Hace varios meses, unos amigos míos estuvieron planeando un viaje a Liberia. Estaban a punto de ir cuando recibieron la noticia de que hubo un brote de ébola. En ese momento, se pusieron en contacto conmigo para averiguar qué tan seguro o inseguro estaba Liberia. Ellos sabían mucho acerca de lo que podían esperar durante el viaje a Liberia, pero no estaban seguros de qué esperar con respecto a todas las personas infectadas con ébola. En ese punto, el número de muertos estaba en los cientos (según estimaciones recientes se sugiere que la cifra de muertos es de más de 4.000).1 Empecé a tratar de ayudarles a entender algunas cosas sobre el Ébola para que pudieran tomar una decisión informada. Desde entonces, me he dado cuenta de una serie de sitios web que han surgido con mala información y sensacionalismo que confunde al público sobre la gravedad de una amenaza de ébola.
Para ser claro, el Ébola es un virus importante con una tasa de mortalidad alta. Por lo tanto, es importante poner en claro los hechos acerca de lo que se trata a la luz de la difusión más reciente de este virus mortal en dos continentes nuevos. El Ébola es un miembro de la Filoviridae, lo que significa que es un virus ARN que lleva una envoltura vírica. El nombre Filoviridae viene del latín que significa “filiforme”, que describe las características fotografías de estos virus.2 A los miembros de esta familia de virus se les conocen particularmente por causar fiebres hemorrágicas.3 En concreto, las fiebres hemorrágicas muestran una temperatura especialmente alta (más de 38,6 °C o 101,5 °F) y algún tipo de hemorragia (es decir, sangrado o moretones).4 El sangrado puede ocurrir internamente, externamente, o posiblemente ni siquiera lo haya en absoluto (aunque es muy raro que pase).
Si bien las noticias e incluso la ciencia ficción popular le presta especial atención a la naturaleza sangrienta de este virus, es importante subrayar que esta enfermedad comienza con una fiebre. Con eso en mente, no todas las personas con fiebre, con moretones inusuales, o con hemorragia tienen ébola. Es la combinación perfecta de la fiebre alta con sangrado (y posiblemente otros síntomas) que se toman en cuenta para determinar si el Ébola es el agente causal.
Algunos informes erróneos en línea afirman que el Ébola es un riesgo de contagio aéreo. El Ébola no es aéreo y no se puede encontrar en las microgotas respiratorias. La ruta típica de transmisión es al entrar en contacto con los fluidos corporales de una persona infectada. Aunque no está en el aire por definición, el aspecto particularmente alarmante de este virus es que tiene una dosis de infección muy baja con una tasa de mortalidad muy alta. Esta combinación perfecta ha llevado a algunos a considerar que el Ébola es una posible amenaza bioterrorista. El concepto de una amenaza bioterrorista suena inicialmente abominable, pero hay algunos aspectos adicionales que se deben tener en cuenta con respecto a la ruta normal de la infección del Ébola.
La tasa de mortalidad del Ébola por lo general está entre el 70% y el 90%, pero puede ser tan baja como el 50%.5 Como resultado, el Ébola es un virus muy mortal y se clasifica en el nivel más alto de bioseguridad (BSL-4), porque no hay cura conocida. A pesar de que mata a un alto porcentaje de los que están infectados, hay una pequeña minoría de personas que misteriosamente sobreviven la infección. El único tratamiento disponible son los cuidados paliativos.6 La principal causa de la muerte es la caída de la presión arterial y shock. La enfermedad no se presenta en una persona infectada durante 2 a 21 días. Una vez que una persona comienza a presentar síntomas, puede propagar el virus. La enfermedad progresa más rápidamente una vez que los síntomas se presentan, por lo que el tiempo es un componente clave para conseguir cualquier tipo de tratamiento. Parece que el elemento de tiempo entre los síntomas y el tratamiento de cuidados paliativos es al menos una de las razones por las que el primer paciente de Estados Unidos acabó falleciendo. Ya que el Ébola causa la muerte con tanta rapidez, no es una opción popular para los agentes bioterroristas. Aunque podría ser posible imaginar que una versión modificada del Ébola podría convertirse en un arma, esa amenaza es más difícil de lograr en un nivel práctico.
