Algunos piensan que la Biblia justifica sus actitudes racistas. Pero, cuando examinamos lo que dice la Biblia acerca del origen de los diferentes grupos de personas, tenemos una historia diferente.
Nota del editor: Este artículo fue publicado originalmente en la revista Answers.
Es fácil ver que las personas vienen de todo tipo de tamaño y forma. Algunos son bajos, otros altos, algunos tienen cabello rojo, algunos tienen cabello café, algunos tienen narices grandes . . . bueno, ya captaste la idea. Es una variedad asombrosa de personas.
A pesar de esta variedad, solemos agrupar a las personas de acuerdo a una o más características físicas que comparten en común. Estos grupos a menudo se llaman “razas”, y la característica que las define, “características raciales”.
Muchas personas tratan diferente a otros, dependiendo de estas supuestas características raciales. Ellos creen que esas diferencias son más que sólo la profundidad de la piel y tienen implicaciones por su valor como seres humanos, y hasta su lugar en la “escala evolucionaria”. ¿Es esto justificable? ¿Cuántas “razas” de personas hay? ¿Cómo llegaron a existir y, estas diferencias, justifican el prejuicio?
La Palabra de Dios resuelve este problema. Hay sólo una raza de personas. Esto es claro de la historia encontrada en Génesis.
En el principio, Dios creó al primer hombre, Adán. Después Él creó a la primera mujer, Eva, de un costado del hombre. Adán y Eva fueron nuestros padres originales, hechos a la imagen de Dios.
Todos los humanos pueden ser rastreados a estas dos personas. Esto está muy claro en Génesis 3:20, donde Adán dijo que Eva “era la madre de todos los vivientes”. Entonces, si somos descendientes de Adán y Eva, deberíamos parecernos mucho, ¿no es así? ¿Cómo podemos explicar las diferencias en las personas?
Génesis 11 describe un tiempo cuando los humanos se rebelaron en contra de Dios al instalarse en Babel y rehusarse a dispersarse por el mundo. Debido a esto, Dios confundió su lenguaje, y grupos de personas se separaron y se distanciaron uno de otro.
Como consecuencia de Babel, los grupos de personas se aislaron genéticamente.
Como consecuencia de Babel, los grupos de personas no se podían mezclar fácilmente. Se aislaron genéticamente, dando por entendido que se casaron y tuvieron hijos principalmente con su grupo particular. Mientras los años pasaron, cada grupo generó su propia cultura y formas de hacer las cosas. Aislados genéticamente, ciertos rasgos físicos se volvieron notorios en cada grupo. Estas características étnicas son erróneamente consideradas características raciales; pero realmente sólo hay una raza: La raza humana. Todas estas personas fueron simples personas.
Usemos el color de piel para ilustrar el proceso.
El pigmento primario y responsable por el color de piel de cualquier persona es la melanina. Básicamente, todos tienen el mismo color de piel – sólo que tenemos tonos variados de piel. Las dos formas de la melanina son eumelanina (café a negro) y feomelanina (rojo a amarillo). Su proporción determina el color de piel.
Así que, ¿qué es lo que causa que algunas personas tengan piel muy oscura mientras la piel de otros es más clara? El lugar donde viven hace la diferencia. Por ejemplo, la piel oscura en personas viviendo en regiones cerca del ecuador, las protege de la intensa luz solar, reduciendo el riesgo de cáncer de piel. Las personas en latitudes más altas en donde hay menos intensidad de luz solar, necesitan piel más clara para producir vitamina D con más eficiencia. En cada caso, aquello que tuvieron las características propicias a vivir en la región, se quedaron y se reprodujeron. Los que no lo hicieron, se movieron o se murieron.
A través de muchas generaciones, estas características favorables serían llevadas adelante en el pozo genético, y las características menos favorables tenderían a perderse. Así, la variabilidad genética en poblaciones aisladas, se redujo gradualmente. Así que, las personas de hoy con piel muy oscura, normalmente tienen hijos con piel oscura y las personas con piel muy clara comúnmente tienen hijos de piel clara.
Sin embargo, las personas con piel “medio café”, comúnmente tienen hijos con un rango más amplio de tonos de piel. ¿Por qué? Porque estos grupos de personas “medio cafés” aún tienen variabilidad genética significante concerniente al tono de piel.
Basado en nuestro entendimiento de heredar el tono de piel, sospechamos fuertemente que Adán y Eva eran de un tono de piel medio café. Esto daría el rango más amplio de tonos de piel en sus hijos, desde muy claros a muy oscuros.
