Originally published in Creation 22, no 1 (December 1999): 46-49.
Génesis 10:25 narra el nacimiento de Peleg (lo cual significa división), cuatro generaciones después de Noé: Porque en sus días fue dividida la tierra. Algunos sugieren que los continentes de la Tierra se dividieron en este tiempo. Pero esto parece poco probable, puesto que tal proceso debería haber ocurrido en un periodo de tiempo muy breve, y la violencia geológica resultaría en una catástrofe sobrecogedora-- como si el Diluvio empezara de nuevo. Por lo tanto cualquier separación continental probablemente ocurrió durante el Diluvio.1
La interpretación tradicional, que parece más razonable, relaciona este versículo con la división de pueblos/naciones en la Torre de Babel en Génesis 11. De la misma forma que la palabra tierra en español puede tener una diversidad de significados, la palabra Hebrea erets también puede significar nación(es), por ejemplo, erets Yisrael es la tierra (nación, pueblo) de Israel. Según la cronología Bíblica deducida por el Arzobispo Ussher, el diluvio tuvo lugar en 2349-2348 a.C., y Peleg nació en 2247 a.C. alrededor de cien años más tarde.
¿Podemos encontrar referencias históricas de esto? ¡Claro que sí!
Durante el año 331 a.C. Alejandro Magno, tras haber derrotado a Darío en Gaugmela cerca de Arbela, viajó a Babilonia. Allí recibió 1903 años de observaciones astronómicas de los Caldeos, que según ellos se remontaban a la fundación de Babilonia. Si esto fuera así, entonces la fundación de Babilonia se situaría en 2234 a.C., es decir trece años después del nacimiento de Peleg. Esto fue registrado en el sexto libro de De Caelo (Acerca de los Cielos) por Simplicio, un escritor latino del siglo VI d.C. Porfirio (un filósofo griego que estaba en contra de los cristianos, 234-305 d.C.) también dedujo la misma fecha.2
El cronista bizantino Constantino Manasses (d. 1187) escribió que el estado Egipcio duró 1663 años. Si esto es correcto, contando en sentido inverso desde el momento en que Cambises, rey de Persia, conquistó Egipto en 526 a.C., nos da el año 2188 a.C. como fecha de fundación de Egipto;3 más o menos 60 años después del nacimiento de Peleg. Alrededor de esta época Mizraim, hijo de Ham, condujo al pueblo a Egipto. De ahí que la palabra hebrea para Egipto es Mizraim4 (o a veces la tierra de Ham ejemplo, Salmo 105:23,27).
Según Eusebio de Cesárea, historiador y obispo del siglo IV , Egialeo, rey de la ciudad Griega de Sición, al oeste de Corinto en el Peoloponeso, inició su reinado en 2089 a.C., 1313 años antes de la primera Olimpiada en 776 a.C.5,6
Si Eusebio está en lo cierto, entonces este rey inició su reinado aproximadamente 160 años después del nacimiento de Peleg.
Nótese que en Babilonia, Egipto y Grecia se hablaba en cada uno un idioma distinto. Estos antiguos historiadores involuntariamente han confirmado la extrema exactitud de las genealogías Bíblicas tal como las hallamos en las Escrituras Hebreas. La Torre de Babel debería haber ocurrido antes de la fundación de estos otros reinos. Babel (Babilonia), al estar en la misma región que la Torre, evidentemente habría sido uno de los primeros reinos.
De los otros reinos, los más alejados de Babel habrían sido fundados más tarde. Esto es exactamente lo que estos escritores han explicado. Fue fundada primero Babilonia, después Egipto, y más tarde Grecia.
