Siempre me emociono cuando leo acerca de los hallazgos arqueológicos en el Medio Oriente que confirman lo que dice la Palabra de Dios. Tales descubrimientos han ocurrido muchas veces a lo largo de los años. Bueno, un reciente hallazgo en Jerusalén nos da una mirada personal del mayor de los reyes de Judá: Ezequías, el gran reformador. El relato bíblico de Ezequías y sus reformas religiosas resultan inspiradores y alentadores para mí en un nivel personal. El verano pasado escribí un artículo para la Revista Respuestas (Answers magazine) sobre el levantar reformadores como Ezequías para nuestros días. Les animo a leer la versión en línea de este artículo en nuestro sitio web.
Pues bien, en el Antiguo Testamento leemos sobre el rey Ezequías, uno de los reyes más grandes luego de David y Salomón. Vivió cerca del 700 antes de Cristo, y su grandeza proviene del hecho de que “hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre” (2 Crónicas 29:2). Debido a que amaba al Señor este rey de Judá “ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios. En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón y fue prosperado” (2 Crónicas 31:20–21). Él destruyó los ídolos (2 Crónicas 31:1), purificó el Templo e hizo que se restauraran los sacrificios (2 Crónicas 29) y comenzó a celebrar la Pascua una vez más (2 Crónicas 30). Segunda de Reyes 18:5 dice de él: “En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá.”
Los acontecimientos del reinado del rey Ezequías ya han sido confirmados por la arqueología. Segunda de Crónicas 32:2–4 y 2 Reyes 20:20 hacen mención del túnel de Ezequías, excavado con el propósito de prepararse para un asedio asirio (un asedio que Dios sobrenaturalmente evitó que sucediera según se relata en 2 Reyes 19:25–36). Este túnel sigue siendo parte del sistema de agua de Jerusalén hasta el día de hoy. La Biblia menciona que Senaquerib sitió la ciudad de Judea de Laquis y la conquistó (2 Reyes 18:13), fue derrotado en Jerusalén, y luego fue muerto por sus hijos en el templo de su dios (2 Reyes 19:37). Tanto el sitio de Laquis como su muerte han sido confirmadas por la arqueología.
En el día de hoy, nuevamente la arqueología nos ofrece ahora una mirada más personal sobre Ezequías. Entre un montón de basura a las afueras de un edificio real ubicado en Jerusalén, una pequeña impresión de un sello llamado “bulla”, fue descubierto. De apenas la mitad de una pulgada de ancho (1,27 cm), en este sello se lee: “Pertenencia de Ezequías, [hijo de] Acaz, rey de Judá”. Eilat Mazar, un arqueólogo de tercera generación que dirige la excavación, señala: “El sello del rey era muy importante. Podría haber sido una cuestión de vida o muerte, por lo que es difícil de creer que alguien más hubiese tenido el permiso para usar el sello. Por lo tanto, es más que razonable suponer que estamos hablando de una impresión hecha por el propio rey, usando su propio anillo.” Éste es el primer sello con el nombre del rey Ezequías que ha sido descubierto por un arqueólogo (otros han sido vendidos en el mercado de antigüedades, pero no fueron descubiertos por los arqueólogos, por lo que su autenticidad es cuestionable). En consecuencia, ofrece acercamiento personal al rey Ezequías ya que el sello probablemente vino desde el anillo de su dedo. Puede dar un vistazo a una fotografía de este sello. [Véase una foto en el eslabón.]
Este increíble descubrimiento confirma la Palabra de Dios una vez más. ¿Acaso no es emocionante ser cristiano y ver cómo la ciencia está en constante confirmación de la verdad de la Palabra de Dios? Por supuesto, ya que la Biblia es verdadera historia registrada, esto es exactamente lo que deberíamos esperar. ¡Y es exactamente lo que vemos!
Puede leer más sobre la arqueología y la Palabra de Dios en el capítulo “¿Apoya la Arqueología a la Biblia?” del Libro 1 de Las Nuevas Respuestas (The New Answers Book 1).
Gracias por tomarse el tiempo de leer y por sus oraciones,
Ken
Este artículo fue escrito con la ayuda del equipo de investigación de AIG (Respuestas en Génesis en inglés).