Aparentemente de la nada, la expresión “gigantes en la Tierra” aparece en Génesis 6:4. ¿Quiénes fueron estos gigantes? ¿De dónde vinieron? Los intérpretes han discutido sus identidades por casi dos mil años.
Nota del editor: Este artículo fue publicado originalmente en la revista Answers.
El significado de algunos pasajes de la Biblia no es tan evidente cuando lo ves a primera vista. Un ejemplo es el acontecimiento inusual en Génesis 6:1–4 sobre “gigantes” antes del diluvio global. ¿Quiénes fueron estos gigantes, y de dónde vinieron?
Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas…Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. (Génesis 6:1–2, 6:4)
Answers in Génesis (Respuestas en Génesis), el ministerio principal de la revista Answers, no mantiene una posición oficial sobre estos versículos. Animamos a todo creyente a estudiar la Escritura cuidadosamente y crear sus propias conclusiones. Estos versos son obviamente importantes ya que Dios los incluyó en Su Palabra. Pero la opinión de una persona sobre los hijos de Dios y los nefilim no tiene influencia en la salvación.
Una lectura rápida tal vez puede llevarte a interpretar el pasaje de una manera, pero una mirada más cercana revela muchas otras posibilidades, las cual necesitan ser consideradas si quieres asegurar que tu interpretación sea consistente con el resto de la Escritura. No podemos aceptar solo nuestra primera impresión o la opinión de un comentarista, sino que necesitamos examinar en oración todas las pruebas bíblicas por nosotros mismos.
Solo una mirada breve a los argumentos a favor y en contra para varias interpretaciones de este pasaje nos muestra cuán difícil es asegurarnos de la interpretación correcta.
Génesis 6:1–4 nos presenta no solo con uno, sino con dos grupos enigmáticos quienes vivieron durante los días de Noé. Sus identidades han dejado perplejos a los intérpretes por siglos. ¿Quiénes fueron “los hijos de Dios” y los “gigantes” exactamente? Otro hecho que genera intriga es que los términos específicos traducidos al hebreo como “los hijos de Dios” (bene ha’ elohim) y “gigantes” (nefilim) aparecen pocas veces en el Antiguo Testamento.
Descubrir la posible identidad de estas figuras misteriosas, requiere un estudio detallado de cada pasaje potencialmente relevante en la Biblia, y un análisis de más de dos milenios de interpretaciones de escritores cristianos y judíos.
Los desacuerdos son muchos aún dentro de cada campo de interpretación. Por ejemplo, cada posición tiene aficionados quienes creen que los nefilim en el versículo 4 no están físicamente relacionados a “los hijos de Dios” (sino que son reyes, descendientes de Set, o ángeles caídos) y “las hijas de hombres.”1
Cada opinión enseña que el comportamiento descrito en Génesis 6:1–4 fue pecaminoso y contribuyó a la maldad por todo el mundo que provocó el juicio del diluvio global.
Para ayudar a los lectores a empezar a clasificar sus propias posiciones, este artículo intenta proveer un resumen objetivo sobre las tres posiciones más importantes que han sido mantenidas por cristianos bíblicos con respeto a “los hijos de Dios,” que por lo general influye en el entendimiento de una persona sobre los nefilim.
Se presentará una descripción breve de cada posición, además de los argumentos principales usados por aficionados de cada posición en particular. Cada descripción estará seguida por las objeciones presentadas por los que no están de acuerdo con determinada posición.
Según la posición setita, los “hijos de Dios” son vistos como hombres devotos de la línea de Set y las “hijas de los hombres” como mujeres impías de la línea de Caín. Estos matrimonios produjeron niños malvados (los nefilim) quienes se convirtieron en hombres de renombre, tal vez debido a su extrema maldad.
Argumentos a favor: En la segunda mitad de Génesis 4 y todo del capítulo 5 se enfoca en el linaje de Caín y Set, por lo tanto, no se necesita importar ideas fuera del texto. Además, sabemos que algunos de los Setitas fueron devotos (tal como Enoc y Noé), mientras que los cainitas y Lámec fueron impíos.