¡Esto también nos enseña algo acerca de la naturaleza humana! Tras la Torre de Babel, la gente se vio obligada a dividirse en grupos según sus nuevos idiomas. Los humanos somos fundamentalmente perezosos, de tal manera que se habrían alejado de Babel sólo lo necesario para vivir en paz. Sin embargo, la presión demográfica, la fuerza militar, o el deseo de búsqueda de pastos más verdes los llevaron a desplazarse más y más lejos. De tal manera que la humanidad se esparció lentamente a través de migraciones periódicas desde su centro en Babel. A pesar de que los historiadores seculares ignoran los sucesos de Babel y el Diluvio, reconocen que la civilización comenzó en Oriente Medio, probablemente cerca de Babilonia, y se propagó lentamente desde allí. Sin embargo, utilizan un marco cronológico mas extenso que el Bíblico.
Eusebio de Cesárea también escribió que la Torre de Babel tuvo lugar cinco años después del nacimiento de Peleg.7 Si esto es así, entonces confirmaría que las migraciones registradas en Génesis 10 ocurrieron a lo largo de un periodo de tiempo, porque los dirigentes aparentes de muchos de estos grupos nacionales habrían sido niños muy jóvenes cuando tuvo lugar la confusión de lenguas.8
La lección que aprendemos de esto es que la Biblia es exacta. El que las reconstrucciones seculares de la historia estén o no de acuerdo con Ella no afecta su exactitud. Nosotros deberíamos utilizar la cronología Bíblica para determinar dónde los seculares se desvían, y no deberíamos modificar la Biblia para que encaje en las últimas especulaciones seculares sobre la historia. Esta área de investigación ha sido enormemente ignorada por los cristianos en los últimos cien años mientras corrían a manipular la Biblia para ajustarla a las últimas reconstrucciones seculares de la historia del hombre.
En años recientes, algunos cristianos han hecho excelentes progresos en cuanto a la restauración de la autoridad de Génesis 1-4, 6-9. Sin embargo, se han entregado en manos de los historiadores seculares las genealogías de Génesis 5, 10 y 11 ( y las secciones cronológicas de Reyes y Crónicas). La obra destructiva sobre estas cronologías ha derrumbado la fe de muchos. Ha llegado el momento de reconquistar esta base Bíblica. Si no se puede confiar en las fechas de las cronologías de la Biblia, ¿Por qué deberíamos confiar en las palabras que hay entre estas fechas? ¿Cuáles son los límites que deberíamos establecer a la incredulidad?
Existen tres errores comunes en la cronología Bíblica actual. En primer lugar, están los que menosprecian la Biblia e ignoran sus datos cronológicos por completo. Los escritores seculares antiguos mencionados en el artículo adjunto, aportan su aval independiente a la exactitud de los datos de la Biblia, la cual se basa en hechos, no en mitos como creen muchos liberales. En segundo lugar, están quienes acortan el periodo del reino dividido. Edwin Thiele9 es su defensor principal. Thiele utiliza la fragmentaria cronología Asiria del reino dividido durante más o menos 50 años, para encajar las supuestas fechas de Asiria. ¡Pero esto significaría que Babilonia habría sido fundada mucho antes de Peleg y la Torre de Babel! En tercer lugar, están aquellos que prolongan la cronología Bíblica. Unos de los primeros fueron los rabinos que en Egipto tradujeron la Biblia Hebrea al Griego para producir la Septuaginta (LXX) en el siglo tercero antes de Cristo. Éstos de forma arbitraria añadieron alrededor de 700 años a la cronología Bíblica durante el periodo entre Noé y Abraham, para hacerlo concordar con los escritos de Manetho. Si lo que hicieron es cierto, entonces Peleg habría estado muerto y enterrado antes de la Torre de Babel (tal y como lo habrían estado la mayoría de los dirigentes de la división de las naciones).
Muchos arqueólogos Bíblicos modernos, al igual que los traductores de la Septuaginta, son culpables de las mismas cosas hoy. De la misma manera que los traductores de la Septuaginta escucharon los cuentos que los sacerdotes Egipcios les contaron, la mayoría de los eruditos Bíblicos modernos siguen las mismas historias que cuentan los historiadores seculares y los arqueólogos quienes retrasan la fundación de Babilonia y Egipto mil años.10