Desde que mi artículo fue el 1ro de mayo, acerca del cumplimento de la señal de Apocalipsis 12:1–2, sobre el 23 de septiembre del 2017, este ha generado un gran interés. En resumen, Apocalipsis 12:1–3 hace mención de una gran señal en los cielos, una mujer que va dar a luz vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. La constelación Virgo representa a una virgen (mujer). Nunca he podido distinguir la silueta de una mujer en las estrellas de Virgo, como lo puedo hacer con otras constelaciones como Orión y Leo, las cuales puedo fácilmente trazar y distinguir las siluetas que representan.
Cada año durante septiembre y octubre, el sol aparece en la constelación de Virgo por aproximadamente un mes. Por alrededor de un día o dos de esos meses, la luna aparece generalmente cerca de donde se supone que sean los pies de la constelación de Virgo. Por lo tanto, cada año, hay un día o dos en cada uno de esos meses donde el sol aparece en Virgo y la luna cerca de sus pies. Este año, esto ocurre el 23 de septiembre. Este año, el planeta Júpiter también aparece en la constelación de Virgo. En varios sitios internet se está promoviendo que Júpiter representa el hijo que va a nacer en Apocalipsis 12:1–2. Hay varios argumentos que suelen apoyar esta aseveración. En la mitología romana Júpiter era considerado el rey de los dioses (al igual que Zeus en la mitología griega). Por lo tanto, Júpiter representa el rey, y los cristianos reconocen que Jesús es Rey de Reyes (Apocalipsis 19:16). Las personas razonan que al estar cerca del vientre de Virgo este rey pronto nacerá. Muchas personas argumentan que el periodo de tiempo que pasa Júpiter en Virgo se asemeja al periodo de gestación de una mujer en cinta, y supuestamente refuerza el cumplimiento de la profecía.
Muchas personas reclaman cosas muy extrañas acerca del significado de Júpiter, y esto se comienza a ver como si fuese un examen Rorschach o hasta astrología. El planeta Júpiter toma 11.8 años en girar alrededor del sol, y hay 12 constelaciones con signos zodiacos, así que, aproximadamente cada 12 años Júpiter se para por Virgo por alrededor de un año. El año 2017 es uno de esos años donde Júpiter se para por Virgo. Yo he visto esto suceder cuatro veces antes: en el 1969, 1981,1993 y en el 2005. Al igual que el 23 de septiembre de este año, en cada uno de los años anteriores todos tuvieron un día o dos donde el sol se colocó cerca de Virgo y la luna apareció cerca de los pies y Júpiter aparece en Virgo. ¿Qué hace este día tan especial?
Ahora bien, ¿qué hace este día tan especial?
La respuesta a esta pregunta supuestamente se puede encontrar en otros detalles de esta señal: una corona de 12 estrellas. La constelación Leo se encuentra mucho más allá y por encima de la cabeza de Virgo. Se afirma que Leo tiene nueve estrellas, pero también se añaden este año tres planetas que se puedan ver a simple vista: Mercurio, Venus y Marte confirmando una corona de 12 estrellas en la cabeza de la mujer. La distancia entre Leo y Virgo es considerable, unos quince grados. Para que la descripción de la señal se coloque correctamente, la mujer tiene que tener un peinado muy pero que muy alto sobre su cabeza (en Virgo) pero eso ya es otro punto.
En mi artículo anterior, la constelación Leo tiene más de nueve estrellas, además de los tres planetas que tiene este año la suma de ellos no es un total de 12 estrellas. El problema es que el software Stellarium es usado por personas que promueven esta tesis, y conectan a nueve estrellas con los patrones que tiene Leo. Aunque el Stellarium solo traza nueve estrellas en Leo hay otras estrellas en la constelación de Leo que no están conectadas. Muchas otras representaciones de Leo demuestran un sin número de estrellas conectadas para formar la silueta de un león. Di varios ejemplos de diferentes cuentas de estrellas en el artículo anterior. Desde aquel entonces, consulte a mi planisferio que he tenido por casi 50 años y que lo he utilizado para aprender acerca de las constelaciones. Este conecta 10 estrellas que trazan a Leo, incluyendo las nueve estrellas que conecta el Stellarium, más Omicron Leonis que marcan las patas delanteras de Leo.
Me sorprende cuántas personas que no saben casi nada acerca de la astronomía quieren debatir este punto conmigo. Algunos debaten que, sí, hay más estrellas en Leo, pero en nuestro cielo no se pueden ver todas por la contaminación de luz. Así que, decidí cotejar esto. Algunos meses atrás, cuando Leo todavía era visible por las noches en la primavera, decidí en una noche despejada contar cuántas estrellas podía ver desde mi “contaminada comunidad de luz” en Cincinnati. Fácilmente conté 13 estrellas. Sus reclamos aquí fueron derrumbados.