Objeciones: “Hombres” e “hijas” son discutidos en un sentido universal, más atrás en Génesis 6:1 (“cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas”), ¿por lo tanto, por qué en el versículo 2 se refiere solamente a ciertos hombres (setitas) e hijas (cainitas)? También, el texto no declara que todos los cainitas fueron impíos. Si los hombres setitas fueron piadosos, ¿por qué continuaron casándose con mujeres impías? Puesto que Dios siempre debe castigar el pecado, entonces, ¿por qué Dios destruyo el mundo entero con un diluvio por algo que continúa sucediendo consistentemente través de la historia, (creyentes casándose con no creyentes)?
Aquellos que sostienen la posición de realeza, miran a los “hijos de Dios” como reyes polígamos, nobles, o tiranos quienes se ven a sí mismo como dioses. Estos reyes con una gran lujuria por el poder “tomaron esposas” de entre la gente común, obligándolas a unirse a su harén2. Algunos seguidores de esta posición, creen que el pasaje fue escrito para mostrar que los reyes de las naciones paganas no eran dioses y que sus dioses eran demonios.
Argumento a favor: La literatura antigua del Cercano Oriente revela que algunos reyes se veían asimismo como dioses. Los descendientes de los reyes y nobles podrían fácilmente convertirse en “hombres de renombre”. Además, Génesis 10:8–10 usa la forma singular de la palabra traducida “hombres valientes” tomada de Génesis 6:4 para identificar a Nimrod, que fue al principio un rey famoso y “valiente” (en hebreo, gibbor). En muchos versos como en Éxodo 21:6 y 22:8, “elohim es traducido algunas veces como “gobernante” o “jueces.”
Objeciones: ¿Es pecaminoso para un rey casarse con una mujer común? La frase “ellos tomaron mujeres” no implica poligamia, tampoco que las mujeres fueron obligadas a hacer esta unión, pero fue un modismo común hebreo para matrimonio. Después de todo, Abram y Nacor “tomaron esposas” (Génesis 11:29) e Isaac “tomo” a Rebeca como su esposa (Génesis 24:67), y sabemos que vino de su voluntad el querer ser su esposa. También es importante entender el escenario cultural e histórico de este pasaje, puede ser anacrónico el confiar en las ideas del Antiguo Cercano Oriente, las cuales son postdiluviana, e insertarlas en un contexto de un mundo prediluviano. Finalmente es altamente debatible que “gobernantes” o “jueces” es una traducción apropiada de ‘elohim.
La defensa de la posición sobre los ángeles caídos de ser “hijos de Dios” como seres celestiales que se casaron y tuvieron hijos con mujeres. Estos hijos, los nefilim, fueron “hombres valientes” “hombres de renombres” y “gigantes” muchos de los primeros escritores sobre este tema creyeron que los descendientes fueron demoniacos, pero los eruditos modernos quienes sostienen esta posición, rechazan la idea y creen que ellos fueron totalmente humanos, como lo indican las palabras “hombres valientes”. Un derivado de esta posición sostiene que los “hijos de Dios” – hombres terrestres que se casaron con mujeres y tuvieron hijos fueron poseídos por demonios.
Argumento a favor: Otro uso para la frase hebrea bene [ha]’elohim (“[los] hijos de Dios”) se refiere a seres celestiales (Job 1:6; 2:1 y 38:7)3, así como las frases similares bene elyon (Salmo 82:6) y bene elim (Salmo 29:1; 89:64) 1 Pedro 3:18–20, 2 Pedro 2:4–10, y Judas 6, menciona ciertos ángeles que abandonaron su morada y ahora están sometidos en “cadenas” o en “prisión” hasta el día del juicio por su pecado en los tiempos de Noé. Judas 14–15 también se menciona en el libro de Enoc, uno de los muchos apócrifos escritos antes del tiempo de Cristo y que identifica los hijos de Dios como ángeles caídos.
Objeciones: Al ser los ángeles seres espirituales, ¿cómo podrían ellos unirse en matrimonio con mujeres? Además, Jesús dijo, “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo” (Mateo 22:30). Si los “hijos de Dios” fueran ángeles, entonces, ¿sería injusto juzgar la raza humana con el diluvio? Si Génesis 6 realmente describe ángeles casándose con mujeres y produciendo nefilim, entonces, ¿cómo aparecieron los nefilim postdiluvianos? Hubo gigantes viviendo en la tierra de Canaán, y de ese tiempo no hay mención de algún tipo de interacción angelical para explicar su existencia. Finalmente, la Biblia nunca dice que los ángeles caídos se pueden manifestar en forma física, puesto que necesitarían poseer un cuerpo. Si ellos pudieran tomar forma humana, entonces hubieran podido imitar la resurrección de Cristo, y el evento central de la fe cristiana podría ser socavado.