Detrás del tono de piel, se usan otras características para distinguir un grupo de personas de otro. Éstas incluyen cabello liso y chino, el grosor de labios y la forma de los párpados. Estas características se habrían desarrollado o convertido más prominentes en varios grupos aislados de personas a través de las generaciones. Lamentablemente, en lugar de dar la gloria a Dios por las diferencias entre nosotros, nosotros, los seres humanos caídos, las usamos como excusa para juzgar a nuestro compañero. ¿Por qué?
El problema es que la mayoría de personas, incluyendo a muchos cristianos, no basan su visión global y valores en la Biblia. En lugar de eso, ignoran la verdad de Dios y adoptan ideas y valores del hombre. Esto es siempre peligroso, pero podría ser demasiado destructivo en el área de orígenes humanos y sus implicaciones para la conducta social.
La vista de los orígenes más prominente el día de hoy, se llama evolución. De acuerdo a visión global evolucionaria, los humanos evolucionaron de un ancestro con forma de mono a través de millones de años. Desafortunadamente, muchos han usado esta filosofía para enseñar que diferentes grupos de personas evolucionaron a velocidades diferentes. Esto les permitió considerar a algunos grupos de personas como “menos evolucionados” que otros, a algunas “razas” más cerca de los monos que otras (siempre poniendo su propia “raza” al principio de la escala, por supuesto).
Mientras el pensamiento evolucionista ciertamente intensifica las actitudes racistas, la evolución no es la causa del racismo. La causa del racismo es el pecado. La inhumanidad del hombre hacia su compañera ha existido desde la caída. El primer pecado registrado después de que Adán comió del fruto prohibido, es Caín matando a su hermano Abel; y unos pocos versículos después en el mismo capítulo, Lamec de verdad presume de matar a un hombre. Sin embargo, la evolución ha sido usada como justificación para el racismo. El difunto profesor de Harvard, Stephen Jay Gould, dijo: Los argumentos biológicos para el racismo pudieron haber sido comunes antes del 1859 (el año que fue publicado el libro de Darwin En el origen de las especies), pero se incrementaron por orden de magnitud siguiente la aceptación de la teoría de la evolución.
Las ideas evolucionarias acerca de las razas, enseñadas por muchas décadas, ahora están tan arraigadas en el pensamiento de algunas personas que es imposible corregir su mala apreciación. Pero, en verdad, todos los humanos son completamente humanos. Ningún grupo de personas están menos evolucionadas que otras. De hecho, la diferencia genética entre cualesquiera dos personas, sólo es cerca de una décima de un porciento, insignificante. De manera interesante, ¡la variación genética entre las personas dentro de un grupo étnico en particular comúnmente es más grande que entre miembros de diferentes grupos étnicos!
Los científicos involucrados en mapear el genoma humano, han declarado que hay sólo una raza: la raza humana. Hasta hay quienes han dicho que el término raza no tiene sentido.
La Palabra de Dios es clara. Sólo hay una raza.
Hechos 17:26 dice: “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación.”
Podemos hablar correctamente de grupos de personas, pero sólo entendiendo que estos grupos representan a lo que la Biblia se refiere como “tribus” o “naciones”. Las personas tienen herencias étnicas y culturales que pueden ser honradas y celebradas.
Pero todos somos una sangre. Aun en medio de nuestras diferencias, somos iguales.
La idea de las razas nos lleva a hacernos una pregunta muy seria: Si hay razas diferentes, ¿por cuál raza murió Jesús? La respuesta tiene consecuencias eternales.
Todos los seres humanos están relacionados. Podemos rastrear nuestro linaje hasta el primer hombre, Adán. Como descendientes de Adán, todos somos pecadores. Como pecadores, tenemos la necesidad de un Salvador (Romanos 5:12).
Cristo Jesús, el postrer Adán, nació como hombre, como descendiente de Adán (1 Corintios 15:45). Debido a este nacimiento, fue capaz de servir como nuestro Redentor. Fue crucificado, murió, y resucitó. Venció a la muerte, y aquéllos que ponen su fe y confían en Él, no necesitan temer a la muerte, ya que heredarán vida eterna. “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (1 Corintias 15:22).
Dr. Tommy Mitchell, Un miembro del American College of Physicians, obtuvo su MD de la Vanderbilt University School of Medicine y practicó medicina por 20 años. Ahora es un orador para Respuestas en Génesis – EE.UU.