¿Nació Jesús entre los animales en el establo porque no había lugar para José y María en el mesón? Tim Chaffey, ReG-EUA, examina esta creencia popular.
Malentendido: Jesús nació entre los animales en el establo porque no había lugar para José y María en el mesón.
Hace algunos años, asistí a un drama de Navidad representado por los miembros de mi iglesia local. El protagonista de la obra fue un mesonero. Él se vio forzado a rechazar a José y María (que acababan de llegar a Belén) porque el hotel estaba completamente lleno. Sin embargo, el mesonero halló lugar para ellos en uno de los establos cercanos. El reparto actuó de manera maravillosa, y su representación de la noche en que Cristo nació es muy común, ¿pero cómo se compara esto a la Palabra de Dios?
La información sobre el nacimiento de Cristo es registrada en el 2do capítulo de Lucas:
4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. 6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. (Lucas 2:4–7)
Tal vez parezca sorpresa para algunos que la Biblia no nos provee información con más detalles que estos sobre el nacimiento de Cristo. Los siguientes pasajes en Lucas 2 comentan el anuncio del nacimiento de Cristo dicho por el ángel a los pastores y la posterior visita de los pastores a ver a Jesús. Mateo 1:24–25 expresa que José tomó a María como “su mujer, pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús.’’ El siguiente capítulo expresa la visita de los Magos algún tiempo después y el escape a Egipto.
LA BIBLIA DECLARA QUE NO HABÍA LUGAR PARA ELLOS EN, KATALUMA, EL CUAL SERÍA MEJOR TRADUCIDO COMO “CUARTO DE HUESPEDES”.
Algunos puntos deben hacerse cuando comparamos la narración moderna del nacimiento de Jesús con la verdad de Las Escritura. Primero, sin duda la Biblia enseña que Jesús nació en Belén, pero no declara que José y María llegaron a la ciudad justo a tiempo para el parto. De hecho, este escenario es altamente poco probable ya que es cuestionable que los dos quisieran intentar hacer un arduo viaje de 70-millas (112.65 kilómetros) desde Nazaret en las etapas finales de su embarazo. También, Lucas 2:6 implica que ellos estaban en Belén por un tiempo antes de Jesús nacer (“Y aconteció que estando ellos allí, llegó el tiempo del alumbramiento”). Segundo, la Biblia no menciona que un mesonero les dijo que el mesón estaba lleno esa noche. La razón que imaginamos este escenario es porque los traductores en la mayoría de versiones han escogido la palabra “mesón” para traducir la palabra griega καταλυμα (kataluma), que le da una errónea impresión a los lectores modernos1. Jesús usó esta misma palabra griega en Lucas 22:11 para referirse a un “cuarto de huéspedes”. Esta habitación es conocida como aposento alto, la escena de la cena del Señor, la comida que Jesús comió con Sus discípulos la noche antes de Su crucifixión.
Esto tal vez no suene convincente para la mayoría de personas que están familiarizadas con la tradicional historia navideña. Pero considere que la lengua griega tiene una palabra para hotel o mesón. De hecho, Lucas la usó en Lucas 10:34, cuando él escribió acerca del Buen Samaritano que tomó al hombre golpeado al “mesón” (pandocheion, πανδοχειον) y pagó al “mesonero” (pandochei, πανδοχει, v. 35) para cuidar a aquel hombre.
Pues Lucas estaba familiarizado con el término adecuado para mesón, ¿por qué no usó ese término en el relato del nacimiento de Jesús? La respuesta más probable es que José y María no intentaron quedarse en un mesón. La Biblia declara que no había lugar para ellos en, kataluma, el cual sería mejor traducido como “cuarto de huéspedes”.
José y María regresaron a la casa ancestral de José en Belén debido al censo (Lucas 2:1–4)2. Como el edicto fue proclamado a través del Imperio romano, muchas familias Judías necesitaron viajar a Belén durante este tiempo y se alojaron con los familiares que vivían en esa ciudad.
José y María de seguro se quedaron en la casa de los familiares de José en Belén, pero debido a la gran afluencia de personas, la casa habría estado llena y el kataluma (cuarto de huéspedes) estaba atestado y el kataluma (cuarto de huéspedes) habría estado atestado. Por esto, José y María habrían sido relegados a vivir en un nivel inferior de la casa. Es difícil de creer que una María embarazada habría rechazado la casa de un familiar en una sociedad que valoraba los lazos familiares.
Los arqueólogos han excavado casas del primer siglo de la zona montañosa Judía. Ellos descubrieron que el nivel superior sirvió como sala de huéspedes mientras que el nivel inferior sirvió como sala y comedor. En ocasiones, los animales más vulnerables habrían sido llevados en las noches para protegerlos del frío y los robos. Esto debe sonar extraño para muchos de nosotros, ya que no soñáramos con traer nuestro ganado a nuestra casa de noche, a pesar de eso hoy en día en algunos países de Europa (Por ejemplo: Alemania y Austria), la casa de la granja y los cuarteles de los animales están regularmente en diferentes partes del mismo edificio.
Hay apoyo bíblico de este concepto de animales dentro de la casa. La infame historia de Jefté (Jueces 11) relata que él planeó sacrificar la primera cosa que saliera de su casa a su regreso. Aparentemente, él esperaba que un animal saliera de su casa. Él no sabía que su hija saldría a saludarlo antes de que cualquier otro animal saliera. Así que aquí vemos precedentes bíblicos de mantener animales en la casa.
Aquí es donde entra en acción el pesebre. María puede que haya dado a luz en el nivel inferior de una casa atestada, en la cuale algunos de los animales habrían sido traídos por la noche3. Ella entonces envolvió a Jesús en pañales y acostarlo en el pesebre (comedero)4.
Y claro, nunca deberíamos estar tan enfocados en los detalles de este acontecimiento que nos olvidamos del punto más importante. Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, se hizo descendiente de Adán y con esto Él pudo ir a la Cruz y morir en nuestro lugar. Ahora los descendientes de Adán pueden salvarse de una separación eterna a su Creador. Dios dio a Su Hijo al mundo, el cual es el mejor regalo que se ha dado. Celebremos esta verdad y digámosle al mundo sobre el maravilloso amor de Dios.
Un agradecimeinto muy especial a Joseph Manzanillo por la traducción del artículo.