Es triste, pero cierto: los dinosaurios son probablemente el recurso más usado por sobre todos los demás en los intentos para convencer a niños y adultos que la evolución es un hecho. Tanto así es que, para muchos, las palabras “dinosaurios” y “evolución” son casi sinónimas.
A través de los años, se me ha pedido en numerosas ocasiones explicar cómo “encajan o caben en la Biblia” los dinosaurios. Sin embargo, tú no “encajas” dinosaurios con la Biblia. Ves, lo que hace la mayoría de las personas es tomar las interpretaciones falibles de los hombres respecto a los huesos que se encontraron y, de alguna manera, tratan de conciliarlos con la Biblia.
Pero, la Biblia es (entre otras cosas) un libro de historia verdadera. Dios nos ha revelado los mayores eventos de la Historia, desde los principios del tiempo capacitándonos para construir una manera de pensar y entender el universo.
Cuando una persona acepta la cronología histórica como se presenta en las Escrituras, es fácil el explicar los dinosaurios. Cuando se entiende que los animales de la tierra (inclusive los dinosaurios) fueron hechos en el sexto día de la creación - y que por consiguiente no había muerte (de animales u hombres), enfermedades (hay huesos de dinosaurios que muestran evidencia de enfermedades como el cáncer) antes del pecado–que todos los tipos de animales (inclusive dinosaurios) estaban en el arca–y que muchos de los grupos de animales (incluyendo dinosaurios) murieron a partir del diluvio (debido a que el pecado, la maldición y el diluvio afectaron el mundo), entonces es fácil explicar la historia de los dinosaurios.
Además, existe un montón de evidencia (tales como tallados y pinturas de figuras como de dinosaurios) y huesos de dinosaurios sin fosilizar que contienen sangre y células rojas, lo cual tiene sentido a la luz del reporte bíblico de la historia. ¿Sabía usted que un dinosaurio puede ser encontrado descrito con detalles en la Biblia? Revise Job 40:15–19. Y si las notas al pie de su Biblia señalan que el animal descrito era un elefante o hipopótamo, lea el pasaje de nuevo para darse cuenta de que aquello no puede ser posible.
¿Sabía usted que la palabra “dinosaurio” fue inventada y usada por primera vez en 1841? Probablemente los dinosaurios fueron llamados “dragones” antes de aquella fecha. La palabra hebrea para “dragón” se usa en varias ocasiones en el Antiguo Testamento. Existen varias leyendas de dragón que prevalecen en culturas alrededor del mundo. Es posible que ésas sean los relatos sobre encuentros con las bestias que hoy llamamos dinosaurios.
La razón por la cual muchos cristianos no han sido capaces de dar respuestas respecto a los dinosaurios se debe a que han tratado de “encajarlos” (o acomodarlos) dentro de la Biblia, en vez de usar la Biblia y su verdadero registro de la historia para explicarlos. Aquello es realizado en detalle en mi libro The Great Dinosaur Mystery Solved! (“¡El gran misterio del dinosaurio resuelto!)
De hecho, en el ministerio Respuestas en Génesis (Answers in Genesis), le decimos a los dinosaurios “lagartos misioneros”. Esto debido a que nosotros podemos mostrarle a la gente que la Biblia efectivamente explica a los dinosaurios y tiene sentido con la evidencia que podemos encontrar alrededor del mundo. A propósito de los dinosaurios, también se debe hablar sobre la muerte (pues al final, ¡los fósiles de dinosaurios nos muestran a muertos!) y el origen de ésta a causa del pecado. Esto nos conduce a una discusión sobre el evangelio.
Como el tema del diluvio de Noé se discute (un diluvio que enterró a millones de millones de criaturas, incluyendo dinosaurios, siendo ésta la principal causa de la mayoría de los fósiles de dinosaurios), el asunto vital de la salvación también puede ser cubierto. Después de todo, el arca de Noé es una imagen de la salvación en Cristo. Tal como Noé tuvo que atravesar una puerta para ser salvo, así también cada uno de nosotros debe pasar por una puerta: el Señor Jesucristo.
Jesús dijo en Juan 10:9: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo . . .”. Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Es muy importante que los niños, jóvenes y adultos estén informados de la verdad acerca de los dinosaurios. Esto les dará entonces respuestas poderosas para testificar a un mundo escéptico. A medida que los no cristianos escuchen como explica la fe cristiana a los dinosaurios, muchos serán desafiados para escuchar lo que tiene que decir el resto de la Biblia. Nos gozamos en que muchos ya hayan sido ganados para el Señor a través de esta aproximación.
Y vaya qué diferencia hace en la vida de los cristianos, joven o viejo, cuando ellos pueden tener respuestas que los capacitan para estar de pie en medio de un mundo incrédulo.