Figura 2. Un científico que trabaja en instalaciones de nivel de bioseguridad 4 (BSL-4). Observe que esta persona está completamente cubierta e incluso se le ha filtrado aire suministrado por un puerto especial. Imagen cortesía de Wikipedia, s.v. "La enfermedad del virus del Ébola," wikipedia.org.
Cuando se trajo de vuelta al médico misionero infectado a los EE.UU. para darle tratamiento, muchos estaban preocupados por traer, a sabiendas, a una persona infectada a suelo virgen y tenían la esperanza de prevenir un brote en suelo americano. Afortunadamente, el Dr. Brantly se recuperó, pero no fue porque haya una cura sólida para la enfermedad; él fue una excepción a la regla. Ya que el Ébola es tan mortal, pienso en él como un virus malo. Al decir que es un virus malo, me refiero a la palabra "malo" desde la perspectiva del virus: es tan mortal que se le dificulta esparcirse de un host a otro.
Cuando al principio me enteré de que hubo un brote en Liberia, debatía sobre si les debía decir a mis amigos que fueran o no. En ese momento, había solo unos cientos de víctimas mortales y parecía que el brote podría estar llegando a su fin. Me di cuenta de que los brotes de ébola suceden periódicamente y las víctimas mortales por lo general no pasan de los cientos a la vez. Ya que el Ébola es tan mortal, no se necesitan muchos casos para que llegue a las noticias. Hasta hace poco, el mayor brote de ébola fue de menos de 500 personas; por lo que el brote actual de más de 4.000 muertes es alarmante. Este brote en particular no es el brote de ébola habitual y ha cambiado la historia del mundo en un número de diferentes niveles. En medio de todas las preguntas con respecto a este brote en particular, muchas personas se preguntan: "¿Dónde está Dios en todo esto?"
Con la maldad de este virus en particular, la gente a menudo se pregunta dónde está Dios en medio de toda esta muerte, enfermedad, dolor y sufrimiento. Es imperativo entender varios conceptos clave a medida que nos acercamos a una respuesta para esta pregunta.
En primer lugar, debemos entender la bondad de Dios. El salmista escribe: "Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia." (Salmo 107:1). Por lo tanto, también nos debemos comprometer con la idea de la bondad de Dios. La idea de la bondad de Dios emana de Él en la Semana de la Creación. Dios usa la palabra “buena(o)” para describir la creación original en seis ocasiones (cada día pronuncia la palabra "buena(o)", excepto para el segundo día) y el último versículo de Génesis 1 describe la creación original como " bueno en gran manera" después de que Dios había creado al hombre a Su imagen. La bondad de Dios a veces puede ser difícil de ver en algunas de las cosas creadas (por ejemplo, en los virus en general, pero específicamente el del Ébola).
Los virus son parásitos intracelulares obligados que existen en el mundo hoy en día. Este estilo de vida particular, presenta algunas complicaciones para una creación que originalmente fue buena. La pregunta ahora es que si existe algún tipo de bien que pueda venir de los virus.7 Unos investigadores de la Universidad de Arizona, encontraron una relación particularmente interesante con las avispas, los pulgones y las bacterias infectadas por virus. La agencia de noticias escribe: “El término ‘virus beneficioso’ suena a contrasentido”.8 Sin entrar en demasiados detalles, las bacterias infectadas por virus ayudaron a proteger a los pulgones del ataque de las avispas. Una segunda observación intrigante proviene del escritor de ciencia evolucionista Carl Zimmer. En un artículo, él resalta la forma en que casi todos los mamíferos tienen uno o dos genes que parecen haber venido de un virus y que son esenciales para el desarrollo adecuado de la placenta.9 Si nuestro genoma no tuviera este poco de ADN aparentemente viral, entonces ninguno de nosotros habría nacido nunca. Así que tenemos buenos ejemplos de virus buenos y virus esenciales, lo que ayuda a explicar que no todos los virus son malos.