A otros que les gusta argumentar este punto conmigo su reclamación y aseveración toma un giro contrario reclamando y aseverando que casi todas las descripciones antiguas de Leo incluyen nueve estrellas y solamente nueve estrellas.
Resulta que tenemos una fuente de autoridad en la astronomía antigua: el Almagesto de Claudio Ptolomeo. Ptolomeo escribió el Almagesto alrededor de 140 a. C. Es un compendio de la astronomía griega que incluye una lista muy detallada de las estrellas con sus respectivas constelaciones sus coordinaciones eclípticas y sus estimaciones de magnitud. Ptolomeo catálogo más de 1,000 estrellas, y sus coordinadas permiten hoy en día a los astrónomos sin lugar a duda identificar a muchas de ellas. El Almagesto fue y es una fuente autoritaria de las formas y descripciones de 48 constelaciones originales, incluyendo aquellas que se encuentran en Stellaruim. Así que tomé prestado una copia del Almagesto de la biblioteca de Answers in Genesis. Ptolomeo catalogó 27 estrellas en Leo con descripciones muy detalladas de que estrella correspondía con cada parte del león. De estas 27 estrellas, dos fueron de primera magnitud, dos de segunda magnitud, seis de tercera magnitud, ocho fueron de la cuarta magnitud, cinco de la quinta magnitud, y cuatro de la sexta magnitud. Ptolomeo también catalogó a ocho estrellas cerca de Leo pero no formaban parte de la constelación en sí. Una estrella era de la cuarta magnitud, cuatro de la quinta magnitud, y tres eran demasiado tenues para darle asignarle una magnitud.
Si uno crea una descripción de Leo con las estrellas brillantes y de tercera magnitud de acuerdo con Ptolomeo, entonces, Leo tiene 10 estrellas. Así que, para poder contar sólo nueve estrellas en Leo de una fuente antigua y autoritaria, uno tiene que ignorar las estrellas que son mucho más tenues que las de tercera magnitud y arbitrariamente borrar una estrella de tercera magnitud.
No hay justificación para esto. Todos los astrónomos estarían de acuerdo con evaluación: no hay una descripción estándar de Leo que contenga nueve estrellas en el mundo antiguo o moderno. Realmente es un asunto de preferencia cuántas estrellas decida una fuente hoy día utilizar para hacer trazar la silueta de Leo. Pero por alguna razón, en la mente de algunas personas, ellos siguen prefiriendo el estándar de las nueve estrellas que traza Stellarium para identificar a Leo, aunque la evidencia apunte hacia lo contrario. La creencia del cumplimiento literal de la señal de Apocalipsis 12:1–2, el 23 de septiembre del 2017, depende en gran manera de que Leo tenga 9 estrellas. Sin embargo, con solo un poco de conocimiento histórico y práctica identificando las constelaciones, se revela que no hay una base verdadera para esta afirmación. Nuevamente me asombro al número de personas que están dispuestos a debatir este punto. Aparentemente lo tienen que haber visto en un video de YouTube y por lo tanto asumen que es verdad.
Además de aquellos que se han comunicado conmigo para discutir cuantas estrellas hay en Leo, otros han preguntado, ¿cuántas veces esta alegada serie de eventos astronómicos ha ocurrido en el pasado? La afirmación es que nunca antes en la historia humana se han alineado los tres planetas, que se pueden ver a simple vista en Leo, mientras que el sol, la luna y Júpiter también se ven en la constelación de Virgo. En mi artículo anterior, establecí esta premisa como falsa, pero no ofrecí detalles. El cotejar esta premisa requeriría mucho tiempo para buscar dentro de cada una de sus posibilidades. Pero si estoy muy contento de que por lo menos una persona lo ha intentado hacer. Christofer M. Graney encontró cuatro instantes donde hubo unas conjunciones similares que han ocurrido en los pasados 1,000 años: septiembre 14, 1056; septiembre 5, 1293; septiembre 6, 1483; y septiembre 24, 1827. Graney admitió que a él se le pudo haber escapado uno que otro instante durante el pasado milenio, así que esto significa que ha ocurrido en más de cuatro instantes en los pasados 1,000 años. Él no cotejó fechas más posteriores, pero seguramente debe de haber otros ejemplos en los pasados 5,000años. Así que los eventos del 23 de septiembre del 2017 no son únicos en la historia.
Muchos sitios en el internet que promueven el supuesto acontecimiento del 23 de septiembre del 2017 está atado al eclipse solar del 21 de agosto 2017. La pregunta es, ¿cómo?