Algunos críticos que apoyan la posición de los ángeles caídos también han pensado si los descendientes de un humano y de un ángel pudieran ser salvos; para salvar los descendientes de Adán, Jesús nació de una mujer para convertirse en uno de nosotros, por lo tanto, Él podía morir en nuestro lugar.
El significado de nefilim es controversial. Muchas personas han intentado enlazarlo al verbo hebreo naphal, que significa “caer” sin embargo, hablando específicamente, el participio plural podría ser nophelim o nephulim, y no nephilim5. Así que algunos eruditos han señalado que la lengua aramea tiene un sustantivo que podría ser nephilim en su forma plural, y en hebreo es nephilim. Esta palabra aramea significa “gigantes”6 y es también la palabra aramea para la constelación de Orión, el gigante cazador de la mitología7.
MIENTRAS QUE ALGUNOS ARGUMENTAN QUE LOS NEFILIM PREDILUVIANO EN GÉNESIS 6, ERAN GIGANTES, HAY POCAS DUDAS QUE AQUELLOS MENCIONADOS EN NUMEROS 13, FUERAN PERSONAS MUY ALTAS Y PODEROSAS.
Mientras que algunos argumentan que los nefilim prediluvianos en Génesis 6, eran gigantes, hay pocas dudas que aquellos mencionados en Números 13 fueran personas muy altas y poderosas. Josué y Caleb no cuestionaron las afirmaciones de los otros espías sobre los habitantes de Canaán. “También vimos allí gigantes, ahijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.” (Números 13:33)8. Esto es consistente con relación a los otros gigantes, como los amorreos (Amos 2:9), emitas (Deuteronomio 2:10), y zomzomeos (Deuteronomio 2:20), quienes moraron en y alrededor de Canaán en el tiempo del Éxodo9.
Sin embargo, las preguntas relacionadas con el origen del nefilim permanecen. ¿Habrán sido ellos los descendientes de las uniones en Génesis 6, o estuvieron en la tierra antes que estos matrimonios se dieran? ¿Vinieron los nefilim postdiluvianos de la misma forma que aquellos antes del diluvio, o no están relacionados de ninguna forma? ¿Fueron ellos gigantes debido a su extraordinario parentesco, o simplemente poseían información genética para tener una gran altura y fuerza, la cual ya no está en nuestra reserva genética? Las respuestas a estas preguntas dependen grandemente de tu opinión de los “hijos de Dios” en Génesis 6.
Este artículo resume solo los primeros pasos de un estudio cuidadoso de este tema. Muchas de las objeciones dadas en la parte superior, han recibido contraargumentos por aquellos que defienden otras posiciones y apuntan a otras Escrituras, y así la discusión continúa.
Cuando estamos en pasajes difíciles como este, debemos primero preguntarnos si hay en juego algún asunto clave con relación a la salvación, (en este caso, no lo hay). Entonces debemos determinar si alguna interpretación viola otro pasaje claro de las Escrituras o si la autoridad bíblica está en juego. ¿Proviene esta posición de las páginas de la Escritura, o se apoya en ideas seculares? Por ejemplo, aquellos que buscan añadir millones de años en la historia de la creación de Génesis están intentando imponer ideas seculares dentro del texto, entonces es crucial para nosotros sostenernos en contra de cada intento que trata de socavar la autoridad bíblica.
Estudiar la naturaleza de los “hijos de Dios” es interesante y valioso, pero ciertamente no es tan crucial como la revelación clara e inequívoca de los seis días literales de la creación. Todos nosotros tenemos una labor de “usar bien la palabra de verdad.” (2 de Timoteo 2:15), no importa cual pasaje estemos examinando, compare las Escrituras con las Escrituras. Pero probablemente los cristianos estarán en desacuerdo en este tema hasta que Dios regrese. Necesitamos mostrar gracia hacia otros creyentes, “estando de acuerdo o no”, y así poder trabajar juntos para el progreso del evangelio y la gloria de nuestro Salvador.