Hoy en día los científicos han incrementado sus conferencias y artículos relacionados a un multi-universo. ¿Qué es un multi-universo? El multi-universo es la creencia que nuestro universo es sólo uno de muchos universos. Es de suponer que cada universo existe de manera paralela e independiente uno del otro. Si esto suena como ciencia ficción, filosofía o religión, es debido a que un multi-universo puede ser clasificado en cualquiera de esas categorías. Sea lo que sea, un multi-universo definitivamente no es ciencia. ¿Cómo puede ser científico el multi-universo (dado que la ciencia es el estudio del mundo natural mediante nuestros cinco sentidos) cuando otros universos, por definición, están más allá de nuestra capacidad de detectar?
Dentro del paradigma de un multi-universo, ¿cuántos universos existen? El número de universos es enorme, probablemente infinito. Las propiedades de cada universo podrían ser distintas, por lo que nadie esperaría que dos universos sean los iguales. Dichas diferencias son fundamentales, incluyendo las diferencias en las constantes físicas y la forma en que opera la física. La propiedad de los universos existentes es que la vida no sería posible en ellos. Esto revela la razón primaria para creer en multi-universos. Consideremos nuestro propio universo; durante mucho tiempo ha sido reconocido que, si, ciertos parámetros físicos del universo divergieron tanto de los valores que actualmente tienen, entonces la existencia de vida no sería posible. En 1973, el físico teórico australiano Brandon Carter creó el término principio antrópico para describir su observación. El principio antrópico en sí mismo sugiere que nuestro universo fue diseñado. Esto es exactamente lo que ha predicho la creación bíblica. Por otro lado, no es lo que ha hecho la evolución.
En el sentido más amplio, la evolución es la creencia que el mundo ha venido por medio de un proceso totalmente natural. El origen de la vida es sólo un ejemplo de los procesos naturales planteados por la evolución. Si la vida surgió en la tierra, pero no en ningún otro lado, entonces por definición la tierra es única. Pero si la tierra es única, entonces tiene un estatus privilegiado que a la vez sugiere la posibilidad de que la tierra y la vida en la tierra fueron diseñadas. Y diseño implica tener un creador, que nos trae de nuevo a la creación. Por lo tanto, la mayoría de las personas que creen en la evolución también creen que la vida es relativamente común en el universo. Esto equivale a jugar las posibilidades de creer que la vida surge siempre que las condiciones son propicias para vida. Pero para jugar esas posibilidades, la tierra y los planetas deben ser comunes en el universo. Por lo tanto, no hay nada especial relacionado a la tierra, ni al sol que orbita la tierra o la ubicación del sistema solar en la galaxia. Es decir, las condiciones que produjeron el ambiente que encontramos en la tierra deben ser “promedias”.
Hace más de medio siglo, el cosmólogo británico nacido en Australia Hernan Bondi creó el término Principio de Copérnico para referirse a la mediocridad asumida de nuestro lugar en el universo. Bondi tomó este nombre debido a que cuatro siglos antes Nicolás Copérnico había desempeñado un rol clave en remover la tierra del centro del sistema solar, el lugar que algunos habían visto como una posición privilegiada. Un siglo antes, la obra del astrónomo estadounidense Harlow Shapley desplazó al sol del centro de la vía láctea. Poco después, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble demostró que nuestra vía láctea era sólo una de las miles de millones de galaxias. Este trabajo sugirió que no estábamos en ninguna ubicación particularmente importante.
Aquellas personas que creen en un multi-universo quieren hacer lo mismo para el universo: su argumento es que, así como no hay nada excepcional en nuestro planeta, tampoco hay nada excepcional en nuestro universo. Después de todo, si hay sólo un universo y parece como que ha sido diseñado, entonces llegamos nuevamente a la conclusión que debe haber un Creador. Sin embargo, si nuestro universo es sólo uno en una infinidad de universos, regresamos al juego de las posibilidades. La probabilidad de que nuestro universo haya ocurrido por casualidad es extremadamente diminuta, pero si hay un número infinito de universos, entonces la probabilidad de que al menos algunos universos hayan propiciado vida (como lo es nuestro universo), entonces es más probable. Por lo tanto, debe haber un multi-universo. Así se afirma que hay un proceso de selección después de todo, que podemos existir sólo en un universo en donde pueda existir vida. En universos donde es imposible que exista vida, no hay nadie para contemplar el significado de la existencia. Por lo tanto, no debemos estar sorprendidos que existamos en un universo donde es posible que haya vida. Es decir, la apariencia del diseño es sólo eso, apariencia.
Tengamos en cuenta que no hay ciencia en todo esto. En cambio, la creencia en el multi-universo es un intento desesperado para evadir las implicaciones del diseño aun cuando el diseño nos está mirando fijamente al rostro. Muchas veces los argumentos para fundamentar el multi-universo están redactados en términos seudocientíficos para hacerlos parecer científicos (por ejemplo, uno de los primeros libros a nivel popular referente al tema fue hecho en 1997 titulado Antes del comienzo: Nuestro universo y otros por el famoso astrofísico británico Martin Rees) pero otra vez, no hay ciencia aquí. Por el contrario, sería el mejor argumento filosófico o, mejor aún, equivale a un argumento religioso. ¿Cómo puede ser esto, teniendo en cuenta que la mayoría de los creyentes en el muti-universo son ateos? Está claro que la creencia en el Dios creador de la Biblia es religiosa. Sin embargo, si uno construye un concepto que no se puede probar para evitar la creencia en el Dios creador, entonces eso equivale a una declaración religiosa de tal índole.
Es increíble que, por lo contrario, gente racional elija creer en el multi-universo, especialmente cuando está muy claro que piensan que ésta es la conclusión lógica, la conclusión razonable a la cual llegar. Éstas fueron el tipo de cosas que describió el apóstol Pablo en Romanos 1:21. Una vez que los hombres rechazan a Dios, entonces su necio corazón les permite participar en todo tipo de vanas especulaciones para dar razones a ese rechazo. Este versículo está precedido por los versos 18 al 20, que es la declaración que el mundo que nos rodea revela que hay un Creador, un Creador que debe ser muy poderoso. Esto a su vez es un eco de conocimiento de Dios, indicado por los cielos que encontramos en Salmos 19:1–6. Los cielos declaran la gloria de Dios y no hay cantidades de especulaciones acerca del universo que puedan cambiar eso.