Jugando con muchos números y hechos arcanos. Por ejemplo, estas dos fechas están separadas por 33 días. El eclipse hizo tierra en los Estados Unidos en Oregon, el estado 33, y salió de los Estados Unidos a lo largo del paralelo 33 de latitud en Carolina del Sur. Eso es tres 33s. Tres veces 33 es 99, y ha habido 99 años desde que hubo un eclipse solar total que cruzó los Estados Unidos de costa a costa (el último fue el 8 de junio de 1918). El 21 de agosto el eclipse solar fue de 40 días antes del Día de Expiación en 2017 (29 de septiembre), y por supuesto muchas personas piensan que el número 40 tiene gran importancia. Salem, Oregon, fue la primera ciudad de cualquier tamaño en el camino del eclipse. Salem significa paz en hebreo. Pero el punto con mayor duración del eclipse estaba cerca de El Cairo, Illinois, y como esta ciudad fue nombrada por la ciudad de Egipto, es un lugar que muchos cristianos asocian con el mal, esto también debe tener cierto significado. El siguiente eclipse solar para cruzar los Estados Unidos (8 de abril de 2024) es siete años después del eclipse 2017, y, por supuesto, el número siete también debe tener un significado especial. Además, los caminos de la totalidad de estos dos eclipses solares se cruzan cerca de la mitad inferior de los Estados Unidos, formando una gran X por todo el país, por lo que esto debe tener otro gran significado, como el juicio inminente de Dios sobre los Estados Unidos.
Estoy seguro de que algunas personas que leen esto están rodando los ojos y exclamando: “¿En serio?” Pero, por desgracia, demasiadas personas toman estas cosas muy en serio. Si uno reflexiona en algunos datos o los números bastante tiempo, uno puede encontrar todas las clases de significado arcano. Aunque en gran parte olvidado ahora, muchas de las mismas personas que emiten pronunciamientos proféticos sobre el eclipse solar total el 21 de agosto de 2017, hicieron afirmaciones similares sobre el eclipse solar total el 20 de marzo de 2015, en medio de cuatro eclipses lunares totales en 2014–2015. Esto, también, fue acompañado por una avalancha de datos y de números para hacer el caso. Sin embargo, los eventos proféticos explícita o implícitamente declarados en la Escritura no ocurrieron en ese momento. ¿Por qué la situación debe ser diferente esta vez? Tenga en cuenta que no estoy cuestionando la profecía bíblica; estoy cuestionando a aquellos que han interpretado falsamente la profecía bíblica. Estos tienen un triste historial y sinceramente, no entiendo por qué nadie, especialmente los cristianos, los siguen escuchando (Deuteronomio 18:22).
También es una lástima que estas personas estén tratando estos eclipses solares de una manera tan negativa. Muchos otros cristianos incluyéndome a mí acudimos al paso de la totalidad del eclipse para verlo el 21 de agosto de 2017. Este fenómeno raro y glorioso es imposible de describir adecuadamente, y ninguna fotografía le hace justicia. En lugar de ver la condenación y juicio, fui testigo de la mayor exhibición del arte creativo del Dios que conozco. Me pregunto cuántas de estas personas fueron testigos de la totalidad. Si lo hicieran, ¿no se moverían para alabar a Dios?
Durante las semanas que preceden al 23 de septiembre, 2017, varios eventos fueron anunciados en las noticias, los cuales algunas personas han afirmado como pronósticos para retorno del Señor para ese día. Primeramente, los Estados Unidos ha sufrido dos tempestades potentes, el huracán Harvey y el huracán Irma. Segundo, hubo dos erupciones solares el 6 de septiembre, las cuales fueron las más fuertes en una década. Ya que sucedieron apenas dos semanas y media antes del 23 de septiembre, algunas personas los consideran significativos. Tercero, el 8 de septiembre, 2017, un terremoto de magnitud 8.1 sacudió al sur de México [y desde entonces, otro de 7.1 causando mucho daño a la Ciudad de México]. Seguramente, por alguna razón, esto debe ser evidencia de que hay algo bastante especial acerca de la señal de Apocalipsis 12:1–2 y su cumplimiento para el 23 de septiembre, apenas dos semanas después.
Para aquellos que se hacen de la vista larga de la historia es muy fácil pensar que los eventos recientes tuvieran significado profético. Sin embargo, los de memoria a largo plazo cuestionan esto. Por ejemplo, antes del huracán Harvey, ningún huracán mayor había golpeado al continente estadounidense por una docena de años. Es fácil olvidarse de varias tempestades fuertes del pasado, como el huracán Iván en 2004, el huracán Katrina en 2005, el huracán Andrew en 1992, y el huracán Camille en 1969, o incluso el huracán Galveston de 1900 que mató hasta 12,000 personas.
