hombre. Teológicamente, es inverosímil pensar que haya otros seres inteligentes que sufran por la culpa del pecado de Adán, sin que ni siquiera tengan la posibilidad de ser salvados.
Ahora bien, en cuanto a la flora y fauna, no podemos ser tan inflexibles en pensar que no existe vida en otro lugar del universo. Los pasajes bíblicos acerca de los cielos y la Tierra no lo citan. No obstante, sospecho enérgicamente que no existe vida en ningún otro lugar.
Entonces, la próxima vez que escuches a alguien hablar sobre los OVNIS, piensa en los pasajes de las Escrituras citados arriba y úsalos para presentar el evangelio: “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados” (1 Corintios 15:21–22).
Funcionarios Militares revisaron restos de un supuesto OVNI estrellado en las afueras de Roswell, New México. Inicialmente, el gobierno anunció que capturaron un platillo volador. Pero, un par de horas más tarde, cambiaron su versión diciendo que sólo fue un globo meteorológico.
Uno de los reportes más grandes de avistamientos (entre un centenar) ocurrió en el área metropolitana de Washington, DC. Según los reportes, los puntos luminosos del radar mostraban que estos viajaban alrededor de los 160 km/h y que podían alcanzar velocidades hasta 11,587 km/h.
Oficiales reportaron que el origen de estos avistamientos fue el resultado de “cambios de temperaturas,” lo cual causó iluminaciones en el suelo que rebotaban hasta las nubes y daban la apariencia de objetos brillosos en el cielo.
Funcionarios locales reportaron movimientos rápidos de objetos con forma de disco en el sureste de Michigan. Un experto en OVNIS investigó los avistamientos y descartándolos dijo que solamente fueron “biogases de pantano.”
Miles de testigos oculares reportaron haber visto OVNIS sobrevolar la ciudad de Phoenix. Referidos como las “luces de Phoenix,” estos objetos fueron también vistos por lo menos en cinco otras localidades. Una investigación hecha por el personal de la Fuerza Aérea Norte Americana dijo que los OVNIS fueron el resultado de bengalas tiradas desde un A-10 “Warthog.”
Por más de dos años, mucha gente reportó extraños objetos sobre el interior del Mar de Mármara, entre el Bósforo y el estrecho de Dardanelos. El principal testigo fue un nochero quien los grabó consecutivamente entre mayo y septiembre en el año 2008. Mucha gente lo considera como la grabación más importante nunca antes hecha a un OVNI. Aún no existe explicación.