Fallecimiento de nuestro compañero de ministerio Adauto Lourenço

Adauto Lourenço

Adauto Lourenço visitó la universidad donde yo estudiaba para presentar una conferencia. Él no lo sabía, pero ese día plantó una semilla que condujo al trabajo que hoy realizo en Answers in Genesis. Dios usó a Adauto para traerme de regreso a Él cuando estaba en la universidad. Aunque fui criada como cristiana, en mi vida universitaria me bombardearon con ideas evolucionistas que influyeron para alejarme de Dios y de la iglesia. Dios usó a Adauto para abrir mis ojos, y esa noche después de su conferencia, Dios me reconcilió consigo mismo. Esa misma noche, decidí que quería hacer lo que fuera necesario (obtener una maestría o un doctorado) para llegar a ser como ese hombre y hacer por los demás lo que Dios permitió en Adauto hacer en mi vida. Él me inspiró a convertirme en una herramienta en las manos de Dios. Eso desafió mi alma.

En la conferencia que presentó mencionó y destacó los recursos del ministerio Answers in Genesis. Me conecté a Internet y comencé a leer todos los artículos. Algunos años después vi que el Creation Museum iba a abrir sus puertas y decidí venir a Estados Unidos para ser voluntaria en el museo y aprender más sobre la creación. En esas cinco semanas de voluntariado, aprendí sobre la creación, pero fueron las enseñanzas de Answers in Genesis sobre el Creador las que desafiaron mi corazón y mi mente.

Aproximadamente 15 años después de esa noche en la que Adauto habló y plantó una semilla en mi corazón, comencé a trabajar para Answers in Genesis como doctora en paleontología en el departamento de investigación. En el 2021, tuve el honor de servir a su lado, en nuestra primera conferencia juntos.

Adauto apoyó el ministerio Answers in Genesis Brasil y era uno de los conferencistas ya confirmado para participar en el próximo evento que se realizará en el país en octubre de este año.

Enseñó e influyó a muchos, y así es como se esparcen las semillas en la tierra. Él ahora se regocija con su Creador, el Señor y Rey que reina soberanamente, Aquel que tiene todos nuestros días contados. Adauto puso las manos en el arado. Puso su vida en Cristo. Le entregó sus manos al Maestro y ahora descansa en la presencia de Aquel a quien amó, sirvió y honró durante su vida.

Gracias Adauto por servir a nuestro Creador, por apoyarnos y bendecirnos con tantas enseñanzas.

Gracias por pelear la buena batalla, por enseñar a miles a mantener la fe. Terminaste tu carrera. Tus manos ya no están en el arado; ahora sostienen las manos de tu Señor.