¿Y qué de las erupciones solares? Hace un poco más de década que ha habido una erupción solar más potente, y puede que había muchas antes. Quizá la erupción solar más fuerte en los últimos siglos pasados ocurrió en 1859, y fue una erupción solar cuyo evento fue llamado Carrington. ¿Y que de los terremotos? Es verdad que el terremoto reciente en México fue el más fuerte de este año, e incluso excede cualquier terremoto del año 2016. No obstante, hubo un terremoto, con magnitud de 8,3 en Chile en 2015 y otro de 8,2 en 2014. De hecho, hubo 13 terremotos, con magnitud de 8.0 o mayor en la década antes de 2017; inclusive cuatro de ellos solamente ocurrieron el 2014 (y uno con una magnitud de 8,5). La mayoría de las personas hoy en día no están conscientes del Gran Terremoto de Lisboa de1755, con una magnitud estimada de 8,5–90.
¿Qué hace particularmente significativos a los huracanes, erupciones solares, y terremotos más recientes, y no los anteriores? Tenga en mente que algunos autoproclamados profetas del pasado (y algunos aún hoy día) afirmaban que estos eventos eran heraldos del retorno inminente del Señor. Obviamente, así no fue el caso. En algunas semanas y meses, estos eventos recientes serán eventos del pasado, y ellos, al igual, serán ejemplos de maestros proféticos falsos que probablemente estén equivocados en sus declaraciones nuevamente. En algún punto, para aquellos que interpretan inadecuadamente estas cosas, estas falsas alarmas deben resultar en su falta de credibilidad y el desencanto de sus seguidores.
¿Qué creen aquellos que promueven esta tesis respeto a lo que sucederá el 23 de septiembre, 2017? Sea por declaración explícita o una implicación fuerte, la mayoría cree que será lo que el Apóstol Pablo describió en 1 Tesalonicenses 4:13–18, el evento que algunos cristianos llaman el rapto. Para apoyarlo, algunos ahora enseñan que Apocalipsis 12:5 hace referencia al mismo evento. Este versículo dice,
Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
El argumento es que el hijo es la iglesia, y el hijo arrebatado para Dios y Su trono es el rapto. Un problema principal con este entendimiento es que el hijo de Apocalipsis 12 es varón, pero la Biblia siempre expresa la iglesia de manera antropomórfica en forma femenina (Efesios 5:22–23; Apocalipsis 19:7–9, 21:2, 9, 22:17). Además, esto está en desacuerdo con el entendimiento establecido que el hijo en Apocalipsis 12 es Jesús. ¿Cómo sabemos que es Jesús? La frase “vara de hierro” se utiliza en solamente tres otras ocasiones en las Escrituras: Salmo 2:9, Apocalipsis 2:27, y 19:15. Ambos Apocalipsis 2:27 y Apocalipsis 19:15 claramente se refieren a Jesús. El Salmo 2 siempre se ha reconocido como mesiánico. Además, Apocalipsis 2:27 es una citación directa del Salmo 2:9. Por tanto, la conclusión inevitable es que el hijo de Apocalipsis 12 es Jesús, y no la iglesia. Argumentar lo contrario es argumentar no solamente en contra del entendimiento universal e histórico de Apocalipsis 12, sino también en contra de la misma Escritura.
Muchas personas que ven el cumplimiento de Apocalipsis 12 para el 23 de septiembre, 2017, unirían 1 Tesalonicenses 4:13–18 con al menos algunos de los eventos que mencionó Jesús en Mateo 24:29–41. Y al relacionar todo esto con eventos actuales, a menudo identifican el oscurecimiento del sol y la luna en Mateo 24:29 con estos eclipses recientes. Hay mucho desacuerdo respecto el significado de estos dos textos y como integrar los dos apropiadamente entre sí y con el resto de las Escrituras. Este artículo no tiene el fin de hacerlo, tampoco soy el indicado para hacerlo, por ende, no tendré mucho más para decir sobre estos asuntos en particular.
La parte más importante del mensaje de Jesús aquí no fue que intentemos calcular la fecha, sino que estemos listos.
Sin embargo, cerraré con los siguientes dos puntos. Primero, a los que están fuertemente en desacuerdo conmigo respecto lo que pueda suceder el 23 de septiembre, 2017, yo sugiero que esperemos para el 24 de septiembre, 2017, para tener esta discusión. Si estoy equivocado, estaré feliz de admitirlo—pero ¿y los que están en desacuerdo conmigo estarán dispuestos a hacer lo mismo? Segundo, como mencioné en la conclusión de mi artículo anterior, en uno de los pasajes en cuestión, Jesús nos dijo específicamente que nadie excepto el Padre sabe el día o la hora cuando estas cosas pasarán (Mateo 24:36). La parte más importante del mensaje de Jesús aquí no fue que intentemos calcular la fecha, sino que estemos listos. Muchas de las personas que me dicen que están en desacuerdo con mi entendimiento de estos eventos parecen olvidar esto. Así que te pregunto una vez más: ¿estás listo?