La razón por la que es importante darse cuenta de que Dios es el Creador es porque los virus son máquinas eficientes que dejan de funcionar cuando se les quita una parte.
Aunque podemos ver algunos elementos de las cosas que posiblemente son buenas acerca de los virus, es importante que entendamos que Dios es nuestro Creador y Redentor, no un aguafiestas cósmico. Leemos que no sólo creó Dios el mundo y todo lo que en él hay, sino que interactúa regularmente con él (cf. Éxodo 34:1; Josué 10:12–13; 1 Reyes 18:38; Juan 2:11). Dios no está separado de Su creación. La razón por la cual es importante darse cuenta de que Dios es el Creador es porque los virus son máquinas eficientes que dejan de funcionar cuando se les quita una parte. La analogía de la máquina apoya firmemente que estos fueron diseñados de manera inteligente y que cumplen con los criterios de complejidad irreductible. La complejidad irreducible es una idea utilizada por el Movimiento del Diseño Inteligente (DI) para rechazar un origen naturalista del universo. El principio de la complejidad irreductible indica que algo está diseñado si se compone de varias partes interactuantes que contribuyen a la función de la totalidad y la falta de una parte hace que el conjunto deje de funcionar efectivamente. Dado que los virus requieren todas sus partes para funcionar y la eliminación de una parte les impide funcionar con eficacia, deben haber sido diseñados de acuerdo con el movimiento del DI. Pero si estas máquinas virales eficientes (como el Ébola) fueron diseñados de esta manera, ¿significa que Dios se la pasa todo el día trabajando para matarnos? El problema con el movimiento del DI de no reconocer al Dios de la Biblia como el Creador es que divorcia al Creador de la creación y Su obra de redención.10 Esta ideología apoya firmemente una vista deísta del universo, que no se ajusta a lo que la Biblia enseña claramente: el teísmo. ¿Acaso un Dios amoroso crearía algo para matarnos? Dios no lo quiera. Si todo lo que hacemos es mirar la eficiencia de los virus, entonces uno debe llegar a la conclusión de que se diseñaron para matarnos de acuerdo con el movimiento del DI.
La idea de tener un Creador-Redentor es importante para comprender a los virus debido a la idea relacionada de que vivimos en un mundo caído. Al saber que vivimos en un mundo caído, podemos ver que Dios no diseñó los virus para matarnos. Podemos ver en las Escrituras y entender que los virus (como el Ébola) simplemente son los espinos y los cardos moleculares (Génesis 3:18). Originalmente, los virus probablemente fueron parte de la creación que era muy buena. Por lo tanto, este concepto de Dios como Creador y Redentor se correlaciona bien con lo que observamos en los pocos virus buenos y esenciales a la luz de los muchos virus que causan enfermedades. Sin embargo, en este mundo maldito por el pecado, mucho ha salido mal, y muchos organismos que no fueron diseñados para ser patógenos se han vuelto justamente esto.
