La historia que todos hemos escuchado de las películas,
la televisión, los periódicos, y la mayoría
de las revistas y libros de texto es que los dinosaurios 'gobernaron
la Tierra' por 140 millones de años, se extinguieron
hace 65 millones de años, y por lo tanto no se encontraban
por ahí cuando Noé y compañía se
embarcaron en el Arca hace unos 4.300 años.
Sin embargo, la Biblia nos da una cosmovisión completamente
diferente de la historia de la Tierra (y por ende, de los dinosaurios).
Como es la palabra de Dios escrita para nosotros, podemos confiar
en que dice la verdad acerca del pasado.
Se puede hacer un cálculo matemático de la edad
del universo estudiando cuidadosamente las Escrituras:
1. Dios hizo todo en seis días, y descansó el
séptimo. (A propósito, esta es la base para nuestra
semana de siete días: Éxodo 20:8-11). Prominentes
eruditos hebreos indican que, basados en la estructura gramatical
de Génesis 1, estos 'días' eran de duración
normal, y no representaban largos periodos de tiempo.
2. Se nos dice que Dios creó al primer hombre y a la
primera mujer, Adán y Eva, en el Día Seis, junto
a los animales terrestres (que habrían incluido a los
dinosaurios).
3. La Biblia registra las genealogías desde Adán
hasta Cristo. Por las edades dadas en estas listas (y aceptando
que Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la tierra hace unos
2000 años), podemos concluir que el universo sólo
tiene unos cuantos miles de años (quizá sólo
6000), y no millones de años. De esta manera, los dinosaurios
vivieron dentro de los últimos miles de años.
En Génesis 6:19-20, la Biblia dice que dos de cada clase de vertebrado terrestre (siete de los animales 'limpios') fueron traídos por Dios al Arca. Por lo tanto, los dinosaurios (vertebrados terrestres) estaban representados en el Arca.
¿Cómo cupieron esos inmensos dinosaurios en
el Arca?
Aunque hay unos 668 nombres de dinosaurios, sólo hay
55 tipos (géneros) diferentes de dinosaurios. Aún
más, no todos los dinosaurios eran inmensos como el Tiranosaurio,
e incluso aquellos dinosaurios en el Arca eran probablemente
'adolescentes' o jóvenes adultos.
El investigador creacionista John Woodmorappe ha calculado que
Noé tenía a bordo con él representantes
de unos 8,000 géneros de animales (incluyendo algunos
animales ahora extintos), o cerca de 16,000 animales individuales.
Cuando usted se da cuenta de que los caballos, las cebras, y
los asnos son probablemente descendientes del género
equino original, Noé no tenía que llevar dos pares
de cada uno de esos animales. Igualmente con los perros, los
lobos y los coyotes que probablemente vienen de un par de caninos
originales.
Según Génesis 6:15, el Arca medía 133 x
23 x 14 metros, con un volumen de 39,500 metros cúbicos.
Investigadores han mostrado que esto equivale al volumen de
522 vagones de carga de ferrocarril (como los de EE.UU.), cada
uno de los cuales puede llevar 240 ovejas. A propósito,
sólo el 11% de los animales terrestres es más
grande que una oveja.
Sin meternos en todas las matemáticas, los 16,000 animales
habrían ocupado mucho menos de la mitad del espacio en
el Arca (permitiéndoles incluso tener espacio para moverse).
Comentario anexo por el fundador de la organización creacionista Planeta Joven :
¿Según quién?
Casi todo el mundo sabe algo sobre los dinosaurios, o al menos
cree saber. Pero son muy pocos los que tienen un conocimiento
sobre los dinosaurios de primera mano. Podríamos contar
fácilmente el número de paleontólogos expertos
en dinosaurios en el mundo. Y entre ellos, podríamos
ver los diferentes argumentos contrarios.
Lo más probable es que usted y las personas a su alrededor
no sean parte de ese grupo de expertos en dinosaurios. Tampoco
yo. Así que estamos de acuerdo en que lo que sabemos
de los dinosaurios proviene de los pensamientos de otros, no
de nuestra propia experiencia.
Pero, ¿qué otra opción tenemos?, me diría
usted. Bueno, hay dos opciones.
Primero, si vamos a confiar en lo que otros dicen, asegurémonos
de que esa sea la información más actual y la
mejor respaldada por la evidencia. Aquí se debe tener
cuidado en buscar las opiniones contrarias y en pesar las suposiciones
filosóficas de las fuentes de información. Por
ejemplo, aceptar inocentemente lo que nos muestra el Discovery
Channel en programas como Caminando con Dinosaurios, no es una
buena opción. Con el fin de atraer grandes audiencias,
el Discovery Channel y la BBC han producido programas espectaculares
en efectos e imágenes pero pobres en ciencia y datos.
El programa mencionado recibió muchas críticas
de la comunidad científica por su falta de rigor al dar
como hechos, especulaciones sin fundamento (como los hábitos
maternales del T. rex). Los artículos de ministerios
como Planeta Joven y Respuestas en Génesis, apuntan a
esos problemas y desenmascaran las filosofías materialistas
y ateas de muchos de los productores de estas series.
Segundo, y más importante, podemos tener un fundamento
para medir la veracidad de lo que dicen los popularizadores
de la ciencia y los medios de comunicación (no digo los
científicos, porque en realidad muy pocos tienen acceso
directo a ellos). La Biblia, por ejemplo, como la Palabra de
Dios, es el mejor fundamento sobre el cual basar todo nuestro
pensamiento. Si comenzamos por la Biblia, podemos tener la confianza
de que el Dios omnisciente y verdadero, nos dice la verdad acerca
de la naturaleza humana y la historia del universo.
Si alguien me dice que los dinosaurios vivieron hace más
de 65 millones de años según el Discovery Channel,
yo respondo que los dinosaurios vivieron hasta hace sólo
unos cientos de años según Dios. (Sin descartar
que hayan descendientes de los dinosaurios vivos, en lugares
recónditos de la Tierra.)
Una vez tenemos el fundamento de evaluar lo que creemos según
quien lo dice, podemos dar un paso adelante y evaluar lo que
se dice. Cuando entendemos bien la diferencia entre las opiniones
de los hombres y la Palabra de Dios, podemos juzgar mejor la
evidencia y discernir, por ejemplo, las interpretaciones correctas
e incorrectas del hallazgo de un fósil de dinosaurio.