Para gran sorpresa de muchos investigadores, el genoma completo del Ébola (ADN) se ha encontrado dentro de los genomas de varios animales (incluyendo cobayas, zarigüeyas, canguros y murciélagos insectívoros).11 Comprender el origen de este virus particularmente mortal ayuda a explicar en parte el porqué es tan difícil de tratar. Si la evolución darwiniana fuera cierta, entonces estos elementos deberían ser considerados como ADN basura y deberían ser eliminados del acervo génico por selección natural. Sin embargo, la presencia de estos genomas completos en los genomas de otros organismos sugiere que hacen algo en condiciones normales que aún tenemos que observar. ¿Quiere eso decir que este brote de ébola en particular se remonta a uno de estos animales? No lo sé. Nadie lo sabe. Es particularmente difícil determinar el origen exacto de este brote, porque no había nadie allí para observarlo. Uno de los trabajos recientes que son particularmente aterradores destaca una importante cantidad de variación entre 99 genomas del Ébola secuenciados de este reciente brote. La variación entre pacientes es un fuerte testimonio de la rápida microevolución de estos organismos.12 (Aquí "microevolución" solo se refiere a las variaciones en el virus. A pesar de estas variaciones, el virus del Ébola sigue siendo ébola y sigue siendo un virus. No evoluciona para ser cualquier otra cosa.) Tengo la firme sospecha de que la falta de un mecanismo de corrección de pruebas del genoma combinado con las prácticas de higiene deficientes en países en desarrollo y del tercer mundo se ha prestado para formar la tormenta perfecta con este brote que se desarrolla ante nuestros ojos.
Regularmente enseño microbiología a estudiantes universitarios y a menudo les comento que el Ébola está incluido en mi corta lista de cosas que me dan miedo. Recientemente, el presidente Obama decidió tomar medidas con respecto al brote de ébola por medio del envío de tropas a África occidental para ayudar a controlar el brote.13 Parece que el presidente decidió tomar medidas después de algún tipo de comunicación que le llegó a través del misionero Dr. Kent Brantly: un misionero, entrenado en los Estados Unidos, que estaba haciendo algo con respecto al brote mediante el tratamiento de los pacientes y comunicó su historia, de tal manera que motivara a las figuras políticas. El Dr. Brantly y otros misioneros médicos han recibido fuertes críticas últimamente de parte de los humanistas seculares simplemente por ser misioneros cristianos14. Los humanistas seculares envidian el hecho de que a los cristianos se les está proyectando bien en los medios de comunicación. En muchos sentidos, elogio a los médicos misioneros como el Dr. Brantly que han decidido acudir al llamado de Dios en serio y utilizar la medicina para alcanzar a la gente para Jesucristo. Básicamente, a diferencia de los que tienen una cosmovisión bíblica, los humanistas seculares no tienen ninguna base moral clara para ponerse en riesgo y ayudar a los oprimidos, a los enfermos y a los débiles. Si solo somos el producto de los procesos al azar a través del tiempo, como lo afirma la evolución darwiniana, entonces, ¿por qué no dejar morir al enfermo para que el fuerte sobreviva? Sin embargo, ya que no somos subproductos de procesos al azar, debemos comportarnos de forma diferente por completo.
Creo que es importante que los cristianos se involucren para ayudar de varias maneras. Si los cristianos tienen la capacitación para ayudar a los enfermos, entonces ellos deben hablar con nuestro Señor y determinar si Él quiere que ellos vayan o que se queden. Si los cristianos no tienen la capacitación para ayudar a los enfermos, entonces tienen un par de otras opciones. Debe haber un esfuerzo concertado para encontrar organizaciones acreditadas que realicen misiones médicas y que provean finanzas para ayudar a enviar los suministros médicos necesarios, donde más se necesiten. Pero lo más importante, es esencial que oremos por los enfermos. Vivimos en un mundo maldito con muerte, enfermedad, dolor y sufrimiento. Aquellos que se contagien con este virus mortal lo más probable es que pronto se encuentren con su Creador. Debemos orar por los misioneros que quedan en el país y que están en el lugar cubriendo las necesidades, para que se les dé la valentía de compartir el evangelio en esas terribles consecuencias. ¡Qué maravillosa oportunidad de compartir con estos enfermos y moribundos para que no tengan que pasar la eternidad separados de un Dios amoroso!
Esta información está destinada únicamente con fines de educación general y no pretende ser un consejo médico profesional. La información no debe ser considerada como un sustituto para el consejo médico de su doctor u otro profesional de la salud. Si tiene preguntas específicas acerca de cualquier condición médica, su diagnóstico o su tratamiento, usted debe consultar a su médico u otro profesional de la salud o debe ir a un hospital.